Divertida busca del tesoro

No son muchas las pel¨ªculas que se dirigen en colaboraci¨®n y menos los hermanos que acostumbran a rodarlas a medias. Sin embargo, en la reciente historia del cine ha habido varios casos, desde los italianos Taviani hasta los norteamericanos Coen, aunque ¨¦stos s¨®lo escriben juntos el gui¨®n, luego uno se encarga de la direcci¨®n y el otro de la producci¨®n. Tambi¨¦n est¨¢n los Zucker, David y Jerry, que a principios de los ochenta dirigieron varias burdas comedias de ¨¦xito, como Aterriza como puedas (1980) y Top Secret (1984). Una d¨¦cada despu¨¦s, mientras David sigue con las apresuradas comedietas, Jerry se decanta por un cine m¨¢s personal e interesante, que da lugar, por ejemplo, a Ghost (1990), su mejor trabajo y su mayor ¨¦xito.

Despu¨¦s de unos a?os m¨¢s dedicado a la producci¨®n de pel¨ªculas ajenas que a la direcci¨®n, Jerry Zucker vuelve a la realizaci¨®n con Ratas a la carrera, una versi¨®n de El mundo est¨¢ loco, loco, loco, loco (1963), de Stanley Kramer.

Si en aqu¨¦lla un grupo de personas busca el bot¨ªn escondido por un g¨¢nster en el desierto de Mojave, en torno a Las Vegas, en ¨¦sta un grupo de jugadores del disparatado Casino Venetian viaja como puede a trav¨¦s del desierto desde Las Vegas hasta Silver City, en Nuevo M¨¦xico, para hallar los dos millones de d¨®lares que ha depositado en la consigna de la estaci¨®n de tren su rico propietario.

Si la comedia dirigida por Stanley Kramer ten¨ªa como m¨¢ximos alicientes ser la ¨²nica rodada en formato Cinerama, tener un reparto en el que aparec¨ªan grandes c¨®micos norteamericanos y una excesiva duraci¨®n de m¨¢s de tres horas, la de Zucker tiene un divertido y buen gui¨®n de Andrew Breckman, donde mezcla con habilidad las disparatadas peripecias de las personas que persiguen el tesoro. Sin embargo, lo mejor de Ratas a la carrera es la habilidad con que est¨¢ rodada, lo que da al conjunto el ritmo necesario para que la comedia funcione con perfecci¨®n. La experiencia de Zucker tambi¨¦n le ayuda a controlar a c¨®micos tan incontrolables como Rowan Atkinson, John Cleese y Whoopi Goldberg.