Con Galera
Esta semana ha quedado visto para sentencia el juicio que por despido se ha seguido en Almer¨ªa con motivo del cese de Resurrecci¨®n Galera. Dentro de unos d¨ªas, un juez decidir¨¢ si casarse con un divorciado es un obst¨¢culo para dar clases de religi¨®n en un colegio p¨²blico andaluz o si, por el contrario, el cese es discriminatorio. Mientras llega este tiempo, el de la sentencia, tal vez merezca la pena detenerse en la posici¨®n que ha mantenido una de las partes en el juicio. Es reveladora. Muestra c¨®mo un sector de la clase pol¨ªtica sigue permitiendo y justificando que la religi¨®n constituya un par¨¦ntesis en la interpretaci¨®n constitucional de las leyes, que son el instrumento dado por el Parlamento para garantizar los derechos fundamentales de todos los ciudadanos. Es la lectura a la que lleva el posicionamiento del Ministerio de Educaci¨®n en el acto de juicio. La bondad y la justificaci¨®n del despido de Resurrecci¨®n, con base en que su vida privada no se acomoda a la conciencia episcopal, autorizan esta conclusi¨®n. Sobre todo cuando se asimila este caso al de un profesor de religi¨®n isl¨¢mica, justificando que tambi¨¦n podr¨ªa ser despedido por comer cerdo. Vamos que, seg¨²n Educaci¨®n, los que coman cerdo si son profesores isl¨¢micos y los cat¨®licos que se casen por lo civil -que s¨ª pueden comer cerdo- no tienen derecho a trabajar en los colegios p¨²blicos espa?oles. Toda una forma de entender las leyes.
Un entendimiento que no se comprende demasiado. Sobre todo cuando este mismo a?o el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, y tambi¨¦n el de Canarias, han declarado injustificados unos comportamientos similares y han corregido estas situaciones.
En cualquier caso, lo que s¨ª merece la pena es que el cerdo, y lo que representa su ejemplo en esta sociedad civil, pasen al olvido. Ser¨ªa deseable que la religi¨®n, Gobierno y conciencias dejaran de fundirse en un crisol. No vaya a suceder que, con base en tanta injerencia religiosa y tolerancia, terminen siendo causa de despido que las mujeres se casen por lo civil, cuando se maquillen y cuando se pinten las u?as. Claro que siempre cabe decir que peor es que las lapidaran, las echaran ¨¢cido en la cara o les arrancaran los dedos. Una tranquilidad, para algunas conciencias.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.