Disparar con p¨®lvora del Rey
En la mayor¨ªa de los pueblos peque?os la pol¨ªtica se centra en el mantenimiento de determinadas prestaciones y servicios b¨¢sicos y en la aspiraci¨®n a una paulatina ampliaci¨®n de los mismos para mejorar la calidad de vida de los vecinos. Pero la debilidad de las econom¨ªas rurales, la escasa participaci¨®n de los municipios en los recursos del Estado y la insuficiencia de fondos para nivelaci¨®n de servicios, convierten la financiaci¨®n de los ayuntamientos en uno de sus problemas fundamentales. Conseguir inversiones y subvenciones de otras administraciones es una prioridad pol¨ªtica y el mejor alcalde ser¨¢ quien m¨¢s dinero lleve al pueblo. Se establece as¨ª un acuerdo t¨¢cito entre los alcaldes y sus partidos, seg¨²n el cual los primeros aportan mayor¨ªas electorales y los segundos garantizan la financiaci¨®n de sus proyectos municipales. Una vez conseguidos, el alcalde distribuir¨¢ los recursos de modo que todos se sientan beneficiarios, aunque sea indirectamente. Pero la pol¨ªtica clientelar no s¨®lo se basa en lo que se da, sino tambi¨¦n en lo que no se cobra, as¨ª que con los tributos propios la pol¨ªtica consiste, precisamente, en lo contrario: que todos los vecinos sientan que contribuyen lo m¨ªnimo posible, aunque unos contribuyan m¨¢s que otros. Y en ¨²ltimo extremo, si estas dos v¨ªas resultan insuficientes, siempre cabr¨¢ la posibilidad de firmar cr¨¦ditos. En este contexto, no es extra?o que la mayor¨ªa de los vecinos no consideren la deuda municipal como un problema pol¨ªtico. Puesto que el Ayuntamiento no quebrar¨¢ nunca, alguien la pagar¨¢: la pr¨®xima Corporaci¨®n, la Diputaci¨®n, la Junta de Andaluc¨ªa, o el Estado.
El plan de la Junta para saldar la deuda a 209 municipios menores de 1.500 habitantes es un claro ejemplo de lo que decimos, pues se les pondr¨¢ el contador a cero, permiti¨¦ndoles incorporarse al euro limpios de polvo y paja, nunca mejor dicho. No parece que se les haya preguntado c¨®mo han recaudado sus tributos propios ni en qu¨¦ invirtieron los pr¨¦stamos, cu¨¢l ha sido su pol¨ªtica de gasto, c¨®mo han gestionado sus recursos, o qui¨¦n es el responsable pol¨ªtico de la situaci¨®n. Tampoco se nos dice si se van a negociar determinadas condiciones en el gasto o si se les va a realizar un seguimiento administrativo.
Como personas de izquierdas, defensoras de lo p¨²blico, entendemos que el endeudamiento no es bueno en s¨ª mismo, sino en funci¨®n de sus objetivos, y observamos con estupor con qu¨¦ facilidad se hace pol¨ªtica 'disparando con p¨®lvora del rey', es decir, financiando inversiones y servicios de dudosa sostenibilidad econ¨®mica, ecol¨®gica y social, realizando actuaciones populistas, gestionando con ligereza el dinero de todos, renunciando a una recaudaci¨®n justa y eficaz de los tributos, permitiendo el fraude en el trabajo p¨²blico, despreciando lo gratuito, potenciando localismos insolidarios de cortas miras... Por ello, no rechazamos planes similares al citado, pero ¨¦ste nos resulta dif¨ªcil de entender, porque se basa m¨¢s en c¨¢lculos electorales a medio plazo que en una voluntad decidida de transformar la pr¨¢ctica pol¨ªtica en el medio rural. No contribuye a la necesaria pedagog¨ªa social y pol¨ªtica de la ciudadan¨ªa, premiando gestiones pol¨ªticamente cuestionables. Supone una excepcionalidad cercana a la connivencia pol¨ªtica, que debilita la reivindicaci¨®n de una mayor y mejor financiaci¨®n de todas las corporaciones locales, y su utilidad es m¨¢s que dudosa: si los alcaldes beneficiados no cambian su estilo de gobernar, el esfuerzo solidario de los andaluces habr¨¢ sido in¨²til. Mejor hubiera sido satisfacer las demandas del municipalismo andaluz y m¨¢s justo, desde luego, ofrecer planes de saneamiento financiero vinculados a criterios objetivos y al cumplimiento de determinadas metas pol¨ªticas y administrativas. La democracia y el desarrollo en el mundo rural s¨ª dar¨ªan, entonces, un gran paso hacia delante.
Jos¨¦ Luis P¨¦rez Tapias es coordinador general de ?reas de IU-LV-CA y concejal en Fuenteheridos (Huelva).
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