'S¨¦ que ser¨ªa devastador, pero deseo que nos descubran'
El presidente de Enron, Kenneth Lay, supo apenas tres meses antes de la suspensi¨®n de pagos que analistas, gestores de fondos, otras compa?¨ªas interesadas y, por supuesto, los periodistas, comenzaban a sospechar de Enron. Todos ellos se preguntaban por qu¨¦ Jeffrey Skilling, anterior presidente del gigante energ¨¦tico, renunci¨® a su cargo. El diario The New York Times reproduc¨ªa ayer la carta que una empleada dirigi¨® a Lay en agosto en la que se alertaba al m¨¢ximo responsable de Enron del pozo sin fondo en el que se adentraba.
La misiva, atribuida a Sherron S. Watkins, vicepresidenta de Desarrollo de Enron, analiza las maniobras financieras con las que la compa?¨ªa escondi¨® sus n¨²meros rojos mediante asociaciones con otras empresas que serv¨ªan de tapadera. Para ilustrar el grado de conocimiento e indignaci¨®n de algunos empleados, Watkins cita el testimonio de un directivo: 'S¨¦ que ser¨ªa devastador para todos nosotros, pero deseo que nos descubran. Estamos en una empresa estafadora'.
'Estoy segura de que el hombre de la calle piensa que ocultamos p¨¦rdidas con estas compa?¨ªas', sentencia la empleada, que lanza una pregunta al presidente: 'Quienes no nos hemos enriquecido en los ¨²ltimos a?os, ?podemos permitirnos seguir en la compa?¨ªa?'.
Esc¨¢ndalos contables
Watkins se declara 'incre¨ªblemente nerviosa' porque Enron entre 'en una oleada de esc¨¢ndalos contables'. El texto advierte al presidente sobre las posibilidades de que la empresa sea descubierta: 'Creo firmemente que la probabilidad de ser descubierta creci¨® significativamente con la marcha de Skilling. Demasiada gente est¨¢ buscando un motivo candente'. Jeffrey Skilling, elevado a consejero delegado en febrero, dej¨® la compa?¨ªa a mediados de a?o alegando razones personales, un argumento cuya veracidad se cuestiona en la carta enviada a Lay.
La autora del texto constata el 'velo de secretismo' que se cern¨ªa sobre Enron y desconf¨ªa del supuesto respaldo otorgado por la auditora Arthur Andersen, que dio el visto bueno a las cuentas de la empresa: 'Me doy cuenta de que hay mucha gente mirando estas cuentas y que muchas auditoras, incluida Arthur Andersen, han bendecido las operaciones. Nada de esto proteger¨¢ a Enron si estas transacciones se descubren a la luz del d¨ªa'.
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