Nicaragua, tierra de volcanes
Hospitalidad y naturaleza tropical en Centroam¨¦rica
Noviembre, diciembre y enero, la ¨¦poca en la que el fr¨ªo baja del norte y suaviza el clima, es la mejor temporada para viajar por este pa¨ªs de volcanes (25 en la franja del Pac¨ªfico, seis de ellos activos), ciudades coloniales y playas teatrales, que ha unido esfuerzos con sus vecinos para convertirse en un destino tur¨ªstico. La autopista Panamericana lo cruza de norte a sur como una m¨¦dula espinal, por donde circulan los camiones cargados de ron, caf¨¦, az¨²car, puros, maderas preciosas, bananas, ajonjol¨ª, chile, mango, mel¨®n, malanga (un tub¨¦rculo parecido a la yuca) y aguacate, los bienes de exportaci¨®n para arrancar a la poblaci¨®n de la miseria. Los nicarag¨¹enses la sobrellevan con desesperaci¨®n sonriente, con una conmovedora simpat¨ªa para el forastero. La media es de 5,2 hijos por familia. La alimentaci¨®n b¨¢sica, el ma¨ªz, es la base de 150 recetas. Las bebidas locales son los frescos de mango, papaya, zapote, n¨ªsperos o mamones, la cerveza To?a -que se anuncia 'Como mi To?a... ninguna'- o los raspados callejeros: una cucharada de miel en un vaso al que le echan raspas de una barra de hielo.
La antigua Le¨®n fue enterrada por la lava del Momotombo en el a?o 1609, y cerca de sus ruinas se levanta la ciudad actual, con su catedral barroca y neocl¨¢sica, donde est¨¢ la tumba de Rub¨¦n Dar¨ªo
Qu¨¦ mala suerte tienen estas tierras calientes: cuando no las invade el vecino del norte o los piratas ingleses o franceses, las exprime como un lim¨®n el cacique de turno, las parte un se¨ªsmo o las devasta el hurac¨¢n. Managua, varias veces arrasada por los terremotos, es una extensi¨®n horizontal de casas de un solo piso, sobre las que se elevan algunos edificios: la vieja catedral y la nueva (1993), la pir¨¢mide maya del hotel Intercontinental, junto al centro comercial y l¨²dico, o el edificio a prueba de terremotos donde el millonario loco Howard Hughes pas¨® los ¨²ltimos a?os de su vida mir¨¢ndose crecer las u?as y la catedral destechada.
La antigua Le¨®n fue enterrada por la lava del Momotombo en el a?o 1609, y cerca de sus ruinas, que los arque¨®logos van sacando a la luz de debajo de una alfombra de c¨¦sped, se levant¨® la Le¨®n actual, con su catedral barroca y neocl¨¢sica, donde est¨¢ la tumba de Rub¨¦n Dar¨ªo, entre otras 14 iglesias coloniales, platerescas y neocl¨¢sicas, y su mercado de piedra, que ciertamente no cumple las normas sanitarias de la Comunidad Europea, pero adonde tampoco han llegado las vacas locas. Por los alrededores del mercado, por las estrechas calles de casas de adobe o piedra, bajo las olas de tejas rojas, circula un coche con altavoces invitando a los transe¨²ntes a una misa de difuntos. Gracias a su antigua capitalidad y a su universidad, es el centro intelectual y el n¨²cleo liberal del pa¨ªs. Y Granada, la tercera ciudad de Nicaragua, es el n¨²cleo conservador. Mantiene muchos malos recuerdos del aventurero William Walker, que a mediados del siglo XIX la redujo a la mitad de su superficie en su intento de fundar un imperio centroamericano con un pu?ado de mercenarios armados con los entonces novedosos e imbatibles rifles de repetici¨®n. El convento de San Francisco, que fue cuartel general de Walker, acoge ahora el m¨¢s completo museo de escultura monumental precolombina.
En las playas cercanas del lago de Nicaragua se juega al b¨¦isbol, deporte nacional, los fieles de las iglesias evang¨¦licas se ba?an vestidos de pies a cabeza y las lanchas zarpan hacia algunas de las 180 isletas cuajadas de palmeras donde anidan las orop¨¦ndolas, para llevar al pasaje a comer pescado en los restaurantes junto al agua, amenizados por las bandas de guitarrita, marimba y guitarr¨®n.
Por todo el pa¨ªs se multiplican los recintos confortables, los hoteles y resorts para el reposo de los turistas, generalmente familias norteamericanas en estancias de fin de semana; pero empieza tambi¨¦n a prodigarse el nuevo tipo de viajero naturalista que practica el senderismo por las 78 reservas naturales, de vegetaci¨®n tropical, que ocupan la mitad de la superficie de Nicaragua. Algunos que no temen a los zorros, las serpientes y dem¨¢s bichos de la variopinta fauna del jard¨ªn del Ed¨¦n se duermen bajo un jen¨ªzaro, llamado ¨¢rbol de las lluvias porque almacena mucha agua de la humedad ambiente, al anochecer cierra las hojas (parecidas a las de nuestras acacias) y al alba las abre de nuevo, soltando su lluvia.
La fiesta de Catarina
El 24 de noviembre es la fiesta local de Catarina, localidad arquet¨ªpica del pa¨ªs, con barrios de casas de una planta, techadas de uralita, alrededor de la iglesia colonial y el barrio de edificios nobles, donde la pintada afirma que 'Los j¨®venes ya decidimos: Eddy, nuestro alcalde'. Un hombre cruzar¨¢ calle abajo con una torre de cestas sobre la cabeza, frente al bar Aqu¨ª est¨¢ Pepe. Pasar¨¢ la procesi¨®n, anunciada por un desfile de pastores jinetes, de piel curtida y sombreros tejanos sobre sus peque?os caballos y luego llegar¨¢ el cami¨®n de la Pepsi, cuyos altavoces difundir¨¢n La bomba, o cual sea la canci¨®n de moda y anunciar¨¢n la fiesta de la noche 'En la UCC, que queda frente al polideportivo Espa?a', o sea, m¨¢s all¨¢ del Taller de Vulcanizaci¨®n El Esfuerzo. Hacia las afueras, siguiendo la m¨²sica nost¨¢lgica de la marimba, el arpa y el xil¨®fono, se llega al mirador en pendiente sobre la laguna de Apoyo. El d¨ªa 24, el cielo estar¨¢ encapotado hasta el infinito, que recorta la silueta masiva del volc¨¢n Bombacho, con un penacho de nubes. En los bancos del mirador, las parejas de j¨®venes contemplar¨¢n la vasta laguna y la lluvia que se acerca. Algunos hablar¨¢n de bajar a San Juan de Tepe, donde se cuece la cer¨¢mica igual que antes de que llegase Col¨®n, para participar en las surreales fiestas de toros, para marear a la becerra en la plaza improvisada. Otros fantasear¨¢n con distancias m¨¢s largas.
GU?A PR?CTICA
- Prefijo telef¨®nico: 00 505. Moneda: c¨®rdoba nicarag¨¹ense (unas 14 pesetas).
- Iberia (902 400 500; www.iberia.com) vuela a Managua desde Madrid, con escala en Miami, desde 91.000 pesetas (tasas incluidas). - American Airlines (902 11 55 70; www.aa.com) vuela tambi¨¦n desde Madrid a trav¨¦s de Miami, desde 166.552 pesetas (m¨¢s tasas). Si la salida es posterior al 15 de enero, desde 136.437 (tambi¨¦n m¨¢s tasas).
- Instituto Nicarag¨¹ense de Turismo (www.intur.gob.ni).
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