Un liberal entre aranceles
La patronal Fomento rendir¨¢ homenaje al ministro Laure¨¤ Figuerola, el librecambista que cre¨® la peseta
En ocasiones, hay que morir dos veces para ser reconocido. El ministro de Hacienda Laure¨¤ Figuerola, que fue librecambista cuando pocos lo eran y cre¨® la peseta en 1868, muri¨® en 1903 a los 87 a?os. Su peseta morir¨¢ el pr¨®ximo 28 de febrero para dejar paso al euro. Figuerola choc¨® con los proteccionistas de la patronal Fomento del Trabajo. Ahora la patronal que durante d¨¦cadas encarn¨® el proteccionismo econ¨®mico le rinde un acto de desagravio en su propia sede barcelonesa el pr¨®ximo d¨ªa 13.
La patronal abre sus puertas al creador de la peseta en un acto hilvanado por el catedr¨¢tico de Pol¨ªtica Econ¨®mica Josep Jan¨¦ Sol¨¤, que ha elaborado un broche final lleno de bonitas complicidades. ?stas son algunas: el presidente del comit¨¦ de honor del republicano que fue Figuerola es el rey Juan Carlos. Y el acto que cierra los homenajes al librecambista Figuerola se realizar¨¢ en la sede de la patronal que defendi¨® con tes¨®n el proteccionismo. Otra curiosidad: un catal¨¢n cre¨® la peseta y otro catal¨¢n, Eugenio Domingo Solans, es el encargado de poner en circulaci¨®n el euro desde su cargo de consejero ejecutivo del Banco Central Europeo, aunque Solans no estar¨¢ presente en el acto de Fomento.
Figuerola combati¨® duramente a la patronal encastillada en el proteccionismo econ¨®mico
Figuerola naci¨® en Calaf en 1816. Abogado y catedr¨¢tico de Pol¨ªtica Econ¨®mica, le toc¨® nadar contra corriente entre mon¨¢rquicos y defensores de los aranceles que proteg¨ªan la industria de la competencia exterior. Se traslad¨® a Madrid en 1853 y all¨ª se desarroll¨® como pol¨ªtico y profesor hasta su muerte. Fue ministro y diputado, y presidi¨® el Senado y el Ateneo de Madrid. Al margen de la creaci¨®n de la peseta, su aportaci¨®n al panorama econ¨®mico fue el llamado arancel Figuerola. Como ministro de Hacienda, aprob¨® la reforma arancelaria de 1869, basada en el librecambismo, que preve¨ªa reducir los aranceles a un m¨¢ximo del 15% en seis a?os, algo que enerv¨® a la patronal catalana. Pero top¨® con poderosos enemigos que lograron suspender sus medidas. Los empresarios laneros, metal¨²rgicos y algodoneros se convirtieron en los bastiones del proteccionismo que Figuerola cuestion¨®.
Siglo y medio despu¨¦s, el anfitri¨®n del reconocimiento del padre de la peseta ser¨¢ el propio presidente de la patronal, Juan Rosell. Al acto asistir¨¢n el presidente del Parlament, Joan Rigol; el alcalde de Barcelona, Joan Clos, y otras personalidades.
Para Fomento del Trabajo, Figuerola no fue un extra?o. La patronal y ¨¦l tuvieron relaciones de coincidencia y discrepancia en diversas etapas. El que fue secretario general de la patronal con el cambio de siglo, Guillermo Graell, relat¨® al hacer historia de la entidad que Figuerola se puso al lado de los empresarios en 1854, cuando critic¨® p¨²blicamente a los trabajadores que rompieron las m¨¢quinas de hilatura por temor a perder sus empleos. Luego Figuerola combati¨® duramente a la patronal, encastillada en el proteccionismo econ¨®mico para defender la industria aut¨®ctona.
La patronal catalana s¨®lo inici¨® el giro librecambista en los a?os sesenta, cuando se empez¨® a hablar de la entonces entrada imposible de Espa?a en el Mercado Com¨²n. Tampoco ayud¨® a este giro la larga etapa franquista, un r¨¦gimen que nunca crey¨® en el liberalismo econ¨®mico. En un libro publicado hace 10 a?os, los historiadores Pere Ys¨¤s y Carme Molinero quisieron poner el dedo en la llaga sobre lo que denominaron Los empresarios de la autarqu¨ªa. A prop¨®sito de los empresarios y en una fecha tan tard¨ªa como los a?os cuarenta del siglo pasado, los historiadores escribieron: 'El empresario estaba acostumbrado a tener un mercado absolutamente protegido donde pod¨ªa vender su producci¨®n sin preocuparse por la eficiencia de la unidad productiva, poco o nada interesado en la exportaci¨®n, acostumbrado a aumentar los beneficios mediante el logro de ventajas administrativas y acostumbrado a no tener que preocuparse -s¨®lo excepcionalmente- por la conflictividad laboral'.
Figuerola se arriesg¨® e innov¨®, aunque pocos sab¨ªan entonces que hab¨ªa hecho cosas importantes. Ahora -y como suele ocurrir, tard¨ªamente-, 'todo el mundo lo sabe', como dice la canci¨®n de Cohen.
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