Ejemplaridad
El juzgado de lo social n¨²mero 3 de Almer¨ªa ha declarado que casarse por lo civil con un divorciado es causa de no renovaci¨®n del contrato de una profesora de religi¨®n, cat¨®lica por supuesto. A partir de ahora, si en sede de recurso no se rectifica el sentido de este fallo, los docentes de religi¨®n, adem¨¢s de conocer la asignatura que imparten, van a tener que llevar su vida privada en p¨²blico, y que le guste al obispo. Una exigencia dif¨ªcil de cumplir. La ejemplaridad, dentro del sistema eclesi¨¢stico, no responde a un ¨²nico modelo. Va en funci¨®n de circunstancias, y cargos. No es lo mismo ser cardenal, o ec¨®nomo, que docente. Si eres cardenal, como Milingo, puedes casarte sin perder el purpurato. Si eres ec¨®nomo, puedes faltar a la verdad y seguir en Gescartera, digo en el Obispado de Valladolid. En cambio a los docentes, que no son cardenales ni ec¨®nomos, se les echa a la calle con la bendici¨®n episcopal y jurisdiccional. Ejemplarizante.
Sin embargo, lo peor de todo no es la diversidad en la forma de entender la ejemplaridad. Una vez comprendida, algunos la pueden llevar con cierto descaro, y no estoy pensando en el ec¨®nomo de Valladolid. Lo peor es que la decisi¨®n pueda estar justificada. As¨ª lo dice la sentencia. Funda su decisi¨®n en el Acuerdo que el Gobierno central y la Santa Sede firmaron en 1999. Un acuerdo que, seg¨²n la sentencia, legitima el cese. Vamos que, con la ley en la mano, si los despidos los decide el obispado, se puede alcanzar la gloria en el cielo y en la tierra. En cambio si los decide un empresario, que no sea obispo, la ley le impone una sanci¨®n, puede ir a la c¨¢rcel, y el cielo que ni lo sue?e. Es lo que se llama igualdad ante las leyes divina y humana.
Tal vez, ante esta situaci¨®n, se deba imponer un acto de cordura y las CCAA que ven c¨®mo se despide a los trabajadores de los colegios p¨²blicos inviten al Gobierno central a modificar el contenido de un acuerdo que no parece muy constitucional. Tambi¨¦n cabe la esperanza que otro juez lo haga, y busque ayuda en el Tribunal Constitucional. Evitar¨ªa que la vida ¨ªntima del profesorado sea expuesta a una sociedad que se ha dicho, a s¨ª misma, que la vida privada est¨¢ sustra¨ªda al conocimiento de otras personas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.