EE UU endurecer¨¢ el control a las auditoras para evitar esc¨¢ndalos como el de Enron
La SEC y las cinco grandes del sector elaboran con urgencia un reglamento que prev¨¦ sanciones
La Comisi¨®n del Mercado de Valores (SEC) y las cinco grandes auditoras de Estados Unidos est¨¢n elaborando a marchas forzadas un nuevo reglamento para fiscalizar a las auditoras y evitar la repetici¨®n de fen¨®menos como el de Enron, cuyas cuentas de f¨¢bula recibieron el visto bueno de Arthur Andersen antes de acabar en la mayor suspensi¨®n de pagos de la historia. El Departamento del Tesoro se ha sumado a la exigencia de reforma con el argumento de que las carencias en el r¨¦gimen de control suscitan dudas en un sistema basado en la confianza de los inversores del que depende la econom¨ªa del pa¨ªs.
La reforma del sistema de auditor¨ªas y su m¨¢s estricta fiscalizaci¨®n es una idea antigua que nunca hab¨ªa salido adelante por la cerrada oposici¨®n de los controlables. Peter Fischer, subsecretario del Tesoro para asuntos financieros, acaba de declarar en una reuni¨®n de seguros que ¨¦l lleva personalmente desde 1994 clamando por esa reforma, en vista de anteriores desastres. Aunque ninguno de las dimensiones del caso Enron, con sus implicaciones financieras, pol¨ªticas, laborales y hasta en el sistema de pensiones de Estados Unidos.
Casos anteriores
'Si no avanzamos deprisa , me temo que las cat¨¢strofes financieras de los a?os recientes van a seguir persiguiendo a nuestros mercados financieros y suscitar¨¢n dudas sobre nuestro sistema de capitalismo basado en la inversi¨®n del que nuestra econom¨ªa depende', dice Fischer, que trabajaba en la Reserva Federal de Nueva York en 1998 cuando este organismo tuvo que presionar a los bancos para que salvasen a Long Term Capital Managment (LTCM), un hedge fund (fondo de alto riesgo), de la quiebra por temor a que su ca¨ªda generase una reacci¨®n en cadena. A ese antecedente y a esa soluci¨®n aludieron los responsables de Enron cuando el pasado oto?o alertaron a la Administraci¨®n sobre la situaci¨®n en su compa?¨ªa.
La SEC, organismo que regula los mercados financieros, tiene tambi¨¦n responsabilidad sobre las actuaciones de las auditoras, que fiscalizan las cuentas de las empresas. El espectacular fracaso de Arthur Andersen en Enron ha arrojado una sombra de duda sobre toda esta actividad.
La SEC, las auditoras y la asociaci¨®n que agrupa al sector estudian con urgencia tomar medidas, seg¨²n informaba ayer The Washington Post. Diversas auditoras han tenido problemas en el pasado (America Online, Cendant, MicroStrategy, Waste Management, Xerox...) con la aplicaci¨®n de sistemas contables convencionales, problemas que aumentaban hasta el infinito con la laxitud del r¨¦gimen de contabilidad en las empresas del sector energ¨¦tico, liberalizado la pasada d¨¦cada siguiendo muy de cerca los criterios de las compa?¨ªas. 'Nosotros establecimos esas reglas', coment¨® el pasado verano Richard Causey, jefe contable de Enron, en un congreso de auditores.
El nuevo r¨¦gimen de control y fiscalizaci¨®n que se busca pasa por la creaci¨®n de un organismo regulador, dirigido por personas de fuera del sector, que defina qu¨¦ es aceptable y qu¨¦ no, y tenga capacidad de imponer sanciones, seg¨²n fuentes pr¨®ximas a la negociaci¨®n con el SEC.
Conflicto de intereses
Las auditoras velan, seg¨²n ley creada a la ra¨ªz del crash de 1929, por los intereses de los inversores, pero son pagadas por las compa?¨ªas a las que auditan. Lo que ya crea un potencial conflicto de intereses. Otro de reciente aparici¨®n es el de la ampliaci¨®n del negocio de las auditoras a consultor¨ªa, como era el caso de Arthur Andersen en Enron. En auditor¨ªa ingres¨® 25 millones de d¨®lares en 2001, mientras que por otros servicios, entre ellos consultor¨ªa, se elevaron a 27 millones.
Todo el caso Enron est¨¢ plagado de conflictos de intereses. Al del entrelazamiento de los intereses financieros y pol¨ªticos por las generosas contribuciones de la compa?¨ªa de Houston a las campa?as de los candidatos, en particular a los republicanos, se suma ahora el que puede haber en el seno de la propia SEC. Harvey Pitt fue elegido el pasado verano presidente de la Comisi¨®n, despu¨¦s de defender como abogado durante muchos a?os a las auditoras ante la propia SEC, con tanto celo y ¨¦xito que en su d¨ªa fue calificado como 'el azote de la SEC'.
Algunos congresistas le han pedido que se excuse de las investigaciones en marcha en la SEC sobre la actuaci¨®n de la compa?¨ªa Arthur Andersen, pero Pitt se niega en redondo. 'Hablar de recusaci¨®n es no entender c¨®mo funciona esta agencia. No es funci¨®n del presidente de la SEC, ni de ning¨²n otro comisionado, dirigir la investigaci¨®n', subraya en un comunicado. 'Si se me pide, y cuando se me pida, que intervenga, seguir¨¦ la letra y el esp¨ªritu de los requerimientos ¨¦ticos de esta oficina. Cualquier sugerencia de que yo pudiera actuar de otro modo es un intento de politizar los trabajos de una agencia independiente'.
Un experto en fraudes y argucias de las auditoras
El presidente de la SEC, el organismo regulador de los mercados en Estados Unidos, es buen conocedor de las auditoras por dentro. Harvey L. Pitt, elegido para el cargo por George W. Bush en mayo del a?o pasado, se dedic¨® durante los ochenta y noventa a defender a muchas empresas, entre ellas firmas de auditor¨ªa, en los fraudes m¨¢s c¨¦lebres de Wall Street. Sin embargo, Pitt no cree que su experiencia como defensor de las auditoras lo inhabilite para seguir al frente mientras la SEC investiga a Andersen. Aunque ingres¨® en esta instituci¨®n como asesor en 1971, siete a?os despu¨¦s cambi¨® de mostrador y hasta su vuelta al organismo regulador trabaj¨® como socio en uno de los m¨¢s prestigiosos bufetes especializados en finanzas. El propio Bush y su familia recurrieron a su asesoramiento en actividades mercantiles. Pero su especialidad como abogado est¨¢ en casos de cuello blanco. Quienes le conocen afirman de ¨¦l que 'es incorruptible', una cualidad que genera confianza en la investigaci¨®n de Enron.
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