La cabalgata
Es dif¨ªcil pensar en unas fiestas que digan m¨¢s que la Navidad. Cuando se han pasado muchas, y se piensa en las pr¨®ximas, se agolpan en nuestro interior, como si no hubiera transcurrido el tiempo, emociones que nos hablan. Magia, familia, alegr¨ªa y amistad aparecen. Se vuelcan en nosotros, como si de verdad volvieran a vivirse en toda su intensidad. En el fondo, el deseo de que lleguen estas fiestas no es sino la ilusi¨®n de que, junto con el Misterio y la Cabalgata, vendr¨¢n a nuestro interior las mismas emociones que una vez sentimos. Es como sino hubiera transcurrido el tiempo. Es como seguir siendo ni?os. La Navidad llega. No somos ni?os. Las emociones son diferentes. La realidad se impone.
Una realidad que, en un primer an¨¢lisis, puede parecer negativa. Posiblemente el consumismo y la confusi¨®n entre los Reyes Magos y un Santa Claus, que no pinta nada en una tierra cuyas nieves se quedan en el Mulhac¨¦n y sus renos en parques, y que s¨®lo les hemos unido para favorecer el gasto, ayuden un poco en este sentido. Sin embargo, si profundizamos un poco m¨¢s. Si vemos m¨¢s all¨¢ del despilfarro, y del consumismo sin sentido, si desnudamos esta realidad, hay algo m¨¢s. Hay algo que une el ayer, y el hoy. Existe un puente entre un tiempo y otro. Un puente que nos hace recordar las emociones que sentimos. Sabemos que fueron nuestras, y por momentos se abrochan a las que, de verdad, sienten los ni?os. Unos ni?os, que a¨²n no han descubierto que la realidad y que su felicidad depende mucho de esta ilusi¨®n. Una ilusi¨®n que no debemos quebrar. As¨ª, cuando sean mayores, tambi¨¦n conocer¨¢n que un d¨ªa fueron peque?os, con toda la magia y la ilusi¨®n que les acompa?a.
Esta noche sale la Cabalgata. No s¨¦ si Baltasar, como es negro, seguir¨¢ siendo el ¨²ltimo de la fila. Tampoco si la bandera andaluza, como en los tiempos de Soledad Becerril y Alejandro, ocupar¨¢ el mismo lugar que Baltasar. Lo que s¨ª s¨¦, despu¨¦s de muchas Navidades y de tres hijos, que esta noche los ni?os sabr¨¢n de la magia de ser peque?os. Una magia que, por un instante, nos acercar¨¢, y estaremos con ellos. Como si no hubiera pasado el tiempo entre unos y otros. Es Navidad. Llega la Cabalgata. Se acercan los Reyes Magos. Ma?ana despertaremos. Hoy, no.
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