El 80% de los alumnos de la ESO s¨®lo sabe mencionar seis Estados de la UE
Un estudio resalta la necesidad de incrementar la comunicaci¨®n institucional para j¨®venes
Hay una fosa entre los ciudadanos y las instituciones europeas', alert¨® la semana pasada Guy Verhofstadt, primer ministro belga y presidente de turno la Uni¨®n Europea, y no le falta raz¨®n, por lo menos en lo referente a la juventud espa?ola. El 80% de los alumnos que acaba la ESO no sabe nombrar m¨¢s de seis pa¨ªses de la UE y entre los errores m¨¢s significativos figura que la mitad cree que Eslovaquia, Eslovenia o Rumania forman parte de la Uni¨®n. Hay errores m¨¢s graves: uno de cada cinco j¨®venes cree que hay pa¨ªses de la UE que no son democr¨¢ticos, y de ¨¦stos, una cuarta parte cita entre ellos a Alemania o Austria.
'En caso de un hipot¨¦tico examen con contenidos muy b¨¢sicos, lo suspender¨ªa el 41%', afirma Joaquim Prats, director del estudio de la Fundaci¨®n La Caixa Los j¨®venes ante el reto europeo, realizado para averiguar el nivel de conocimientos de los j¨®venes sobre Europa, su identificaci¨®n sobre el proyecto europeo y su percepci¨®n de los ciudadanos y los pa¨ªses que componen la UE. El estudio, realizado sobre una muestra de 2.304 j¨®venes de toda Espa?a que han acabado la ense?anza secundaria (ESO), es, junto con otro similar realizado en Alemania, el m¨¢s importante realizado sobre el tema.
Prats tambi¨¦n destaca la ignorancia de los j¨®venes sobre las diferencias entre Europa como continente y la Uni¨®n Europea, y el 'total desconocimiento' de las instituciones y pa¨ªses que forman esta ¨²ltima. Con las nociones b¨¢sicas de geograf¨ªa e historia sucede otro tanto. Por ejemplo, s¨®lo un 13% sabe situar la pen¨ªnsula de los Balcanes, a pesar del continuo bombardeo informativo derivado del conflicto vivido en esta zona de Europa. Los r¨ªos son otra gran asignatura pendiente: casi el 80% de los estudiantes suspende este apartado del cuestionario.
Mochila familiar
Por lo general, el estudio detecta que los alumnos que obtienen una calificaci¨®n m¨¢s alta son los que provienen de familias con estudios superiores o, por lo menos, secundarios. 'Lo que los profesores llamamos la mochila familiar, es decir, el capital cultural de la familia, es determinante en el nivel de los alumnos, hasta el punto que el car¨¢cter privado o p¨²blico del centro queda en segundo plano', asegura Prats. La correspondencia entre el grado de conocimiento acad¨¦mico y el n¨²mero de viajes que han realizado los alumnos tambi¨¦n es determinante: a m¨¢s pa¨ªses visitados, mejor conocimiento sobre la UE.
El alumnado de la mitad norte de Espa?a -a excepci¨®n de Galicia- y de las islas Baleares obtiene una calificaci¨®n media superior a cinco, mientras que la mitad sur, incluidas las islas Canarias, suspende la prueba. Tres de cada cuatro j¨®venes espa?oles se sienten europeos, pero definen su identidad en referencia al marco geogr¨¢fico, no a la idea de Europa. En t¨¦rminos generales, su noci¨®n de europeo es imprecisa y bastante ambigua.
Seg¨²n el informe, parte de la responsabilidad de estas carencias la tienen los libros de texto de ESO. El 80% de los manuales tienen incoherencias y son confusos a la hora de definir y delimitar qu¨¦ es Europa. Seg¨²n Prats, los libros de ciencias sociales de la ESO, 'son los m¨¢s europe¨ªstas que han existido hasta el presente', porque ya no incluyen las tradicionales referencias a la 'p¨¦rfida Albi¨®n', para referirse a Inglaterra o 'el azote de san Luis' para hablar de las tropas francesas enviadas por mandato del Congreso de Viena para restaurar el absolutismo en Espa?a. La cr¨ªtica es que son excesivamente occidentalistas 'porque se centran mayormente en Espa?a, Francia, Italia, Alemania y Gran Breta?a', argument¨®. 'No sabemos casi nada de Polonia, Rusia o Chequia', a?adi¨® Rafael Valls, otro de los responsables del informe, 'y esto nos incluye a los profesores'.
Otro de los problemas para conocer Europa puede ser, parad¨®jicamente, la excesiva materia.Para Crist¨®fol Trepat, otro autor del estudio, 'hay que acabar con la tradici¨®n enciclop¨¦dica' en la educaci¨®n espa?ola. 'Hay que escoger entre amplitud y profundidad', se?ala Trepat: 'Nunca se cumplen los programas y eso no preocupa a nadie'.
El proceso de construcci¨®n europea 'lo estamos haciendo los mayores, pero son los j¨®venes los que tienen que acabarlo', resumi¨® Prats.
