Biograf¨ªa de laboratorio
Si no me equivoco, Ana Duato e Imanol Arias coincidieron por primera vez en televisi¨®n en Brigada central, aquella serie de polic¨ªas anfetam¨ªnicos que, a grito pelado, combat¨ªan el crimen en la Espa?a de 1989. Ocho a?os m¨¢s tarde reincidieron en Querido maestro, donde pusieron su profesionalidad al servicio de una est¨¦tica de anuncio de miel de la granja en el que Arias era un apetecible solter¨®n y Duato una atractiva veterinaria ecol¨®gica. Ahora, cada jueves, los vemos formar pareja en Cu¨¦ntame, una serie que triunfa revisando el pasado con un barniz pop que dulcifica lo peor de una ¨¦poca que invita a la amnesia. La noche de la Constituci¨®n, para que la audiencia no sufriera un colectivo s¨ªndrome de abstinencia, La Primera aparc¨® Cu¨¦ntame y se marc¨® 180 minutos de biopic sobre Severo Ochoa interpretados, c¨®mo no, por Imanol y Ana, pareado nominal que nos remite a otras parejas patrias: V¨ªctor y Ana, Enrique y Ana, Jos¨¦ Mari y Ana.
La revisi¨®n de este personaje, tan oportuna como lo fue la que Marsillach hizo de Ram¨®n y Cajal, responde a un criterio cl¨¢sico de cualquier cadena p¨²blica que se precie. Como tal, re¨²ne todos los t¨®picos del g¨¦nero: flash-back; efectismo ideol¨®gico retroactivo; ambientaci¨®n y vestuario fieles, aunque poco cre¨ªbles por impolutos; di¨¢logos lastrados por las referencias a la actualidad que ensombrecen aciertos dram¨¢ticos y momentos de emoci¨®n; voz en off; un canto al triunfo del coraje y a la dificultad de enmarcar la vida de un matrimonio excepcional en una historia todav¨ªa m¨¢s excepcional.
Su coste, 500 kilos, tal vez hubiera justificado una programaci¨®n por entregas. El espectador queda, pues, sepultado bajo este alud biogr¨¢fico y, aunque la estructura siga el conducto narrativo reglamentario, no puede evitar ver en ese Imanol y su esposa Ana Duato a los padres de Cu¨¦ntame que, apartados por una noche de su habitual funci¨®n de los jueves, cambian de peluca para salir a interpretar a un investigador y a su ayudante. Las mismas caras para personajes distintos deslucen un trabajo que merec¨ªa una fase de descompresi¨®n para el espectador. Y es una l¨¢stima, porque ni Imanol ni Ana tienen la culpa de este discutible criterio de programaci¨®n. Esperemos, pues, que no les encarguen retransmitir el fin de a?o desde la Puerta del Sol.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.