Los sindicatos temen que la crisis del porcino provoque despidos de emigrantes

Corren malos tiempos para la industria de la carne. La reaparici¨®n de la peste porcina en Osona ha hecho que Bruselas proh¨ªba el movimiento de ganado en la zona y ha cerrado temporalmente dos de los principales mataderos de la comarca: Esfosa y Le Porc Gourmet. Esta decisi¨®n ha puesto en alerta a los sindicatos, que temen despidos masivos de los trabajadores temporales, sobretodo inmigrantes, muy numerosos en los mataderos. El consejero de Agricultura, Josep Grau, afirm¨® ayer que a¨²n pueden aparecer m¨¢s brotes.

Una crisis prolongada en el sector agroalimentario como la que podr¨ªa causar la peste porcina cl¨¢sica ser¨ªa funesta para la econom¨ªa de Osona. M¨¢s del 20% de los 120.000 habitantes de esta comarca viven directamente del sector agroalimentario. Las granjas, mataderos, salas de despiece y empresas de transformaci¨®n de carne y de producci¨®n de embutidos han crecido espectacularmente los ¨²ltimos a?os y han ayudado a que el ¨ªndice de paro sea de poco m¨¢s del 5%. Pero la falta de mano de obra local y la dureza de las tareas propias de los mataderos y salas de despiece han hecho que miles de inmigrantes se hayan instalado en la plana de Vic con el objetivo de trabajar en esta floreciente industria.

Pero todo esto peligra. Los sindicatos temen que el par¨®n que puede experimentar los pr¨®ximos meses la industria c¨¢rnica sea aprovechado por los empresarios para despedir a centenares de trabajadores o no renovar los contratos temporales.

El secretario general de Comisiones Obreras, Climent Pujol, recuerda que la industria c¨¢rnica, con grandes oscilaciones de producci¨®n, se sirve mucho de las empresas de trabajo temporal y de los contratos de corta duraci¨®n para abastecerse de mano de obra. 'De momento no tenemos constancia de despidos', afirma Pujol, 'aunque dada la poca transparencia de estas empresas, ser¨¢ dificil conocer si se realmente se producen'.

Los colectivos m¨¢s fr¨¢giles ante la posible recesi¨®n son los inmigrantes subsaharianos y magreb¨ªes que trabajan en las c¨¢maras frigor¨ªficas y en los puestos m¨¢s duros. Muchos tienen contratos de s¨®lo un mes de duraci¨®n y los sindicatos han detectado numerosos casos de contrataci¨®n ilegal. Comisiones Obreras ha denunciado los ¨²ltimos meses a 14 empresas que empleaban trabajadores sin contrato. 'Hay casos de mataderos que s¨®lo ten¨ªan seis trabajadores contratados y donde en realidad trabajaban varias decenas', afirma Pujol.

El matadero Esfosa, situado en el municipio de Vic mata cada d¨ªa unos 8.000 cerdos, lo que lo sit¨²a entre los m¨¢s grandes de Espa?a. El segundo matadero que ha tenido que cerrar, Le Porc Gourmet, sacrifica otros 2.500 animales cada d¨ªa. Adem¨¢s de matar los cerdos de la caba?a de la comarca, que asciende a 1,4 millones de animales, sacrifican ganado de granjas de toda Espa?a. El tr¨¢fico de camiones que origina esta actividad y el miedo a que ello extienda la peste es lo que ha motivado su cierre temporal. La orden de no matar cerdos ser¨¢ vigente, almenos hasta el pr¨®ximo viernes.

Pero no s¨®lo los trabajadores de los mataderos temen la crisis. Los ganaderos ya la est¨¢n notado en su propia piel. Xavier Toneu, representante del sector pocino de Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya en Osona, cree que la peste hace peligrar el sistema productivo tradicional . A diferencia de la zona de Lleida, donde la mayor parte de los ganaderos se han convertido en empleados de las grandes empresas de crianza y engorde de cerdos, en la plana de Vic, resisten numerosos payeses que cr¨ªan cerdos por su cuenta o en peque?as cooperativas.

Fuentes del sector afirman que el 92% de la caba?a porcina est¨¢ en manos de los peque?os y medianos productores. O lo que es lo mismo, en granjas de menos de 3.000 cerdos. Estas explotaciones se pueden gestionar con s¨®lo dos o tres personas, lo que las convierte en granjas familiares cuyo rendimiento permite a los j¨®venes quedarse en el campo.

Antoni Tona, propietario de La Parruca de Calldetenes, una de las tres granjas donde se detect¨® la peste, teme no poderse recuperar. 'Cuando tienes que sacrificar 1.200 animales de golpe el mundo se hunde a tus pies'. Tona es uno de estos ganaderos que manten¨ªa el sistema productivo tradicional: no s¨®lo engordaba cerdos, sino que tambi¨¦n ten¨ªa cerdas madres para no tener que comprar los lechones en el extranjero, una de las v¨ªas de entrada de la peste porcina. Ahora tendr¨¢ que comprarlos donde sea. Pero Tona quiere comenzar de nuevo: 'S¨®lo espero que la Generalitat no tarde mucho tiempo en pagar las ayudas. Ya estamos suficientemente tocados'.