La Real Academia Espa?ola trabaja ya en la nueva edici¨®n del Diccionario
Los acad¨¦micos acaban de aprobar la inclusi¨®n de la palabra 'internet' con min¨²scula
Se puede decir sin exagerar que apenas aparecida la 22? edici¨®n del Diccionario de la Real Academia (DRAE), el pasado 16 de octubre, los acad¨¦micos trabajan ya en la 23?. Acaban de aprobar, por ejemplo, la inclusi¨®n de 'internet', con min¨²scula. La pr¨®xima edici¨®n del DRAE no tardar¨¢ diez a?os en aparecer; es probable, seg¨²n el director de la Academia, V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha, que est¨¦ listo en cinco a?os. Los acad¨¦micos trabajan intensamente, adem¨¢s, en el Diccionario Panhisp¨¢nico de Dudas: ya tienen 600 art¨ªculos en Internet y en marzo de 2002 esperan tener aprobados 2.600 m¨¢s.
Monovolumen: 'Se dice de un tipo de autom¨®vil de turismo en el que el motor, los asientos de los pasajeros y el maletero ocupan un solo espacio'. Es una de las nuevas palabras incluidas en la nueva edici¨®n del DRAE. Hace 10 d¨ªas, la comisi¨®n delegada del pleno de la Academia decidi¨® cambiar la definici¨®n de monovolumen por otra que les pareci¨® mucho m¨¢s adecuada: 'Se dice de un tipo de autom¨®vil de turismo cuya carrocer¨ªa aloja en un solo espacio el motor, los asientos para los pasajeros y el maletero'. En la misma sesi¨®n aprobaron tambi¨¦n internet, porque, como dice Garc¨ªa de la Concha, 'cuando los nombres propios se hacen tan comunes hay que tenerlos en cuenta'. La lengua est¨¢ viva y no se la puede ignorar. El diccionario sigue sus pasos tan deprisa como puede.
Ahora tienen las nuevas tecnolog¨ªa y eso les est¨¢ ayudando mucho, coinciden los acad¨¦micos. Adem¨¢s, Fernando L¨¢zaro Carreter, que fue director entre 1991 y 1998, impuls¨® una aut¨¦ntica renovaci¨®n. Primero propuso la elaboraci¨®n de una nueva planta (nuevo modelo de construcci¨®n del diccionario), que se aprob¨® en 1997. Y a¨²n m¨¢s, hizo que todos los acad¨¦micos trabajaran en comisiones simult¨¢neamente para dar m¨¢s agilidad al diccionario. Ahora funcionan cinco comisiones delegadas del pleno con poder de decisi¨®n y siete especializadas.
La nueva planta, como ya se advirti¨® en 1997, se aplicar¨¢ progresivamente, lo que hace que en esta 22? edici¨®n del diccionario se adviertan ciertos desajustes. Por ejemplo, las definiciones de los profesionales de la medicina son cada una de su padre y de su madre. No se han revisado todav¨ªa. 'Hay que tener paciencia. El diccionario ha ido creciendo por acumulaci¨®n desde 1780 y naturalmente cambiar esa acumulaci¨®n no es f¨¢cil', dice Garc¨ªa de la Concha.
?Qu¨¦ queda por hacer? 'Tenemos que tomar el diccionario y repasar por orden alfab¨¦tico todos los registros'. De acuerdo con la nueva planta, en esta edici¨®n se ha iniciado ya la revisi¨®n del l¨¦xico jur¨ªdico, de la que se ha encargado Eduardo Garc¨ªa de Enterr¨ªa, y tambi¨¦n la de los t¨¦rminos cient¨ªficos y t¨¦cnicos, pero queda a¨²n la de la bot¨¢nica y el de la fauna.
El trabajo es arduo, pero m¨¢s f¨¢cil que hace un tiempo. 'Antes ten¨ªamos que hacerlo con los 12 millones de fichas de papel y ahora tenemos el Banco de Datos del Espa?ol, que en el apartado hist¨®rico tiene 140 millones de registros, y en el actual, 140 millones. Pretendemos que, a finales de 2003, la parte hist¨®rica tenga 300 millones de registros, y la actual, 500 millones'.
Neologismos y coloquialismos deben convivir en el diccionario con palabras cl¨¢sicas que sirvan para leer a Cervantes o Graci¨¢n. Surgen las dudas y las cr¨ªticas. El Diccionario manual, cuya ¨²ltima edici¨®n apareci¨® en 1987, recog¨ªa las palabras titubeantes, t¨¦rminos que empezaban a utilizarse y que no se sab¨ªa si iban a continuar o no. 'Esta funci¨®n la va a cumplir, pero de manera mucho m¨¢s amplia, el Diccionario Panhisp¨¢nico de Dudas. En ¨¦l estamos registrando todas las dudas de tipo l¨¦xico, gramatical u ortogr¨¢fico que se producen en el ¨¢mbito de los hispanohablantes. Este diccionario presta especial atenci¨®n a los neologismos, por eso vamos a abrir en enero en Internet el Observatorio del Neologismo'.
Uno de los instrumentos b¨¢sicos para este observatorio es el programa inform¨¢tico al que los acad¨¦micos llaman B¨²ho, porque trabaja de noche. Recoge autom¨¢ticamente neologismos de textos que selecciona de la prensa espa?ola y latinoamericana, los selecciona y comprueba si est¨¢n en el DRAE.
'El Diccionario Panhisp¨¢nico de Dudas estar¨¢ siempre vivo en Internet', seg¨²n Garc¨ªa de la Concha. 'En estos momentos tenemos ya 600 art¨ªculos b¨¢sicos. Y en marzo, en la reuni¨®n interacad¨¦mica, en la que participar¨¢n representantes de las ¨¢reas ling¨¹¨ªsticas hispanoamericanas, someteremos a la aprobaci¨®n definitiva de 2.600 nuevos registros'. Y habr¨¢ ediciones en papel.
Tampoco esperar¨¢ 10 a?os la Academia para sacar una nueva edici¨®n del DRAE. 'Queremos actualizarlo cuanto antes, con toda seguridad podremos sacar una nueva edici¨®n en cinco a?os'.
Todo por la unidad
Living (sala de estar) y cl¨®set (armario empotrado) son dos americanismos procedentes del ingl¨¦s que han entrado en el Diccionario, porque tienen un uso 'avasallador' en Hispanoam¨¦rica, seg¨²n el fil¨®logo Rafael Rodr¨ªguez Mar¨ªn. 'El haber logrado que este diccionario, que hasta ahora era predominantemente reflejo del espa?ol de Espa?a, vaya siendo progresivamente reflejo del espa?ol universal me parece un logro cuyo m¨¦rito no se puede regatear', a?ade V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha. Para trabajar a favor de ese espa?ol universal, la Academia ha emprendido dos nuevos proyectos. La Escuela de Lexicograf¨ªa Hisp¨¢nica, que empezar¨¢ a funcionar en enero en Madrid, formar¨¢ a becarios procedentes de las Academias latinoamericanas con profesores de ambos lados del Atl¨¢ntico. La Academia, adem¨¢s, negocia con la Sociedad Iberoamericana de Prensa para que los 1.300 medios que re¨²ne asuman los acuerdos de las academias, 'a salvo naturalmente del car¨¢cter particular de cada libro de estilo de los medios de comunicaci¨®n', seg¨²n Garc¨ªa de la Concha.
Babelia
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