Proyecto de figura

A estas alturas de su carrera, el aspecto que verdaderamente distingue a Gasol es su capacidad para desbaratar los prejuicios que se establecen en torno a ¨¦l. Prejuicios constantes que pretenden limitarle como jugador y que Gasol contesta con una contundencia que desarma de un plumazo a los esc¨¦pticos. Las dudas vienen de lejos. Recordar algunas de ellas causan sonrojo en estos d¨ªas: no era suficientemente bueno para ser titular de la selecci¨®n que gan¨® el Mundial junior de 1999; no ten¨ªa la madurez para marcar la diferencia en el Barcelona; no dispon¨ªa de la experiencia para afrontar el desaf¨ªo de la NBA; no contaba a¨²n con las condiciones f¨ªsicas, t¨¦cnicas y psicol¨®gicas -demasiado alto, demasiado europeo, demasiado d¨¦bil- para cumplir un papel protagonista en la mejor liga del mundo. Todos y cada uno de estos prejuicios han sido desmontados por Gasol a una velocidad vertiginosa, lo que habla m¨¢s de su excepcional naturaleza competitiva que de sus cualidades como jugador, estupendas por otra parte.

Para alcanzar la notoriedad en la NBA no basta con jugar bien -y sobre eso tambi¨¦n se albergaban dudas- sino expresarlo con una determinaci¨®n que se acerca mucho a la fiereza. Pues bien, este muchacho de origen burgu¨¦s y aspecto fr¨¢gil juega cada noche como si le fuera la vida, con una intensidad conmovedora y con las antenas siempre desplegadas para aprender y a?adir nuevas cosas a su repertorio. Ese ganchito con la izquierda que ahora apenas insin¨²a puede convertirse en un arma mort¨ªfera: le permitir¨¢ utilizar los dos perfiles en el poste bajo y multiplicar¨¢ las dudas de sus marcadores, que ya temen su primer paso cuando juega de frente al aro, que se preocupan por su habilidad como pasador, que no pueden descuidarle en los tiros de cuatro metros, que se encuentran ante un imprevisto gran reboteador en ataque -uno de los diez mejores de la NBA a d¨ªa de hoy-, con lo que eso significa para sacar petr¨®leo en faltas y lanzamientos cortos de gran porcentaje de acierto. Por si acaso, sus casi 2,5 tapones por partido tambi¨¦n le sit¨²an entre los mejores del campeonato. Son demasiados datos objetivos como para pasarlos por alto. No se trata de advertir en Gasol las cualidades de un buen novato: sus n¨²meros emiten las se?ales de los jugadores sobre los cuales se articulan los equipos. Y su actitud ayuda a mejorar esta opini¨®n que comienza a generalizarse en Am¨¦rica. Es decir, en apenas tres meses ha pasado de sospechoso a prometedor, y de prometedor a proyecto de figura. Ahora le toca a su equipo comprender esta realidad inevitable, por mucho que Jason Williams se queje. Uno est¨¢ para protagonizar el futuro y otro para vender entradas durante un ratito.