Iconoclasia o vandalismo
Hay muchos factores que contribuyen a la destrucci¨®n del arte, desde el ansia de protagonismo del destructor a cat¨¢strofes naturales, pasando por la contaminaci¨®n, el exceso de turismo o el cambio de gustos; pero los m¨¢s espectaculares son, sin duda, los debidos a motivos ideol¨®gicos. El primer caso podr¨ªa calificarse de vandalismo y sigue siendo muy popular, sobre todo en lo que a esculturas en espacios p¨²blicos se refiere. El segundo podr¨ªa calificarse de destrucci¨®n iconoclasta, aunque para los puristas es un t¨¦rmino que se refiere s¨®lo al movimiento cristiano her¨¦tico que en el siglo VIII negaba el culto a las im¨¢genes y que tuvo su continuaci¨®n, siglos m¨¢s tarde, en el reformismo luterano.
Hoy d¨ªa, sin embargo, se utilizan ambos t¨¦rminos. 'Es una diferencia que a menudo se hace para distinguir entre acciones que son individuales, m¨¢s o menos espont¨¢neas, y que no tienen un motivo reconocible, que ser¨ªa el caso del vandalismo, y otras que son colectivas, organizadas, y vienen acompa?adas de declaraciones expl¨ªcitas', aclara Dario Gamboni. 'De todas formas, son diferencias relativas porque dependen de a qui¨¦n se considera autorizado para expresar un motivo para la destrucci¨®n'.
Gamboni es uno de los principales especialistas en el estudio de la destrucci¨®n del arte en el mundo contempor¨¢neo, una historia muy poco conocida que sin embargo resulta indispensable para intentar entender la evoluci¨®n de los criterios est¨¦ticos y culturales. Comenz¨® a interesarse a ra¨ªz de la demolici¨®n masiva de monumentos en los pa¨ªses del ¨¢rea comunista durante los noventa, un fen¨®meno que provoc¨® escasas quejas de la comunidad internacional.
Guerra civil
En Espa?a tampoco faltaron las destrucciones realizadas por razones ideol¨®gicas durante el pasado siglo, desde las hist¨®ricas quemas de conventos e iglesias a la demolici¨®n de los monumentos franquistas de la transici¨®n. Este ¨²ltimo tema a¨²n colea y, por ejemplo, el pasado verano una escultura del artista noucentista Josep Clar¨¤ en homenaje a los ca¨ªdos durante la guerra civil fue destruida en plena avenida Diagonal de Barcelona. El hecho ha originado un interesante debate entre socialistas y nacionalistas de izquierda, ya que estos ¨²ltimos pidieron la retirada de la escultura y otros monumentos franquistas del espacio p¨²blico, y los primeros se negaron alegando que supon¨ªa una aprobaci¨®n t¨¢cita del acto vand¨¢lico.
El caso m¨¢s notorio ha sido, sin embargo, el ataque, claramente ideol¨®gico, que ha venido sufriendo el bosque de Oma, del artista vasco Agust¨ªn Ibarrola, uno de los fundadores del Foro Ermua. El ¨²ltimo se produjo el pasado mes de noviembre y, pese a ser condenado por la mayor¨ªa de las fuerzas pol¨ªticas, demuestra una vez m¨¢s que el patrimonio y el arte son m¨¢s fr¨¢giles cuanto m¨¢s simb¨®licos y representativos sean para una comunidad.
Babelia
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