Mutis sigue navegando
Alguna otra vez lo he dicho: ?lvaro Mutis es un lujo de las letras hisp¨¢nicas de nuestro tiempo, algo que hoy el Premio Cervantes acaba de consagrar del todo, en una concesi¨®n que no creo que en esta ocasi¨®n vaya a ser muy discutida, dada la calidad de su obra y la discreci¨®n, parsimonia y cortes¨ªa que la acompa?an desde siempre. Cachaco de Bogot¨¢, nacido el d¨ªa de san Luis Rey de Francia en 1923, descendiente de una estirpe ilustre e ilustrada -fray Celestino Mutis, que describi¨® la flora de sus pa¨ªses en el siglo XVIII, era uno de sus ancestros-, educado en Bruselas, crecido despu¨¦s en Coello, una finca cafetera familiar que fue el para¨ªso de su adolescencia, disip¨® sus estudios a trav¨¦s de amistades literarias, las clases del poeta Eduardo Carranza y los billares de los alrededores, hasta que public¨® medio folleto po¨¦tico en 1948, justo la v¨ªspera del d¨ªa en el que la revuelta popular denominada el bogotazo arras¨® la capital de su pa¨ªs con motivo del asesinato del candidato presidencial Jorge Gait¨¢n Dur¨¢n. Se acerc¨® despu¨¦s a los medios literarios de los diarios La Raz¨®n y El Espectador y al grupo de la revista Mito -de entonces data su estrecha amistad con Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez- para trasladarse despu¨¦s a M¨¦xico, donde su labor como poeta llam¨® la atenci¨®n de Octavio Paz, que asimismo contribuy¨® a la difusi¨®n de sus primeros poemas, desde Los elementos del desastre y Los trabajos perdidos hasta Rese?a de los hospitales de ultramar, que fueron ya penetrando profundamente en todos los ¨¢mbitos de las letras hisp¨¢nicas de aquellos a?os.
En 1973, Barral Editores le publicaba en Espa?a su poes¨ªa completa hasta entonces, bajo el t¨ªtulo varias veces repetido y aumentado de Summa de Maqroll el Gaviero, pues fue precisamente en uno de sus primeros poemas donde apareci¨® por vez primera este personaje que le har¨ªa despu¨¦s famoso y que monopolizar¨ªa gran parte de su obra en prosa; ya en su primer folleto aparec¨ªa una Oraci¨®n de Maqroll que terminaba con estas emocionantes palabras: 'Recuerda, Se?or, que tu siervo ha observado pacientemente las leyes de la manada. No olvides su rostro. Am¨¦n'. Aquel mismo a?o, la editorial Sudamericana de Buenos Aires publicaba su primer libro de cuentos, La mansi¨®n de Arauca¨ªma, un 'relato g¨®tico de tierra caliente' que en su ¨²ltima edici¨®n espa?ola lleva anejo otro texto primero clandestino y luego c¨¦lebre, el Diario de Lecumberri (hoy titulado Cuadernos del Palacio Negro), breve y estremecedora descripci¨®n de una estancia en la c¨¢rcel mexicana de dicho nombre a causa de un calumnioso pleito empresarial del que al final sali¨® justamente absuelto. Pues en aquellos a?os ?lvaro Mutis se gan¨® la vida de muchas maneras, entre otras cosas doblando al espa?ol la c¨¦lebre serie televisiva de Los intocables, donde su voz era la del c¨¦lebre narrador.
Ya desde mediados de los ochenta se impone en su obra la recurrente figura de Maqroll el Gaviero, a la que hasta lleg¨® a matar quiz¨¢ en uno de sus poemas, pero tuvo que dar marcha atr¨¢s ante la r¨¦plica indignada de uno de sus amigos, el poeta chileno Gonzalo Rojas, que amenaz¨® con llevarle a los tribunales si no lo resucitaba. Maqroll, personaje marinero, vagamente contrabandista, aventurero, solter¨®n, frecuente visitante de burdeles y casas de mala nota, protector de los desvalidos, lector de antiguos libros y viejas ediciones hist¨®ricas, de las memorias del cardenal de Retz, de Chateaubriand y hasta de Simenon, no es exactamente un alter ego del escritor, ni su portavoz, pero s¨ª un resumen de las cosas en las que siempre ha so?ado este lector de Conrad, de Stevenson y de Kipling que es ?lvaro Mutis, que se autodefine como un 'gibelino, mon¨¢rquico y legitimista' (y por cierto, un pel¨ªn castrista) que nunca ha votado adem¨¢s. Su personaje viene de Stevenson quiz¨¢, atraviesa los marinos de Conrad y llega hasta Corto Malt¨¦s, aunque defendiendo siempre las causas perdidas. Su saga -recientemente recopilada en un grueso volumen en Alfaguara- cuenta con seis novelas y tres cuentos, bajo el t¨ªtulo de Empresas y tribulaciones de Maqroll el Gaviero, que ya ha sido traducida a 11 idiomas y le ha cargado de premios por doquier, de Colombia a M¨¦xico, de Par¨ªs a Roma, del Pr¨ªncipe de Asturias al Reina Sof¨ªa de poes¨ªa entre nosotros. Mientras tanto, ?lvaro Mutis se pasea por el mundo que va desde el Renacimiento hasta Felipe II, donde su mayor cat¨¢strofe fue la de la ca¨ªda de Constantinopla en 1453. Lo que les dije: un lujo de verdad.
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