Figuras, figurillas y figurones
En esto de los belenes sobran los estilos. Algunos prefieren atenerse al palestino y como la situaci¨®n est¨¢ grave, la mitigan con verde y profusi¨®n de r¨ªos y nieve para que resulte menos ¨¢rida, m¨¢s soportable, menos a tanques, misiles y hombres bomba. Porque, ¨¦sa es otra, crees tocar serr¨ªn y tocas la actualidad. As¨ª, no faltan los constructores de nacimientos que optan directamente por la anacron¨ªa y colocan el pesebre en cualquier urbe. O urbe si lo suyo es chupar. No faltar¨¢n quienes lo pongan en la zona cero a fin de lanzar a la sociedad un mensaje que, adem¨¢s de oportunista, ha de resultar delicado ya que los belenes implican un credo religiosos que no es compartido por todos ni aun en los deseos de una paz que podr¨ªa ser romana o sencillamente USA, que viene a ser lo mismo. Por ¨²ltimo est¨¢n los partidos del bel¨¦n vasco, que es mucho bel¨¦n porque si se pone el caser¨ªo igual entraban de rond¨®n los encapuchados y habr¨ªa que discutir si se les echaba o se les dejaba al ser Noche de Paz y estar en el horizonte los Reyes Magos. Un l¨ªo.
Hoy las figuras las tenemos delante a todas horas, por lo que parecen m¨¢s bien desgastadas
El otro d¨ªa, en una muestra belen¨ªstica, alguien tuvo la ocurrencia de poner la anunciaci¨®n en los peines del viento y, como la Virgen estaba pegada a Igueldo, parec¨ªa que se le estaba apareciendo Chillida. En fin, que la cosa se complica. De chavales predominaba la sensaci¨®n m¨¢gica de ir desenvolviendo las figuras despu¨¦s de haber encontrado como se encuentran los tesoros, la caja que las ocult¨® a la vista durante un a?o. Hoy las figuras las tenemos delante a todas horas, por lo que parecen m¨¢s bien desgastadas. Y no digamos qu¨¦ supone llamar aluminio a lo que fue papel de plata o comprobar c¨®mo la calefacci¨®n reseca en un pisp¨¢s el musgo que anta?o segu¨ªa oliendo hasta que se desmontaba.
Pero as¨ª est¨¢n las cosas y as¨ª las contaremos. De estrella oficiar¨¢ este a?o Bush tanto por haber vuelto a destapar la guerra de las galaxias -que son m¨¢s que estrellas- como por servirse de las Torres Gemelas -que alcanzaron un funesto estrellato- Ppara poner al mundo en zozobra distrayendo la atenci¨®n de los Santos Lugares, a fin de que no se resuelva la guerra de los treinta a?os que llevan all¨ª, y renovando la carrera armament¨ªstica que se llam¨® tambi¨¦n guerra aunque fr¨ªa, o sea que nos toca una estrella muy enana o un eclipse. Bajo estos auspicios se comprender¨¢ que de Oriente no vengal los Magos. Si acaso, lo har¨¢ un diablo llamado Bin a nada que deje de estar donde no debe, paero no ser¨¢ lo mismo porque nos traer¨ªa carb¨®n y si acaso carbunco. Con todo, podremos poner monta?as, aunque si cuevas porque nos las bombardear¨¢n, y palmeras si es que no las ha congelado la imprevisi¨®n meteorol¨®gica de Pujol.
Arenas tenemos de sobra para armar un desierto, es decir algo extremoso. El Castillo, que habr¨¢ de ser de Herodes, porque seg¨²n dicen se quiere cargar a la Juventud, cuenta con un pilar inamovible. La charca de los patos, que siempre huele mal, se llamar¨¢, ?les suena?, GESCARTERA.
De ¨¢ng¨¦l o heraldo que traiga la Buena Nueva a los pastores, aunque sea marroqu¨ª, habr¨¢ que poner a Zapatero. Hacia Bel¨¢n va una mula rin-rin yo me remendaba, pero tambi¨¦n van Egibar y Bego?a Errazti contando con llegar en 2004, si bien se les est¨¢ poniendo crudo por culpa de un obst¨¢culo llamado Constituci¨®n que entonces ser¨¢ europeo. De ah¨ª que Aznar, m¨ªster tolerancia cero en estas cuestiones, est¨¦ sembrando el camino de guijarros, palos para ruedas y chincetas a fin de ganar tiempo.
De pescador est¨¢ Madrazo, que con tanto pescar ya no lanza ninguna de sus cursis y contentatodos arengas. La vicelehendakari Zenarruzabeitia, hecha una superwoman,, lava pa?ales, reparte tortas y pastorea los pavos. Atutxa lo retuerce todo desde el yunque de su ferrer¨ªa y Arzalluz sopla la gaita anunciando un encamamiento de Mayor-Redondo que suena a org¨ªa. En cuanto al portal propiamente dicho y pese a que sea tripartito, se encuentra un tanto desnudo porque tambi¨¦n le toca a Ibarretxe multiplicarse haciendo de ni?o, de sus propios padres -como si fuera un clon- y de mula y el buey por donde pisa, todo para lanzarnos un mensaje de paz con rentint¨ªn. Queridos lectores, ?¨¢nimo que la Navidad tambi¨¦n acaba!
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