Puertas abiertas al son de la protesta
S¨®lo dos jubilados curiosos se acercan a Hontza, el pol¨¦mico servicio para toxic¨®manos, en el primer d¨ªa de visitas
La mejor manera de llegar ayer hasta Hontza era caminar hacia el lugar de donde proced¨ªan diversas piezas de repertorio popular, desde canciones infantiles hasta villancicos, cantadas a voz en grito y con la letra algo cambiada. Los improvisados cantantes eran a esa hora -poco despu¨¦s de las diez de la ma?ana- b¨¢sicamente amas de casa y jubilados, vecinos del barrio bilba¨ªno de La Pe?a que no quieren cerca de sus casas, bajo ning¨²n concepto, un centro donde los drogodependientes puedan intercambiar sus jeringuillas usadas por otras nuevas, darse una ducha o descansar bajo techo por la noche.
Tres turnos hicieron los vecinos durante las siete horas (hasta las cinco de la tarde) que el centro estuvo ayer abierto. Pero todav¨ªa no para los toxic¨®manos -eso ser¨¢ el lunes pr¨®ximo por la noche- si no para quien quisiera conocer de primera mano c¨®mo es el local y qu¨¦ servicios ofrecer¨¢ C¨¢ritas a ese colectivo que malvive en Bilbao al margen de los recursos sociosanitarios ordinarios que existen para los drogodependientes.
A un lado de la calle, unos 60 vecinos protestaban por la ma?ana tras una pancarta que calificaba a Hontza de 'centro de drogadicci¨®n'. Cuatro agentes de la Polic¨ªa Municipal custodiaban la puerta. Incluso una furgoneta antidisturbios de la Ertzaintza se desplaz¨® al lugar, pero se march¨® al rato. Dentro de Hontza, cinco de sus trabajadores esperaban la llegada de visitantes.
C¨¢ritas, que ha promovido y gestionar¨¢ este centro de baja exigencia, y el Ayuntamiento de Bilbao, que lo subvenciona parcialmente, acordaron organizar tres jornadas de puertas abiertas (ayer, hoy y ma?ana), en un intento de que los vecinos lo conozcan y acepten la reapertura.
Lograrlo parece dif¨ªcil. 'Centro cerrado, problema terminado' es, entre el amplio repertorio de consignas creado en el vecindario en cuatro meses de protestas (desde la fugaz apertura en julio), la que mejor resume su postura. Por la ma?ana, ni un solo vecino entr¨®. Por la tarde lo hicieron 'tres o cuatro', seg¨²n fuentes de Hontza. Pretend¨ªan medir el local y tomar im¨¢genes de v¨ªdeo, seg¨²n explicaron fuentes de este centro de atenci¨®n b¨¢sica de toxic¨®manos sin techo. Las mismas fuentes aseguraron que durante la visita alguien lanz¨® un huevo y la cerradura volvi¨® a ser da?ada.
Por la ma?ana s¨®lo se acercaron dos visitantes y no eran vecinos, sino voluntarios de un programa de C¨¢ritas dirigido a jubilados. Antonio y F¨¦lix Carlos se acercaron hasta all¨ª por curiosidad, para conocer por s¨ª mismos el centro que tanta pol¨¦mica ha generado en la villa y expresar su apoyo a los compa?eros de C¨¢ritas que se encargan de gestionarlo. Aunque, ante la concentraci¨®n de vecinos, llegaron a plantearse no entrar, finalmente disiparon sus dudas. Los trabajadores de Hontza les explicaron que el centro abrir¨¢ de diez de la noche a siete de la ma?ana, que los drogadictos s¨®lo podr¨¢n entrar durante la primera hora, que saldr¨¢n acompa?ados, que habr¨¢ intercambio de jeringuillas. Tambi¨¦n vieron la enfermer¨ªa, la treintena de butacas, etc¨¦tera. 'Me ha sorprendido lo grande que es y todos los servicios que hay', resumi¨® uno de los visitantes.
Tambi¨¦n hubo una visita institucional, la de los dos concejales que han representado al Ayuntamiento en las m¨²ltiples reuniones con C¨¢ritas y los representantes vecinales para buscar una soluci¨®n al conflicto: I?aki Etxebarria (concejal de Hacienda y delegado para el plan de rehabilitaci¨®n de Bilbao La Vieja, San Francisco y Zabala) y Eusebio Melero (Bienestar Social).
A las cinco de la tarde, all¨ª segu¨ªan los vecinos con sus c¨¢nticos. A las ocho ten¨ªan prevista una asamblea para decidir sobre futuras movilizaciones. En principio, su intenci¨®n es mantener sus protestas hasta que Hontza cierre. El compromiso oficial es que sea el 31 de diciembre de 2002. Ese d¨ªa se trasladar¨¢ a la cercana iglesia de San Ant¨®n.
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