De pelarg¨®nidas a 'yogurines' y 'bollycaos'

En Espa?a, en esa jerga coloquial a veces ininteligible para quienes no est¨¦n medianamente en el ajo, a los adolescentes se les llama yogurines o bollycaos. En la ¨¦poca de Fernando L¨¢zaro Carreter se les denominaba pelarg¨®nidas, recuerda muerto de la risa, por aquello del Pelarg¨®n. No est¨¢n en el Diccionario de la Real Academia. Lo de pelarg¨®nidas, claro, pas¨® a la noche de los tiempos, como una de esas palabras que se ponen de moda en determinada ¨¦poca. S¨ª ha aceptado, en cambio, el DRAE a sardinos y lolos, como llaman respectivamente en Colombia y Chile a los adolescentes.

La nueva edici¨®n del DRAE tiene 88.431 registros, 11.425 palabras nuevas y m¨¢s de 28.000 americanismos. Como dice V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha, 'el diccionario es un coto de caza privilegiado para los cazadores de gazapos'. ?Por qu¨¦ se ha metido tal palabra y no la otra? Unas las proponen los miembros de las 22 academias, otras son enviadas espont¨¢neamente. Desde que se abri¨® el servicio de consultas del DRAE, en la web de la Academia, el pasado 16 de octubre, se han recibido m¨¢s de 600 propuestas o consultas. Se ha pedido que se incluya palabras como chat, historietista, multiplexar o piedrazo.

Rafael Rodr¨ªguez Mar¨ªn, subdirector del Instituto de Lexicograf¨ªa, explica que cada nueva palabra es documentada, 'para ver si se asienta sobre una base firme y si, entre comillas, es de buena calidad, o sea que no sea algo que apareci¨® en una publicaci¨®n marginal, que no se haya utilizado una sola vez, sino que tenga un uso bastante extendido'. La propuesta pasa a los acad¨¦micos, que, en el pleno o en comisi¨®n delegada, son quienes deciden.

'Entre todos'

'El diccionario lo hacemos entre todos, las cr¨ªticas que no son insultantes son magn¨ªficas', dice Fernando L¨¢zaro Carreter. Nosotros traemos palabras, pero puede haber un se?or en su casa que nos mande 30 a la semana. Es posible que a m¨ª me rechacen 10 y a ¨¦l 15, pero el diccionario es cosa de todos, de todo el mundo hispanohablante'.

En esta 22? edici¨®n del diccionario se han aceptado palabras tan utilizadas como aeroespacial, hematocrito, hiperespacio, paidofilia, pactismo, realojar, dermoprotector, inici¨¢tico, opa, teletienda, deontol¨®gico, digitalizar o neoliberalismo. La gastronom¨ªa tambi¨¦n ha encontrado un hueco: fideu¨¢, 'plato semejante a la paella hecho con fideos en lugar de arroz'; fuet, 'embutido largo y estrecho, parecido al salchich¨®n, t¨ªpico de Catalu?a'; mozzarella y curry, ambas en cursiva, o albari?o, 'vino blanco afrutado, originario de Galicia'; se ha espa?olizado la palabra francesa ¨¦pater, ahora epatar. Y en fin, las que m¨¢s llaman la atenci¨®n, que provienen del argot, como papelina, calimocho, jamacuco, litrona, emporrarse... Es un divertido ejercicio buscar algunas de las m¨¢s de 11.000 nuevas palabras.