'La ¨²ltima alternativa es la renegociaci¨®n de la deuda externa'
Ocampo advierte de que la crisis argentina podr¨ªa extenderse 'a todo el mundo en desarrollo'
En el escenario de recesi¨®n que atraviesa Am¨¦rica Latina, Argentina es el pa¨ªs con la situaci¨®n m¨¢s comprometida, al completar su tercer a?o consecutivo con una ca¨ªda del PIB. El secretario ejecutivo de la Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina y el Caribe (Cepal), Jos¨¦ Antonio Ocampo (colombiano, cumpli¨® 49 a?os esta semana), advierte sobre el riesgo de que la crisis de este pa¨ªs contagie a todo el mundo en desarrollo, si afecta la confianza de los inversores en las econom¨ªas emergentes. Durante una entrevista con este diario realizada en dos momentos, antes y despu¨¦s del estallido social que culmin¨® con la renuncia del presidente argentino, Ocampo -doctor en Econom¨ªa en Yale y ex ministro de Hacienda y Agricultura- analiz¨® la situaci¨®n de ese pa¨ªs y de la regi¨®n. Plantea que en Am¨¦rica Latina termin¨® la ¨¦poca de abundancia de capital externo, y cuestiona que, durante las crisis, las reglas del juego compelen a los pa¨ªses a hacer ajustes que profundizan la recesi¨®n, en vez de amortiguarla.
'Despu¨¦s de la reestructuraci¨®n de deudas que est¨¢ teniendo lugar, ?los inversionistas van a seguir comprando bonos de los pa¨ªses emergentes?'
'La historia de Argentina muestra, desde comienzos del siglo XX, continuos desacuerdos sociales, que generan muchas dificultades'
'El gran problema de la convertibilidad es que, en vez de salir de un cambio fijo, se trata de salir de todo un r¨¦gimen financiero y monetario'
Pregunta. ?Cu¨¢les son los riesgos y las posibilidades de dolarizar o devaluar en Argentina?
Respuesta. En general, no somos amigos de la dolarizaci¨®n ni en Argentina, ni en otros pa¨ªses. Argentina tiene un sistema financiero relativamente dolarizado, por una decisi¨®n pol¨ªtica y por la din¨¢mica de la historia, porque la hiperinflaci¨®n llev¨® a la gente a preferir el uso de d¨®lares para sus operaciones corrientes y manejos financieros. Dada esta historia de hiperinflaci¨®n, la forma de generar una demanda de pesos argentinos era atando al d¨®lar, porque la gente lo quer¨ªa. El gran problema de la salida de la convertibilidad es que, en vez de salir de una tasa de cambio fija, como se dice a veces, se trata de salir de todo un r¨¦gimen financiero y monetario, que casi ha sido un ancla del sistema econ¨®mico durante la ¨²ltima d¨¦cada. No es salir de un r¨¦gimen cambiario, como fue la decisi¨®n de Brasil de 1999 o incluso la devaluaci¨®n de M¨¦xico de 1994. Aqu¨ª hablamos de otra cosa. Por eso entendemos la decisi¨®n del Gobierno de mantenerse en el r¨¦gimen de convertibilidad. Entre el resto de las medidas, la m¨¢s importante fue la decisi¨®n de reestructurar la deuda p¨²blica, interna y externa, que es posiblemente el principal cuello de botella.
Pregunta. El problema es que las iniciativas carecieron de consenso, y con el levantamiento popular se demostr¨® que las pol¨ªticas econ¨®micas que no generan apoyo social son ineficaces...
Respuesta. Sin duda alguna. Aqu¨ª se demostr¨® adem¨¢s que la reacci¨®n de la poblaci¨®n puede ser bien fuerte, como en otros casos, como Venezuela con el caracazo de comienzos de los a?os noventa. Hay que recordar que en Argentina hay un rechazo abierto a las pol¨ªticas de reducci¨®n de las pensiones, de los salarios p¨²blicos y de austeridad generalizada, pero posiblemente hay consenso sobre el principio de moneda sana y de mantener la convertibilidad.
