El impago de la deuda acerca a Argentina a la situaci¨®n de quiebra
Sin m¨¢s ajustes, no habr¨¢ pr¨¦stamo del FMI; sin pr¨¦stamo, no se podr¨¢ pagar la deuda
Un d¨ªa antes del estallido social, el Gobierno argentino envi¨® el proyecto de Presupuesto para 2002. ?ste prev¨¦ un recorte m¨ªnimo de 9.200 millones de d¨®lares (1,7 billones de pesetas), un 19% m¨¢s de la reducci¨®n hecha en las cuentas de 2001. La aprobaci¨®n del Presupuesto con el ajuste es un requisito del Fondo Monetario Internacional (FMI) para reanudar la ayuda financiera y, sin ¨¦sta, Argentina no podr¨¢ pagar su deuda. Ayer ni un solo pol¨ªtico argentino se atrev¨ªa a decir c¨®mo se romper¨¢ el c¨ªrculo vicioso.
Cavallo se pas¨® m¨¢s de la mitad de los nueve meses que estuvo en el cargo poniendo parches
La protesta social que estall¨® el mi¨¦rcoles en Argentina y que se enardeci¨® m¨¢s ayer fue el no va m¨¢s de una pol¨ªtica de ajuste tras ajuste del gasto p¨²blico que fracas¨® en lograr su principal objetivo: sanear la econom¨ªa del pa¨ªs. El ¨²ltimo acto del ex superministro de Econom¨ªa Domingo Cavallo fue el env¨ªo al Parlamento del Presupuesto de 2002. El proyecto prev¨¦ una reducci¨®n del gasto de no menos de 9.200 millones de d¨®lares.
Unos 5.200 millones se iban a ahorrar de la disminuci¨®n de intereses de deuda conseguidos a trav¨¦s del famoso megacanje de t¨ªtulos que Cavallo puso en marcha hace cuatro meses. El canje consisti¨® en cambiar t¨ªtulos de deuda argentina con vencimiento a corto plazo por otros a m¨¢s largo plazo pero m¨¢s rentables. El plan fue respaldado en su momento por el FMI y por los bancos argentinos, que se quedaron con muchos de esos nuevos t¨ªtulos.
Los restantes 4.000 millones, que pueden llegar a 6.000, que Cavallo preve¨ªa ahorrar al Estado iban a salir, principalmente, de la continuidad de la rebaja del 13% de los salarios p¨²blicos y las pensiones y de otras reducciones impopulares.
El peronismo, principal partido opositor a la Alianza gobernante y que controla las dos C¨¢maras, ya se ol¨ªa que el nuevo proyecto de presupuesto iba a desencadenar una protesta social masiva. As¨ª que los peronistas, a¨²n antes de que el proyecto llegara al Congreso, se apresuraron a objetarlo. De hecho, el nuevo ajuste ideado por Cavallo uni¨® a los peronistas, ya de por s¨ª casi tan divididos como la Alianza, en contra de Cavallo. La oposici¨®n surgi¨® especialmente de los gobernadores peronistas de las tres provincias m¨¢s importantes de Argentina: Buenos Aires, C¨®rdoba y Santa Fe. ?Por qu¨¦ iban a pedir a su gente que se ajustara m¨¢s el cintur¨®n si ya se hab¨ªa visto que la pol¨ªtica econ¨®mica de Cavallo no funcionaba?
Para los tres gobernadores, como para muchos pol¨ªticos del propio Gobierno y analistas argentinos y extranjeros, el Presupuesto 2002 s¨®lo era un intento de Cavallo de echar para delante una crisis insostenible. En otras palabras, mantener al pa¨ªs en un c¨ªrculo vicioso que ya no s¨®lo apretaba a los argentinos, sino que hab¨ªa empezado a ahorcarlos.
Cavallo quer¨ªa eliminar el d¨¦ficit argentino, es decir, que no quer¨ªa que los gastos p¨²blicos superaran los ingresos del Estado. El problema era que cada vez que se fijaba un l¨ªmite al gasto en previsi¨®n de unos ingresos, ¨¦stos terminaban siendo siempre inferiores. El recorte del gasto, por otra parte, agudiz¨® la recesi¨®n econ¨®mica argentina a?o tras a?o. Con la ca¨ªda de la actividad econ¨®mica, la gente pagaba menos impuestos o no los pagaba. Fuentes de la Hacienda argentina reconocieron que muchas peque?as y medianas empresas s¨®lo consegu¨ªan mantenerse a flote evadiendo el pago de impuestos.
La recaudaci¨®n de la Hacienda argentina decreci¨® entre 200 y 300 millones de d¨®lares mensuales en los ¨²ltimos dos a?os, pero no s¨®lo por la evasi¨®n impositiva, sino tambi¨¦n por la ineficiencia del propio sistema de recaudaci¨®n y por una serie de rebajas y exenciones impositivas que el propio ex ministro Cavallo autoriz¨® a mediados de este a?o. La mayor¨ªa de las grandes empresas argentinas, seg¨²n las fuentes de Hacienda, disfrutaban de estas exenciones fiscales.
Hace dos semanas, cuando el FMI se neg¨® en redondo a desembolsar un solo d¨®lar m¨¢s si Argentina no cumpl¨ªa con sus compromisos de reducci¨®n de d¨¦ficit, Cavallo se ech¨® para atr¨¢s y declar¨® que iba a suspender o eliminar la mitad de esas ventajas totales que supon¨ªan para el Estado una merma en sus ingresos de unos 7.000 millones de d¨®lares. Los empresarios inmediatamente saltaron al cuello del ex ministro.
Cavallo se pas¨® m¨¢s de la mitad de los nueve meses que estuvo en el cargo poniendo parches a una econom¨ªa que hac¨ªa agua por todos lados. Asumi¨® el cargo con la enemistad de los peronistas, que, a pesar de ello, asintieron en otorgarle superpoderes para poner en marcha sus programas econ¨®micos, y no tard¨® en granjearse la enemistad de los pol¨ªticos de la Alianza gobernante, la gente y, por ¨²ltimo, los empresarios.
Un gran detonante de la revuelta de los ¨²ltimos d¨ªas fue tambi¨¦n el hecho de que en las 441 p¨¢ginas del proyecto de presupuesto poco se dice sobre c¨®mo se pensaba eliminar el enorme coste de los cargos p¨²blicos no esenciales e incluso parasitarios que existen en muchas dependencias del Estado, tanto en la Administraci¨®n central como provincial. El mismo FMI advirti¨® sobre esto al Gobierno argentino antes de negarle el ¨²ltimo desembolso.
El problema ahora es reactivar una econom¨ªa sujeta por el cors¨¦ de la paridad uno a uno entre el peso y el d¨®lar. Si se recorta m¨¢s el gasto para que el FMI reanude la financiaci¨®n, la protesta social aumentar¨ªa, y si no se recorta el gasto, Argentina no podr¨¢ pagar una deuda de 155.000 millones de d¨®lares, cinco veces el valor de las exportaciones argentinas. La mayor¨ªa de los expertos, entre ellos Standard & Poor's, dan por hecho que el pa¨ªs suspender¨¢ pagos en enero. Otros creen que habr¨¢ una devaluaci¨®n seguida de la quiebra del Estado argentino.
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