La ambici¨®n personal del nuevo presidente argentino divide en una semana al peronismo
Los jefes del partido exigen a Rodr¨ªguez Sa¨¢ que cumpla lo pactado y convoque elecciones
Los gobernadores peronistas de 14 de las 23 provincias argentinas y los jefes de grupo parlamentario, que controlan ambas c¨¢maras del Congreso, se reunir¨¢n hoy con el presidente provisional argentino, Adolfo Rodr¨ªguez Sa¨¢, para recordarle los acuerdos alcanzados hace una semana y ponerle l¨ªmites a sus anuncios y planes de gobierno. Le acusan de 'asaltar el poder', de tratar de eludir por v¨ªa judicial la convocatoria a las elecciones del pr¨®ximo 3 de marzo aprobada por el pleno del Congreso y de pretender la extensi¨®n de su mandato hasta diciembre de 2003, para aspirar luego a la reelecci¨®n.
El poder no cambia a las personas; las muestra. A una semana de su designaci¨®n, todo el pa¨ªs puede ver y apreciar ahora hasta d¨®nde llega la ambici¨®n del presidente provisional argentino, Adolfo Rodr¨ªguez Sa¨¢. La gesti¨®n populista del Gobierno, en tono de campa?a electoral y mitin permanente, inquieta a los caudillos territoriales peronistas, que se dispon¨ªan a celebrar el pr¨®ximo 3 de marzo unas elecciones generales sujetas a pactos y acuerdos de no agresi¨®n para resolver, bajo el paraguas de la Ley de Lemas, sus disputas internas.
Primero se sobresaltaron los defensores de la Constituci¨®n, por las interpretaciones forzadas que hizo el pleno del Congreso cuando aprob¨® al mismo tiempo la designaci¨®n de Rodr¨ªguez Sa¨¢ y la reforma del C¨®digo Electoral; luego se resignaron los acreedores por la suspensi¨®n de pagos de la deuda p¨²blica; m¨¢s tarde se asustaron los empresarios por la 'imagen peronista de los a?os setenta', la cantidad de anuncios econ¨®micos y las promesas hechas a los dirigentes sindicales que nadie sabe c¨®mo podr¨¢n cumplirse. A la fila de preocupados se sumaron las Fuerzas Armadas, hasta ahora protegidas por decreto de tener que consentir la extradici¨®n de los asesinos que conservan en el armario, tambi¨¦n el sistema financiero y los ahorradores que no disponen todav¨ªa de sus dep¨®sitos y, por ¨²ltimo, los propios gobernadores peronistas y jefes de grupo parlamentario, que le dieron a Rodr¨ªguez Sa¨¢ el poder por 90 d¨ªas.
?stos son los imprescindibles. Sin el apoyo de los l¨ªderes peronistas, Rodr¨ªguez Sa¨¢ corre el riesgo de no llegar a cumplir siquiera el mandato provisional. Su debilidad pol¨ªtica es tal, que, en su caso, bastar¨ªa s¨®lo con un cacerolazo del partido. ?Pero c¨®mo hacer entender esto a quien renunci¨® a la gobernaci¨®n de su provincia, cuando bastaba con una licencia de tres meses, y apuesta cada d¨ªa por convencer de que puede quedarse hasta diciembre de 2003 y cuatro a?os m¨¢s si todo va bien? Hasta ahora el nuevo presidente s¨®lo ha logrado conquistar a los bur¨®cratas gremiales, que pusieron 'el movimiento obrero a su disposici¨®n', seg¨²n el reconocimiento p¨²blico que hizo el camionero Hugo Moyano, uno de los l¨ªderes del ala dura de la Confederaci¨®n General del Trabajo (CGT). Otro de los capos sindicales, Luis Barrionuevo, actual senador por la provincia de Catamarca, advierte que 'las elecciones ser¨ªan innecesarias; para qu¨¦ gastarse 100 millones de d¨®lares si las encuestas dicen que la gente quiere que siga este presidente'.
Pero resulta que, a siete d¨ªas de asumido el Gobierno provisional, los ciudadanos han protagonizado ya otro cacerolazo para que se marchen los funcionarios sospechosos de corrupci¨®n. 'Pasamos de un Gobierno retardatario a un Gobierno apresurado, hay que encontrar el equilibrio', advierte uno de los caudillos peronistas de la influyente provincia de Buenos Aires, el ex gobernador Eduardo Duhalde, presidente, adem¨¢s, del congreso del partido.
Los jefes de grupo parlamentario y los gobernadores comenzaron a poner l¨ªmites a las iniciativas del Ejecutivo. Los economistas de las l¨ªneas internas revisaron y corrigieron el proyecto de Ley de Presupuesto para 2002 para tender al equilibro fiscal, 'ajustando a la realidad la ca¨ªda del producto bruto, que se estima en m¨¢s del 5%'; anularon la decisi¨®n de devolver el 13% de la rebaja a los salarios de los empleados p¨²blicos y s¨®lo confirmaron que ¨²nicamente los jubilados y pensionados recobrar¨¢n ese porcentaje, aunque no se sabe en qu¨¦ moneda, porque dudan ahora sobre la utilidad pr¨¢ctica del anunciado y vapuleado argentino, del que todav¨ªa no se ha impreso ni un billete y ya vale el 50% menos.
Situaci¨®n dram¨¢tica
Despu¨¦s de la reuni¨®n con el secretario de Hacienda, Rodolfo Frigeri, los economistas peronistas coincidieron en que la situaci¨®n es 'dram¨¢tica'. La provincia de Tucum¨¢n, al norte del pa¨ªs, declar¨® la suspensi¨®n de pagos de intereses de la deuda p¨²blica por 90 d¨ªas. Esa decisi¨®n abrir¨¢ la puerta a las dem¨¢s administraciones en quiebra, que deber¨ªan pagar unos 350 millones de d¨®lares -unos 64.750 millones de pesetas- en las pr¨®ximas tres semanas. La provincia de Buenos Aires cancelar¨¢ las deudas vencidas hasta el 30 de noviembre con un bono a 16 a?os de plazo.
'Hubo un pacto y hay que respetarlo', coincidieron las fuentes consultadas por EL PA?S. El acuerdo, no escrito, se cerr¨® la noche del pasado jueves 20 de diciembre, cuando renunci¨® Fernando de la R¨²a y los gobernadores peronistas se reunieron en Merlo, provincia de San Luis, para elegir al sucesor provisional, que al d¨ªa siguiente postular¨ªan ante la Asamblea Legislativa, el pleno del Congreso, que ellos controlan. Fue entonces cuando Rodr¨ªguez Sa¨¢ dio el paso al frente y dijo: 'Yo me hago cargo por el plazo que fije la Asamblea y entrego el Gobierno al ganador, no me presento a las elecciones'.
Seg¨²n la doctrina peronista, primero est¨¢ la patria; luego, el movimiento y en tercer lugar los hombres encargados de la conducci¨®n. ?sa fue la consigna que volvi¨® a reunirlos a pesar de las diferencias. La lucha interna ser¨ªa leal, abierta, discutiendo s¨®lo propuestas y proyectos, no personas. 'Todo eso se dijo, s¨ª, pero todos sab¨ªamos tambi¨¦n que comenzaba el juego de los sillones del poder', admit¨ªa ayer una fuente. Juego que consiste en dar vueltas alrededor de una cantidad de sillas inferior a la de las personas que participan y donde queda eliminado quien no logra sentarse cuando se da la orden.
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