P. ?Hasta qu¨¦ punto hay corresponsabilidad en la crisis de los acreedores y los organismos multilaterales, entre ellos el FMI?
R. El problema es mucho m¨¢s amplio. Es la combinaci¨®n de un sistema de convertibilidad que tendi¨® a acentuar las crisis econ¨®micas y una situaci¨®n financiera internacional que pas¨® a ser extremadamente adversa para las econom¨ªas emergentes, a partir de la crisis asi¨¢tica, y que nunca se corrigi¨®. Las entidades financieras internacionales salieron a respaldar a Argentina y en montos no reducidos. Pero, a la luz de la historia, ocurren crisis cuando se combinan efectos internos e internacionales que resultan muy grandes para la magnitud de recursos que manejan las instituciones financieras internacionales.
P. ?Qu¨¦ salida vislumbra?
R. Toda salida de esta situaci¨®n tiene que pasar por la generaci¨®n de nuevos consensos pol¨ªticos y sociales. Segundo, se requiere necesariamente una renegociaci¨®n a fondo de la deuda externa. Creo que es la ¨²nica alternativa real que le queda a Argentina y que le dar¨ªa los m¨¢rgenes adecuados para poder destinar recursos a programas sociales que resultan urgentes, manteni¨¦ndose adem¨¢s dentro de la ¨²nica situaci¨®n fiscal posible cuando no se tiene financiamiento, que es el balance fiscal.
P. A comienzos del siglo XX, Argentina era un pa¨ªs m¨¢s desarrollado que Italia y hoy est¨¢ bastante atr¨¢s en la escalera al desarrollo. ?Cu¨¢l es su interpretaci¨®n para que un pa¨ªs tan rico haya perdido tantas oportunidades?
R. Una parte de la respuesta es, posiblemente, la larga historia de ausencia de consensos pol¨ªticos y sociales. Esto diferencia a Argentina de Europa, donde se gener¨® un gran consenso despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial, que ha permitido una estabilidad democr¨¢tica, y adem¨¢s con una buena repartici¨®n de los beneficios del desarrollo. Desafortunadamente, la historia de Argentina muestra, desde comienzos del siglo XX, continuos desacuerdos sociales, que han ido variando en el tiempo y generan muchas dificultades. Por eso, la generaci¨®n de consensos sociales democr¨¢ticos es la esencia misma de la estabilidad. Una segunda parte de la respuesta tiene que ver, quiz¨¢, con la estructura productiva. Pa¨ªses como Italia o Espa?a est¨¢n en el centro de la econom¨ªa mundial y fueron parte de un amplio proceso de industrializaci¨®n europea. Argentina est¨¢ en otra parte del mundo, en una regi¨®n donde cada pa¨ªs adopt¨® en el pasado una estrategia de desarrollo hacia adentro.
P. ?Qu¨¦ intensidad ha tenido el efecto contagio de Argentina sobre sus vecinos?
R. Tuvo a lo largo del a?o un efecto sobre los socios del Mercosur, pero los datos de noviembre y diciembre muestran una desvinculaci¨®n. Pero todav¨ªa es un riesgo latente para todo el mundo en desarrollo. Lo de Argentina es demasiado importante en los mercados financieros de los pa¨ªses emergentes. Hasta ahora hab¨ªa una desvinculaci¨®n, que los analistas asocian al hecho de que ya no habr¨¢ tanta inversi¨®n de alto riesgo. Pero podr¨ªa darse a trav¨¦s de otras v¨ªas, como por ejemplo una sequ¨ªa prolongada o un acceso limitado a ciertos mercados. Ya ocurri¨® en los ochenta, en Colombia, en lo que llam¨¦ efecto vecindario: no tuvo una crisis de acceso al financiamiento, no fue un choque financiero s¨²bito, fue mucho m¨¢s lento, menos dram¨¢tico, pero muy real. ?se es el contagio m¨¢s peligroso. La pregunta es si Argentina tiene una importancia tan grande en el mercado de bonos, ?despu¨¦s de la reestructuraci¨®n de deudas que est¨¢ teniendo lugar, los inversionistas van a seguir comprando bonos de los pa¨ªses emergentes, en cantidades importantes o no?
