Las ni?as afganas vuelven al cole
Miles de ni?as conquistan las aulas despu¨¦s de cinco a?os de prohibici¨®n talib¨¢n
La salida de clase en la escuela Lama-i-Shaed, de Kabul, es pr¨¢cticamente igual a la de cualquier colegio del mundo. Entre un griter¨ªo ensordecedor, centenares de ni?as corren hacia a la calle, cada una con su cartera a la espalda, y se abalanzan sobre los puestos callejeros de golosinas instalados en la puerta. Sus maestras, muy pocas con burka y la mayor¨ªa con un pa?uelo alrededor de la cabeza, caminan en peque?os grupos hacia sus casas comentando los avatares del d¨ªa.
En Kabul, como en otras ciudades de Afganist¨¢n, las ni?as han vuelto este mes a las clases tras cinco a?os de r¨¦gimen talib¨¢n, que prohib¨ªa terminantemente impartir y recibir ense?anza a todas las mujeres. 'Es como un sue?o que los talibanes se hayan ido y que todas las ni?as puedan volver a la escuela', afirma la maestra Nasrin Madun, que llevaba s¨®lo un a?o trabajando en el colegio cuando los estudiantes isl¨¢micos tomaron Kabul. 'Las mujeres somos una parte fundamental de la sociedad y queremos aportar lo que podamos a la reconstrucci¨®n de Afganist¨¢n'.
S¨®lo una de cada 10 mujeres afganas sabe leer y escribir, seg¨²n cifras de la ONU
S¨®lo una de cada diez mujeres afganas sabe leer y escribir. Aunque paup¨¦rrimo para los est¨¢ndares occidentales, el ¨ªndice de alfabetizaci¨®n masculino supera con creces al femenino y alcanza el 40%, seg¨²n cifras de la ONU. Los casi 23 a?os de guerra que han arrasado casi por completo Afganist¨¢n tambi¨¦n han sido devastadores para las escuelas y se calcula que 2.000 centros de ense?anza est¨¢n totalmente destruidos. Antes de que los talibanes se hicieran con el poder en la mayor parte de Afganist¨¢n, dos de cada tres profesores eran mujeres. Muchas de ellas, como Nasrin Madun, se vieron obligadas despu¨¦s a ejercer su profesi¨®n en la clandestinidad.
Sentada sobre la alfombra del g¨¦lido sal¨®n de su casa, el mismo lugar donde impart¨ªa sus clases a varios grupos de ni?as, Madun explica que de vez en cuando agentes de la polic¨ªa talib¨¢n llamaban a la puerta para hablar con su marido. 'Como soy viuda y mis hijos varones son peque?os ten¨ªan que hablar conmigo', recuerda. 'Yo les dejaba entrar, pero les dec¨ªa a mis alumnas que se trajeran algo de costura y el Cor¨¢n para disimular y que los talibanes no se dieran cuenta de que estudi¨¢bamos matem¨¢ticas, ciencias, geograf¨ªa y otras materias'. De todas formas, los talibanes la acosaban constantemente y la acusaban de 'predicar el comunismo y ense?ar religiones polite¨ªstas'.
La maestra, de 31 a?os, explica que ense?aba clandestinamente por vocaci¨®n y tambi¨¦n por necesidad, ya que no dispon¨ªa de otros recursos para mantener a sus hijos 'antes de los talibanes ten¨ªamos un salario de s¨®lo tres millones de afganis [unos 100 euros] al mes, pero con muchas prestaciones', dice Madun. El Gobierno proporcionaba mensualmente a cada maestro 70 kilos de trigo, 7 litros de aceite, 1 kilo de t¨¦, jab¨®n, cerillas y otro material dom¨¦stico. El presidente provisional afgano, Hamid Karzai, prometi¨® esta semana a trav¨¦s de la televisi¨®n que volver¨¢ a aplicar el mismo sistema en cuanto su Gobierno disponga de recursos.
El curso escolar no comienza hasta finales de marzo, coincidiendo con el a?o nuevo afgano, pero casi 200.000 ni?as han comenzado ya a asistir a cursos de invierno para recuperar parte del tiempo perdido e ir preparando las asignaturas. Ni?as y ni?os podr¨¢n compartir las aulas hasta que cumplan 13 a?os; despu¨¦s, tendr¨¢n que estudiar en colegios distintos. Para el nuevo Gobierno, la reconstrucci¨®n del sistema educativo es una de las prioridades m¨¢s urgentes de los pr¨®ximos a?os y a ese fin ir¨¢ destinada buena parte de la ayuda internacional que reciba. Para el enviado especial de la ONU a Afganist¨¢n, Lakhdar Brahimi, que visit¨® recientemente varios centros escolares en Kabul, 'tan importante es que ni?os y ni?as tengan colegios dignos donde aprender como que la poblaci¨®n disponga de ayuda alimentaria'.
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