Jornadas de 15 horas bajo la nieve

'Ha sido como lo de las Torres Gemelas, pero en peque?o', bromea Jos¨¦ Malves¨ª. Este sevillano de 46 a?os es uno de los cientos de operarios que, a un ritmo infernal, en medio de la nieve y a varios grados bajo cero, trabajaron a destajo para reparar las innumerables aver¨ªas que sufri¨® el tendido el¨¦ctrico desde que lleg¨® la ola de fr¨ªo el pasado viernes. 'Es que esto es algo anormal. Ni la nevada de 1985 ni el pollo del agua de hace un mes en el Maresme nos ha hecho sudar tanto' reconoce este trabajador de Fecsa-Endesa desde hace 14 a?os.

Malves¨ª ha trabajado casi 75 horas en apenas cinco d¨ªas, y ayer estaba contento porque volv¨ªa de nuevo a tener una jornada normal: 'las aver¨ªas se han aflojado, y s¨®lo quedan algunas sueltas'.

Pero su largo y enloquecido fin de semana -de viernes a martes, como el de muchos catalanes- ser¨¢ dif¨ªcil de olvidar. 'El viernes de buena ma?ana ya vimos que la nevada iba a ser imponente y nos preparamos para lo que iba a venir'. Puesta a punto de los veh¨ªculos, comprobaci¨®n de las herramientas e indumentaria de rigor: chaquet¨®n, chubasquero, guantes aislantes y caretas con pantallas faciales.

Malves¨ª y sus compa?eros de brigada empezaron a trabajar a las ocho de la ma?ana del viernes. A la una de la madrugada del s¨¢bado, 17 horas despu¨¦s, echaron una cabezadita y a las seis de la madrugada volvieron al tajo. Fueron a averiguar qu¨¦ hab¨ªa pasado con las l¨ªneas principales de Matadepera (Vall¨¨s Occidental), que hab¨ªan dejado de funcionar. 'Cuando se dispara una l¨ªnea, lo primero es localizar d¨®nde est¨¢ la aver¨ªa, aislarla, desviarla y reorganizar el tendido, de forma que el da?o sea el m¨ªnimo posible'.

Si bien la aver¨ªa que afect¨® a m¨¢s usuarios se origin¨® por la rotura de un cable de tierra de alta tensi¨®n que une las subestaciones de Can Jard¨ª, en Rub¨ª, y Mas Figueres, en Terrassa (Vall¨¨s Occidental), Malves¨ª afirma que 'en el 90% de los casos los da?os en las l¨ªneas se deben a la ca¨ªda de ¨¢rboles o al desprendimiento de ramas por causa de la nieve, viento o de lluvia muy intensa'. Jos¨¦ y sus compa?eros buscaron en Matadepera y despu¨¦s en Poliny¨¢, Sentmenat, Castellar y otras localidades del Vall¨¨s el rastro de los ¨¢rboles, 'que causan verdaderos destrozos'.

'Despu¨¦s hay que talarlos, lo que no es f¨¢cil porque a veces hay que negociar con los propietarios, porque les tienen cari?o a los ¨¢rboles hasta que les caen encima de su casa y entonces no los quieren tanto', sonr¨ªe Malves¨ª. Tras la tala, los operarios trepan hasta el tendido el¨¦ctrico -'eso lo hacen los m¨¢s j¨®venes'- y analizan los desperfectos. 'Si se puede se repara, pero hay casos en que hay que conectar un transformador m¨®vil', con una autonom¨ªa de 24 a 48 horas. 'Este tipo de operaciones no suelen ser complicadas ni llevar mucho tiempo, pero si hay atasco de tr¨¢fico, malo: nosotros tambi¨¦n vamos en veh¨ªculos y de momento, casi ning¨²n helic¨®ptero', dice, al tiempo que recuerda que su mujer tard¨® siete horas en llegar a Castellar del Vall¨¨s, donde viven, desde Sabadell, un trayecto de cinco kil¨®metros.

Bocadillos

Malves¨ª no se queja, 'porque el trabajo no me desagrada, me gusta el campo y los bosques y lo prefiero a estar cogiendo tel¨¦fonos', pero reconoce que andan cansados. 'Hab¨ªa muchos frentes que cubrir, no paramos ni un momento y apenas nos dio tiempo de comer nada: alg¨²n bocadillo y a destiempo', se?ala. Trabajadores como Malves¨ª, que en la zona del Vall¨¨s -'en la calle', como dice Manuel Mart¨ªnez, de CC OO- llegaron a ser estos d¨ªas unos 150, cobran entre 2.500 y 3.000 pesetas por hora extra. 'Pero tambi¨¦n, despu¨¦s de unos d¨ªas as¨ª, acumulamos descansos a lo largo de los meses', a?ade.

'?Pero por qu¨¦ no contratan a m¨¢s operarios?', explica Jos¨¦ que le pregunta su mujer cuando ve que llega a casa a las tantas y agotado. 'Es dif¨ªcil prever una situaci¨®n as¨ª, en estos casos se trabaja a destajo hasta que se vuelve a la normalidad, pero espero que no hayan muchos fin de semana como ¨¦ste'.