Los coletazos de la mili
Hoy me llega una curiosa carta del Ministerio de Defensa: he pasado a la reserva y se me exime de estar sujeto a las leyes y personal de las Fuerzas Armadas. Y digo que es curioso, porque soy insumiso, aunque absuelto mediante una absurda f¨®rmula que me demostraba objetor. As¨ª, yo, que renunci¨¦ al Ej¨¦rcito, paso de nuevo a engrosar las filas de sus posibles. Bueno, en este caso hay algo de chapuza burocr¨¢tica, y, como mucho, provoca la sonrisa sard¨®nica. (Que me vengan con ¨¦stas...).
Sin embargo, esto se convierte en insulto y desprecio a la figura de mi hermano peque?o, al que remiten la misma carta y se encuentra preso, por el delito de insumisi¨®n, en la prisi¨®n militar de Alcal¨¢ de Henares. S¨ª, ahora que todos hemos celebrado la salida del ¨²ltimo mozo, todav¨ªa quedan en la c¨¢rcel integrantes del movimiento que m¨¢s ha hecho y est¨¢ haciendo en esa carrera de fondo que es la desmilitarizaci¨®n de la sociedad. Qu¨¦ rid¨ªculo le debe parecer todo esto, un Estado que se emplea en el uso de la letra peque?a de las disposiciones legales, ya que ha perdido la noci¨®n de justicia, y es que no pod¨ªa ser de otra manera, porque dista tanto de ser nuestro Estado y, lejos de transformarse y regenerarse, su ¨²nica respuesta es la autodefensa, la perpetuaci¨®n de su existencia y sus intereses. Y qu¨¦ pobre y triste le debe parecer que a ¨¦l, dispuesto a sacrificar su libertad personal, poniendo en franca evidencia al llamado Estado de derecho, le incorporen a la reserva, que no sepan de ¨¦l m¨¢s que su n¨²mero de DNI y, a lo que parece, no ha cumplido el servicio militar, y que a¨²n habr¨¢ quien piense 'qu¨¦ suerte, se ha librado'.
Todo esto es una evidencia m¨¢s de que la lucha contin¨²a, que en mi caso, y para mi horror, el Estado est¨¢ pauperrimiz¨¢ndose a niveles extremos y esto lo pagaremos todos, y somos nosotros (sus maltratados s¨²bditos) a quienes corresponde ponerle en evidencia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.