Los responsables del informe proponen mejorar los libros de texto, incrementar la movilidad entre estudiantes y profesorado europeo y mejorar las pol¨ªticas de comunicaci¨®n institucional dirigidas a la juventud.
El euro, la asignatura pendiente
El euro es uno de los elementos que mejor simboliza lo que la UE significa: romper fronteras. Pero parece que las numerosas campa?as de difusi¨®n de la moneda ¨²nica no han sido los suficientemente atractivas para los j¨®venes. Si pudieran elegir, s¨®lo uno de cada tres se muestra favorable a la sustituci¨®n de la peseta por el euro. La muestra revela que, de los 2.304 j¨®venes encuestados, un 24% se posiciona m¨¢s bien en contra de la sustituci¨®n de la moneda, un 23% se muestra indiferente, un 21% m¨¢s bien a favor, un 18% muy en contra, frente a un escaso 13% muy a favor. Por ¨²ltimo, un 1% no sabe qu¨¦ contestar. El acercamiento a la moneda ¨²nica, a un mes de su implantaci¨®n, no se acaba de producir. Cuanto m¨¢s se acerca la fecha de la entrada, la actitud no mejora, si no que, al contrario, empeora respecto a 1997. 'La sensaci¨®n que tienen muchos j¨®venes es que la nueva moneda es un obst¨¢culo m¨¢s que una ventaja', afirma el profesor Prats. Los j¨®venes de 16 a?os que perciben m¨¢s positivamente el proceso de cambio de moneda son los que presentan una valoraci¨®n m¨¢s alta respecto a la UE, que son el 25% de la muestra. Pero el estudio va m¨¢s all¨¢ y revela datos curiosos: cuatro de cada diez chicos est¨¢n a favor, frente a tres de cada diez chicas. Los que piensan estudiar bachillerato presentan un comportamiento similar a los chicos, mientras que el euro recibe menor soporte por parte de los que a¨²n no han decidido qu¨¦ van a hacer despu¨¦s de finalizar la ESO. La influencia familiar es, una vez m¨¢s, clar¨ªsima: cuanto m¨¢s alto es el nivel econ¨®mico y cultural, m¨¢s favorable es la actitud frente al euro.
Entre la admiraci¨®n y el prejuicio
Aunque el estudio de la Fundaci¨®n La Caixa se ha elaborado para averiguar el grado de conocimiento sobre Europa y la UE, los responsables incluyeron un apartado referente al estudio de la distancia social, 'ya que puede proporcionar informaci¨®n para analizar posibles recelos y conflictos', reflexiona Prats. Las preguntas a los alumnos versan sobre su grado de aceptaci¨®n de personas de otras nacionalidades como amigos, compa?eros de fiesta, de trabajo, como contacto ocasional o si prefieren evitar el trato. En el informe se incluyeron, adem¨¢s de cuatro Estados europeos, dos extracomunitarios: Estados Unidos y Marruecos. Los resultados no pueden ser m¨¢s diferenciados. Y es que los j¨®venes que acaban la ESO mantienen distintas actitudes seg¨²n de donde provengan los extranjeros. La mayor¨ªa de estudiantes mantiene una posici¨®n de proximidad y simpat¨ªa ante los estadounidenses, especialmente las chicas, los que van a colegios privados y los que adoptan una actitud de centro-derecha. En conjunto reciben una puntuaci¨®n alta, por encima de los ciudadanos europeos propuestos (alemanes, franceses, portugueses y holandeses). 'Est¨¢n en otro continente, alejados, pero son los m¨¢s ricos y poderosos: seguramente ¨¦stas son las caracter¨ªsticas que los hacen atractivos', se?ala el informe.
'No cabe ninguna duda de que el pa¨ªs m¨¢s interesante para ellos es Estados Unidos', asegura el doctor Prats, quien matiza que 'm¨¢s interesante' no significa en absoluto el m¨¢s apreciado o querido, pero s¨ª el m¨¢s admirado y respetado, una referencia constante, el modelo que tiene mayor influencia en este sector de la juventud. El imperio americano se revela omnipresente en la imaginer¨ªa de la juventud espa?ola. El contraste con la actitud que manifiestan en relaci¨®n a los marroqu¨ªes resulta revelador, indica el estudio. Los resultados sobre posibles compa?eros marroqu¨ªes se perciben como 'preocupantes', porque indican la existencia de ligeros rasgos xen¨®fobos y racistas, sobre todo entre chicas y entre los alumnos que cursaron sus estudios en colegios p¨²blicos. Si se analiza la respuesta por el nivel cultural y socio-profesional de las familias, en todos los grupos destacan los resultados de prejuicio y lejan¨ªa. El estudio subraya que una actitud de m¨¢s proximidad y aceptaci¨®n a los marroqu¨ªes se presenta en menos de un 20% de cada 10 j¨®venes, frente al 40% que los percibe con una actitud de no aceptaci¨®n. Aun as¨ª el estudio recuerda que, respecto a los adultos, los j¨®venes mantienen una actitud m¨¢s abierta.
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