El gran d¨ªa de Beto Mart¨ªn
El espa?ol elimina a Lleyton Hewitt, el 'n¨²mero uno' mundial, tras pedir asistencia m¨¦dica al final
Para Alberto, Beto, Mart¨ªn el d¨ªa de ayer amaneci¨® tranquilo. A pesar de ser el 39? tenista mundial, en las ant¨ªpodas pocos le conoc¨ªan cuando salt¨® a la pista central del Melbourne Park ante 15.000 espectadores. All¨ª no contaba nadie m¨¢s que su rival, el australiano Lleyton Hewitt, el hombre que hab¨ªa derrotado al norteamericano Pete Sampras en la final del Open de Estados Unidos en septiembre pasado y que en diciembre culmin¨® una extraordinaria temporada ganando el Masters y proclam¨¢ndose el n¨²mero uno m¨¢s joven de la historia. Sin embargo, tres horas y 33 minutos m¨¢s tarde, la estrella, de 20 a?os, sal¨ªa derrotada y los aut¨®grafos los firmaba Mart¨ªn.
El espa?ol, de 23 a?os, acababa de lograr la victoria m¨¢s importante de su carrera y de dejar el Open de Australia absolutamente descabezado tras la prematura eliminaci¨®n tambi¨¦n del segundo cabeza de serie, el brasile?o Gustavo Kuerten, y el abandono previo del tercero, el estadounidense Andre Agassi. Su triunfo sobre Hewitt se concret¨® en cuatro mangas por 1-6, 6-1, 6-4 y 7-6 (7-4). El barcelon¨¦s hizo historia. Por primera vez en la era Open el torneo australiano perdi¨® a su primer cabeza de serie en la ronda inicial.
La disecci¨®n del moribundo Hewitt en el desempate del cuarto set result¨® aut¨¦nticamente profesional. Tras igualar el descalabro de la manga inicial, Mart¨ªn encaden¨® dos mangas consecutivas ante el estupor general y se vio encaramado en la disputa de un desempate que pudo complic¨¢rsele en la cuarta. Pero, cuando consigui¨® tener encarrilado definitivamente el partido, tom¨® una decisi¨®n que result¨® controvertida. Con 5-4 a su favor, Mart¨ªn par¨® el encuentro y solicit¨® la asistencia m¨¦dica.
Era un momento estrat¨¦gico porque en los dos puntos siguientes el partido pod¨ªa cerrarse. Hewitt mantuvo una cara de extra?eza e incredulidad mientras el fisioterapeuta atendi¨® al espa?ol de calambres en su pierna izquierda. 'Tuve que consultar al ¨¢rbitro para certificar que pod¨ªa pedir ayuda en aquel momento. Y su respuesta fue afirmativa. Por tanto, ten¨ªa todo el derecho. Y lo cre¨ª necesario. No hay quejas que valgan. Las normas son iguales para todos', explic¨® Mart¨ªn.
Sin embargo, a un n¨²mero uno siempre le cuesta m¨¢s entenderlo. La derrota cay¨® con el estruendo de una gran l¨¢pida en Melbourne. No s¨®lo el p¨²blico, sino tambi¨¦n el mismo Hewitt la encaj¨® mal. 'Lo que hizo es inadmisible. No deb¨ªan permitirlo porque rompi¨® por completo el ritmo del partido', reaccion¨® el australiano; 'yo tambi¨¦n ped¨ª asistencia, pero al final de los juegos'. El acierto de la decisi¨®n de Mart¨ªn lo demostr¨® el resultado. Ahora se enfrentar¨¢ al suizo Michel Kratochvil en la segunda ronda. Su parte del cuadro se ha abierto de forma realmente espectacular.
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