Un actor bajo sospecha
El m¨¦dico de la pel¨ªcula 'Kandahar', acusado de asesinar a un disidente iran¨ª
En el mundo surrealista del Afganist¨¢n de los talibanes que presenta la pel¨ªcula Kandahar, del director iran¨ª Mohsen Makhmalbaf, destaca un fil¨¢ntropo de nacionalidad norteamericana que en 1980 se une a los muyahidin para luchar contra los invasores sovi¨¦ticos y que, con la llegada al poder de los talibanes, decide abandonar la pol¨ªtica y ayudar a la poblaci¨®n civil disfrazado de m¨¦dico en una aldea del sur de Afganist¨¢n. Lo m¨¢s alucinante, sin embargo, es que este afroamericano, que en la pel¨ªcula se esconde bajo una poblada y larga barba falsa, que le confiere un aire de mul¨¢, como los que gobernaban en el r¨¦gimen talib¨¢n, no es otro, seg¨²n Doug Gansler, fiscal del distrito de Montgomery, en el Estado norteamericano de Maryland, que David Belfield, el asesino fugitivo de un disidente iran¨ª.
Un fiscal de EE UU afirma que bajo el nombre de Tantai se oculta un terrorista isl¨¢mico
Gansler asegura que el actor Hasan Tantai es en realidad quien acab¨® con la vida de un ex colaborador del sah. Seg¨²n consta en el informe del fiscal, Belfield pag¨® a un cartero para que le dejase su uniforme y su carrito de correos. As¨ª, disfrazado, fue a entregarle una carta a Al¨ª Akbar Tabatabai, que en 1980, despu¨¦s de haber sido durante el imperio del sah Pahlevi consejero de Prensa de la Embajada de Teher¨¢n en Washington, se hab¨ªa convertido en la voz m¨¢s cr¨ªtica en Estados Unidos contra el r¨¦gimen del ayatol¨¢ Jomeini. Tabatabai qued¨® abatido por tres tiros a la puerta de su casa en Bethesda (Maryland), y Belfield, seg¨²n el fiscal, con apoyo econ¨®mico y log¨ªstico del Gobierno iran¨ª, alcanz¨® la rep¨²blica isl¨¢mica y se perdi¨® en medio de sus gentes.
Antes de este asesinato, Belfield ya hab¨ªa abrazado la fe isl¨¢mica y hab¨ªa cambiado su nombre por el de Daud Salahudin. Con esa nueva indentidad fue contratado como guardia en la Embajada de Argelia en Washington, que se ocupaba de los asuntos iran¨ªes una vez rotas las relaciones entre Estados Unidos y el Gobierno jomeinista.
En Kandahar, el director juega con la capacidad misteriosa de la c¨¢mara para enfrentar, con una singular belleza y humor, la dram¨¢tica historia de una mujer canadiense de origen afgano que, oculta bajo los pliegues de un burka, atraviesa la frontera afgana para viajar a la sure?a ciudad de Kandahar, donde su hermana menor, que ha sufrido la amputaci¨®n de las piernas por la explosi¨®n de una mina, amenaza con suicidarse durante el ¨²ltimo eclipse de sol del siglo XX. En el horror de ese viaje totalmente surrealista, cuyo final el director no se molesta en contar porque es la realidad del camino lo que importa, la cara buena la pone el falso m¨¦dico, cuya identidad real tratan de esclarecer ahora investigadores, fiscales y familiares del disidente asesinado.
Seg¨²n M. R. Tabatabai, hermano del diplom¨¢tico muerto, el r¨¦gimen iran¨ª controla la producci¨®n cinematogr¨¢fica y el pasado y los avatares de sus actores. Sin embargo, Mohsen Makhmalbaf asegura que selecciona a sus actores en las abigarradas calles iran¨ªes, en las que oy¨® de la existencia de un norteamericano que hab¨ªa luchado con los muyahidin contra los sovi¨¦ticos. Makhmalbaf afirma que nunca pregunta a sus actores por su pasado y se interesa por sus vidas cuando terminan la pel¨ªcula. A su vez, Hasan Tantai se declar¨® en una entrevista 'predestinado' para el papel despu¨¦s de reconocer que hab¨ªa estado en Afganist¨¢n al principio de la d¨¦cada de los ochenta.
El misterio de la identidad de este actor se agranda conforme pasan los d¨ªas y hasta anoche Tantai no hab¨ªa respondido a las acusaciones. Supuestamente, fue la entrevista que concedi¨® Belfield a la cadena de televisi¨®n ABC, en 1996, la que ha servido para desatar las dudas sobre Tantai por el parecido extraordinario entre ambos. En aquella entrevista, Belfield admit¨ªa y justificaba el asesinato de Tabatabai en defensa del r¨¦gimen iran¨ª. La revista Time, a su vez, ha apuntado que Belfield tambi¨¦n se cobija bajo la identidad de Abdul Rahman, ex director del Iran Daily, un peri¨®dico en lengua inglesa respaldado por el Gobierno de Teher¨¢n.
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