Alarma entre los expertos por la creciente agresi¨®n de los totalitarismos contra el arte
Los budas de Bamiy¨¢n, los archivos de Sarajevo o el bosque de Oma son los casos m¨¢s recientes
'La hip¨®tesis m¨¢s inquietante que se baraja en relaci¨®n a la destrucci¨®n de los budas de Bamiy¨¢n por parte de los talibanes es la que considera que las estatuas podr¨ªan haber sido destruidas precisamente porque eran consideradas como parte del patrimonio mundial, en un acto de desaf¨ªo contra la comunidad internacional que reconoc¨ªa estos monumentos y en cambio no reconoc¨ªa el regimen talib¨¢n', explica el historiador Dar¨ªo Gamboni. Es una hip¨®tesis plausible y, como afirma Gamboni, una prueba de que la idea de patrimonio mundial puede ser interpretada en otros contextos como un ejemplo del colonialismo cultural. De esta forma, el patrimonio se convierte, en caso de conflicto, en objetivo prioritario.
'En los ¨²ltimos a?os existen muchos casos de ataques contra el patrimonio cultural realizados por motivos pol¨ªticos, principalmente en situaciones de conflcito, para ofender o socavar la identidad colectiva de aquellos que lo valoran', explica Gamboni, autor de The destruction of art: iconoclasm & vandalism since the French Revolution (Reaktion books, 1997). El concepto de patrimonio mundial, a?ade Gamboni, es bastante nuevo. El primero en utilizarlo fue el cr¨ªtico ingl¨¦s John Ruskin a finales del siglo XIX, pero no fue hasta los a?os sesenta del pasado siglo cuando, gracias a las campa?as internacionales encabezadas por la Unesco para salvar los monumentos nubios amenazados por la presa de Asu¨¢n, tom¨® cuerpo la idea de que el patrimonio no era algo que afectaba a una comunidad concreta sino que pertenec¨ªa a 'la humanidad'. La extensi¨®n de esta idea en un mundo cada vez m¨¢s globalizado ha resultado un arma de doble filo.
Lyndel Prott, director de la secci¨®n de Normas Internacionales de la Unesco, reconoce el peligro que entra?a la designaci¨®n de algunas piezas como patrimonio de la humanidad. 'En los casos de conflictos ¨¦tnicos, en donde se quieren eliminar los s¨ªmbolos culturales del otro bando, el hecho de que exista la lista de los sitios m¨¢s importantes facilita la selecci¨®n del objetivo. Es el riesgo que asumimos', afirmaba en una reciente entrevista.
Tr¨¢fico il¨ªcito
El arte y el patrimonio afgano son un ejemplo dram¨¢tico. A¨²n no hay datos concretos de la situaci¨®n en estos momentos despu¨¦s de los bombardeos estadounidenses y de los a?os de sistem¨¢tica persecuci¨®n iconoclasta de los talibanes, pero lo que resulta tanto o m¨¢s alarmante, por el a?adido de cinismo que conllevan, son las informaciones sobre la aparici¨®n en el mercado japon¨¦s, muy sensible hacia el arte Gandhara, de numerosas piezas afganas de dudoso origen y del copioso tr¨¢fico de antig¨¹edades que se ha realizado durante a?os en la frontera paquistan¨ª con Afganist¨¢n. 'En un conflicto b¨¦lico resulta a la larga m¨¢s perjudicial el tr¨¢fico il¨ªcito de obras de arte que la destrucci¨®n b¨¦lica que pueda provocarse sobre el patrimonio arquitect¨®nico', afirma Llu¨ªs Monreal, que en enero pasar¨¢ a dirigir la Aga Khan Trust for Culture, una fundaci¨®n que tiene como uno de sus objetivos la rehabilitaci¨®n de sitios hist¨®ricos.
El expolio y el tr¨¢fico il¨ªcito, como el que sufrieron en los noventa muchos museos de las antiguas rep¨²blicas sovi¨¦ticas o siguen padeciendo los yacimientos de la cultura Nok en el golfo del N¨ªger, se ven favorecidos por la inestabilidad pol¨ªtica y suelen ser compa?eros inseparables de la guerra. El caso del nazismo, que expoli¨® miles de obras de arte a sus propietarios jud¨ªos, ha provocado no pocas pol¨¦micas en la ¨²ltima d¨¦cada tras multiplicarse las reclamaciones de devoluci¨®n que han afectado a prestigiosos museos y colecciones particulares.
De todas formas, no faltan ejemplos recientes de da?os directos sobre el patrimonio de incalculable valor. En la guerra de Bosnia-Herzegovina, por ejemplo, se da?aron unas 188 bibliotecas y 44 fueron totalmente destruidas. En Sarajevo quedaron completamente destruidos archivos hist¨®ricos con miles de documentos datados desde el siglo XVI y tambi¨¦n numerosos archivos p¨²blicos, por lo que han desaparecido documentos tan fundamentales para la historia de un pueblo como certificados de nacimiento o t¨ªtulos de propiedad desde el siglo XIX.
En el caso del patrimonio arquitect¨®nico, la Unesco celebr¨® en marzo de este a?o que el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia de La Haya incluyera entre los cargos contra el Ej¨¦rcito yugoslavo la destrucci¨®n de monumentos hist¨®ricos en la ciudad medieval de Dubrovnik, conocida como 'la perla del Adri¨¢tico'. 'Esto constituye un precedente hist¨®rico ya que es la primera vez desde los juicios de los tribunales de N¨²remberg y Tokio que un crimen contra un bien cultural es sancionado por un tribunal internacional', afirm¨® entonces Koichiro Matsuura, director general de la Unesco, para quien esta acusaci¨®n 'establece una violaci¨®n de la Convenci¨®n de La Haya de 1954 para la protecci¨®n de bienes culturales en caso de conflicto armado'. En su opini¨®n, 'esto muestra que la comunidad internacional no permanece impasible ni tolera los cr¨ªmenes contra los bienes culturales'.
El optimismo de Matsuura no es compartido por todos. Gamboni recuerda que 'el segundo protocolo de la convenci¨®n la Haya de 1999 a¨²n no ha sido firmado por suficientes pa¨ªses como para poder tener car¨¢cter operativo'. Y la misma Unesco ha reducido sus acciones ya que la recaudaci¨®n real que consigue para todas sus campa?as cubre s¨®lo el 2% de las necesidades detectadas.
Es dif¨ªcil conseguir recursos para proteger los bienes en peligro. Con excepciones. El Fondo Mundial para los Monumentos de Nueva York comenz¨® en 1996 la publicaci¨®n una lista bienal con los 100 monumentos m¨¢s amenazados, el World Monuments Watch. En su ¨²ltima edici¨®n, caracterizada por la inclusi¨®n de numerosos ejemplos de arquitectura contempor¨¢nea, la lista tiene de forma excepcional 101 entradas. Last, but not least ha sido la parte hist¨®rica del Lower Manhathan, brutalmente afectado por los atentados contra las Torres Gemelas del 11 de septiembre.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Cerco de Sarajevo
- Asedio militar
- Agust¨ªn Ibarrola
- Unesco
- Guerra Bosnia
- Amenazas terroristas
- Obras arte
- Agresiones f¨ªsicas
- Afganist¨¢n
- Acci¨®n militar
- Bibliotecas
- Integridad personal
- Servicios informaci¨®n
- ETA
- Patrimonio cultural
- Libros
- Conservaci¨®n arte
- Pol¨ªtica cultural
- Asia
- Grupos terroristas
- Guerra
- Cultura
- Terrorismo
- Conflictos
- Oriente pr¨®ximo