Un juez de Ja¨¦n condena a un hombre por infligir malos tratos psicol¨®gicos a su ex esposa
La sentencia destaca que el condenado insult¨® y amenaz¨® reiteradamente a la mujer
El Juzgado de lo Penal n¨²mero 3 de Ja¨¦n ha condenado a R. P. L. a por un delito de malos tratos psicol¨®gicos habituales contra su anterior esposa, D. M. M. La Asociaci¨®n Derecho y Democracia, que mantiene un convenio para prestar asistencia legal con el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), ha sido quien ha ejercido la acusaci¨®n particular y ha logrado el primer fallo de un tribunal jiennense (el segundo en Andaluc¨ªa) en el que los malos tratos no han de ser solamente f¨ªsicos para considerarse delito. El juez se?ala que D. M. M. padece el 's¨ªndrome de la mujer maltratada'.
El juez Rafael Morales se ha basado para ello en la reforma aportada por la Ley Org¨¢nica 14/1999 del art¨ªculo 153 del C¨®digo Penal, que tambi¨¦n ampl¨ªa el ¨¢mbito del delito a los ex convivientes y refuerza los conceptos de habitualidad y reiteraci¨®n como principal prueba de cargo.
La sentencia, que est¨¢ recurrida ante la Audiencia Provincial de Ja¨¦n, condena a R. P. L. por un delito de malos tratos psicol¨®gicos habituales, otro de amenazas y tres faltas de injurias leves a la pena de 16 meses de prisi¨®n por ambos delitos y prohibici¨®n de aproximaci¨®n a la v¨ªctima durante dos a?os.
Por las faltas, el juez Rafael Morales le impone la pena de 20 d¨ªas de multa por cada una, a raz¨®n de 500 pesetas por d¨ªa, adem¨¢s de obligarle a indemnizar a su ex esposa con 50.000 pesetas por los da?os morales que le ocasion¨®.
El magistrado Rafael Morales considera probado que R.P.L. abord¨® a su esposa el 11 de enero de 2000 en una v¨ªa p¨²blica de Martos -municipio de residencia de la pareja, separada desde 1998- profiri¨¦ndole frases como 'zorra, puta, te tengo que rociar con gasolina' y 'te tengo que quitar la vida', frases que reiter¨® los d¨ªas 14 y 18 del mismo mes, el ¨²ltimo de ellos en presencia del hijo menor de la pareja.
Adem¨¢s, el juez entiende en los fundamentos de derecho que estos hechos se fueron repitiendo con asiduidad al menos desde 1998, lo que motiv¨® que D. M. M. presentara varias denuncias contra el acusado, que se saldaron con numerosos juicios de faltas en los juzgados de Martos. 'Lo que realmente viene a sancionarse no es la suma de agresiones, sino precisamente el mantenimiento de ese constante e insoportable clima violento para con un familiar', se indica en la sentencia.
El juez Rafael Morales ha tomado como base las declaraciones de varios testigos, entre ellos la de los hijos de la pareja, 'que claramente se niegan no s¨®lo a vivir sino tambi¨¦n a ver a su padre porque siempre pega a su madre'.
Testimonios
De otro lado, se aportan los testimonios de una m¨¦dico forense y una psic¨®loga reiterando el car¨¢cter agresivo del acusado as¨ª como la posibilidad de que ¨¦ste pudiera materializar sus amenazas.
Adem¨¢s, los informes expusieron que D. M. M. padece el 's¨ªndrome de la mujer maltratada', consistente en 'sensaci¨®n de angustia, ansiedad, miedo, trastornos del sue?o, apuntando como ¨²nico origen de los mismos los malos tratos f¨ªsicos y ps¨ªquicos provocados por el marido'.
La directora provincial del Instituto Andaluz de la Mujer en Ja¨¦n, Natividad Redondo, ha valorado el 'trabajo extraordinario' llevado a cabo por la Asociaci¨®n Derecho y Democracia y, de modo especial, de la letrada Estela S¨¢nchez, que ha ejercido la acusaci¨®n particular en este caso.
'Es un paso muy importante el que los jueces no necesiten ver a una persona con un ojo morado para condenar al agresor', se?ala Redondo, que pide a los jueces la m¨¢xima concienciaci¨®n sobre los malos tratos a las mujeres.
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