P. Y si no lo hicieran, ?qu¨¦ podr¨ªa pasar en Am¨¦rica Latina?
R. Pasamos de una ¨¦poca de abundancia de capitales a una de relativa escasez. La transferencia de recursos desde el exterior es nula o ligeramente negativa por tercer a?o consecutivo . Hay que pensar lo que ocurr¨ªa en los noventa, cuando esta transferencia ten¨ªa signo positivo. En los pr¨®ximos a?os, Am¨¦rica Latina tiene que pensarse sin gran disponibilidad de financiamiento.
P. ?Cu¨¢l es la profundidad de la crisis?
R. ?sta es la tercera crisis econ¨®mica en menos de una d¨¦cada y el ciclo m¨¢s fuerte de todos, el m¨¢s severo, en primer lugar y quiz¨¢s principalmente porque es generalizado. La crisis del 95, el efecto tequila, fue en M¨¦xico y contagi¨® en forma fuerte s¨®lo a Argentina; la del 98-99 fue esencialmente suramericana. ?sta s¨ª es general: de hecho, algunos pa¨ªses que aparecen con cifras anuales muy fuertes no reflejan la situaci¨®n de todo un a?o. Calculamos un crecimiento del PIB de 0,5% este a?o y vemos un 1,1% para el a?o entrante.
P. Hay que retroceder a la crisis de la deuda externa de los 80, la llamada d¨¦cada perdida, para encontrar un momento tan d¨¦bil...
R. S¨ª, pero no se pueden confundir, en varios sentidos. Principalmente, ahora no hay una crisis de balance de pagos con consecuencias financieras abiertas, y eso refleja el avance en materias del manejo macroecon¨®mico.

'Am¨¦rica Latina est¨¢ en recesi¨®n'
Pregunta. ?Am¨¦rica Latina est¨¢ en recesi¨®n?
Respuesta. Estrictamente hablando, estamos en recesi¨®n, porque los dos ¨²ltimos trimestres son negativos. El a?o da mayor promedio por el peso del primer semestre, pero hay econom¨ªas que, desde fines de 2000, est¨¢n en situaci¨®n recesiva.
P. ?Son factores externos los que la provocan?
R. S¨ª, y en este caso, adem¨¢s, esencialmente comerciales. Es la caracter¨ªstica que diferencia esta crisis de las dos anteriores: el crecimiento del volumen de exportaciones cae del 12% a un 2% el 2000 y el 2001. Hay un deterioro en los precios de las materias primas, pero en t¨¦rminos relativos no es tan importante como el de los vol¨²menes. Y en materia financiera nunca nos recuperamos despu¨¦s de la crisis asi¨¢tica...
P. Argentina es el m¨¢s afectado.
R. El choque financiero es descomunal: entre el ingreso neto de capitales de 2000 y la salida neta de este a?o, 23.000 millones de d¨®lares, que equivalen a m¨¢s del 8% del PIB. Eso es realmente una situaci¨®n muy fuerte, comparable a los choques de la crisis de la deuda.
P. Recesi¨®n significa inevitablemente apretar el cintur¨®n. ?C¨®mo ser¨¢ el ajuste econ¨®mico?
R. Hemos vuelto al comportamiento de la era del patr¨®n oro en los pa¨ªses en desarrollo. En vez de amortiguar las crisis, se act¨²a en forma proc¨ªclica. No hay muchas alternativas, [los pa¨ªses en desarrollo] hacen pol¨ªticas monetarias y fiscales restrictivas que multiplican las crisis de origen externo. Esto se ha convertido en una asimetr¨ªa b¨¢sica del sistema, porque los pa¨ªses desarrollados tienen formas de hacer pol¨ªtica antic¨ªclica. El mundo se est¨¢ dividiendo entre los pa¨ªses que pueden hacer un manejo macroecon¨®mico durante las crisis y los que no, e incluso cuya forma de funcionamiento m¨¢s bien acent¨²a el ciclo econ¨®mico.
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