El Atl¨¦tico sobrevive a la batalla

Plantillazos, entradas a destiempo, espinilleras volando, codos movi¨¦ndose en aspa, jugadores conmocionados...E Ismael, del Racing, desde el minuto 30 en el vestuario por una entrada brutal. Toda una colecci¨®n de brusquedades suavizada por la irrupci¨®n de Movilla en el segundo tiempo. Al fin despert¨® el calvo. Ayer tard¨® 45 minutos, los de batalla, en desperezarse, pero cuando lo hizo, cuando se levant¨® del letargo en el que andaba metido desde hace algo m¨¢s de un mes, el Atl¨¦tico empez¨® a recuperar balones en la l¨ªnea de medios y a acercarse al ¨¢rea del Racing con algo m¨¢s que empuje. Empez¨® a usar la cabeza, la de Movilla, para pensar.

El equipo santanderino ten¨ªa un hombre menos pero alguna idea m¨¢s. Control¨® el centro del campo y tuvo ocasiones. Cuando Julio ?lvarez y Bodipo conectan, el Racing ense?a lo mejor, lo m¨¢s da?ino, lo m¨¢s peligroso de su repertorio.

Luis Aragon¨¦s, de pie, gritando a todo lo que se mov¨ªa por el campo a rayas rojas y blancas, mir¨® desde el banquillo el desorden de sus jugadores en el c¨¦sped y empez¨® a mover piezas. Sac¨® a Dani por Armando y retras¨® a Aguilera al lateral. El equipo rojiblanco empez¨® a funcionar. En la banda izquierda un desconocido Antonio L¨®pez, por lo audaz, recorr¨ªa todos los kil¨®metros del mundo sorteando todos los escollos y metiendo balones, peligrosos, al ¨¢rea. Una de esas internadas, mediado el segundo periodo, acab¨® en el fugaz tanto de Fernando Torres. Un gol de esos en los que la pelota, despu¨¦s de entrar, decide escaparse de nuevo hacia el terreno de juego. L¨®pez puso el bal¨®n en el ¨¢rea, Nagore se revolvi¨® y meti¨® un centro bombeado, Diego Alonso pein¨® de cabeza hac¨ªa atr¨¢s y fernando Torres empalm¨® de volea. La pelota bot¨® dentro de la porter¨ªa y despu¨¦s se escap¨® hacia afuera. Pero fue gol.

Y con el gol, la serenidad. y con la serenidad, las oportunidades, el contraataque y el tiral¨ªneas. Aguilera desbord¨® dos veces por su banda y las dos veces desperdici¨® la ventaja con un sentido de la generosidad digno de mejor causa. En las dos oportunidades en que se plant¨® solo en el pico derecho del ¨¢rea del Racing cedi¨® el bal¨®n a Diego Alonso. El uruguayo fall¨® las dos veces. En realidad, el uruguayo fall¨® todas las veces durante los 90 minutos.

Luque cerr¨® el choque en la prolongaci¨®n con un buen gol, despu¨¦s de dejar a tr¨¢s a Mateo y Nafti y lanzar un trallazo al palo m¨¢s lejano al portero Lemmens. Un buen final para un encuentro duro que empez¨® a base de patadas.