Inundaci¨®n en el arca de No¨¦
El agua da?a 40 ejemplares del Museo Nacional de Ciencias Naturales almacenados en un edificio en estado lamentable
El Museo Nacional de Ciencias Naturales tiene un arca de No¨¦ en Arganda. Pero no garantiza la seguridad a los 700 mam¨ªferos y aves que alberga. La semana pasada, y a causa de las heladas de las ¨¦pocas navide?as, las tuber¨ªas reventaron y los animales naturalizados (disecados) vieron c¨®mo el agua entraba en este ruinoso edificio ubicado junto al Instituto de Cer¨¢mica y Vidrio. Unos 40 ejemplares naturalizados han sufrido da?os, seg¨²n el balance oficial que hicieron ayer, tras visitar las instalaciones, la vicedirectora de Colecciones, Isabel Izquierdo, y la conservadora de Aves y Mam¨ªferos, Josefina Barreiro.
Dos ejemplares se han perdido (una ardilla y un ave), otros dos va a costar mucho recuperarlos y los 36 restantes podr¨¢n ser tratados sin grandes dificultades. 'Reconocemos que existe un problema serio y que hay que buscar un sitio alternativo para la conservaci¨®n de los ejemplares', coment¨® Izquierdo. Y a?adi¨®: 'Pero en el museo tenemos una gran falta de espacio'. Un portavoz del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), del que depende el museo, asegur¨® que 'no es una p¨¦rdida irreparable, ya que el edificio de Arganda no alberga colecciones cient¨ªficas ni ejemplares ¨²nicos', pero admiti¨® que algunas piezas datan del siglo XIX.
Hongos por la humedad
'El pasillo de las habitaciones situadas en el s¨®tano est¨¢ como un aut¨¦ntico vertedero, lleno de papeles, colillas de cigarrillo, piezas sueltas de ordenadores, botellas de pl¨¢stico, e, incluso, la piel de un pl¨¢tano. Todo ello rociado por una sustancia amarillenta que parec¨ªa grasa'. Eso fue lo que escribi¨® la conservadora de aves y mam¨ªferos, Josefina Barreiro, en marzo de 2000. La situaci¨®n hoy es pr¨¢cticamente igual.
Pero la inundaci¨®n no es el primer percance que sufre esta peculiar arca de No¨¦. Hace dos a?os, los hongos provocados por la humedad del edificio -que tiene los cristales rotos- deterioraron parte de los fondos documentales. 'Eran duplicados de revistas cient¨ªficas y de papeles administrativos', minimiz¨® el portavoz del CSIC. Aun as¨ª, los documentos fueron congelados para poder neutralizar los hongos.
Los 40 ejemplares de animales da?ados ahora ser¨¢n trasladados 'de forma provisional' a la parte posterior del museo, mientras el CSIC encuentra un lugar definitivo para poder depositar los ejemplares que desde 1994 est¨¢n en Arganda. Se trata, seg¨²n el portavoz, de un objetivo 'prioritario'. Lo que no dijo el portavoz es que, desde al menos 1998, los conservadores vienen advirtiendo de la lamentable situaci¨®n en la que se encuentran los fondos almacenados en Arganda, procedentes del desmantelamiento de exposiciones que no caben en los bajos del museo.
El 22 de junio de 1998, Adelaida Jover, la antigua gerente del museo, se dirig¨ªa por escrito al gerente del CSIC, Juan Antonio Richart, para intentar realizar alguna gesti¨®n que pudiera mejorar 'la situaci¨®n del espacio donde se alberga material de tanto valor'. Y le aclaraba: 'No s¨¦ si alguna vez has visitado esta zona. Aunque en los ¨²ltimos meses los servicios generales del CSIC han hecho un gran esfuerzo en limpieza de las naves y los edificios, la situaci¨®n sigue siendo bastante insatisfactoria, por calificarla de alg¨²n modo'.
Casi un a?o m¨¢s tarde, en noviembre de 1999, se dirig¨ªa entonces al subdirector general de Obras e Infraestructuras del CSIC, Miguel Dol?, para recordarle la 'penosa' situaci¨®n del edificio. 'La carta que me pasa la conservadora de Aves y Mam¨ªferos y que dirige a la vicedirectora de Colecciones del Museo, y el disgusto de esta ¨²ltima, me hacen volver a solicitarte que pongas los medios a tu alcance para que no suceda alg¨²n percance de dimensiones incalculables', dec¨ªa la ex gerente.
Robos, polvo y deterioro
Y es que los escritos de Barreiro a sus superiores no dejaban lugar a duda. Marzo de 1999: 'Como en otras visitas, he encontrado el edificio cada vez m¨¢s deteriorado y sucio, ser¨ªa deseable que lo antes posible, como m¨ªnimo, se limpiara. Aunque opino que se deber¨ªan de tomar medidas para contener los ejemplares de la colecci¨®n'. Tambi¨¦n transmit¨ªa entonces su 'preocupaci¨®n' porque una de las habitaciones del edificio hab¨ªa sido forzada. 'Por suerte, esta vez no ha tenido consecuencias, pero nos indica que no s¨®lo pueden entrar ladrones, sino tambi¨¦n que, alg¨²n fin de semana, podemos tener la visita de gamberros que lo destrocen, lo machaquen o lo quemen'.
29 de octubre de 1999: 'Ayer estuve en Arganda y encontramos que en la habitaci¨®n 3 se ha reproducido la gotera que hace un a?o arreglaron'. 'No puedo dejar de comentarte', dec¨ªa Barreiro, desesperada, a la vicedirectora de Colecciones, que 'los pasillos y el edificio en general donde guardamos la gran mayor¨ªa de colecciones de aves y mam¨ªferos se encuentran muy sucios y con un aspecto de penoso abandono: los paneles que forman los techos a la entrada est¨¢n abombados y cay¨¦ndose, en el pasillo del s¨®tano han dejado tres cajas enormes abiertas y llenas de papeles inservibles y porquer¨ªas varias...'.
23 de marzo de 2000: 'Como he visto por la evoluci¨®n del estado de conservaci¨®n de los ejemplares, no pueden seguir con las condiciones ambientales que sufren en los almacenes de Arganda. Es una pena, pero en los ¨²ltimos 10 a?os los espec¨ªmenes se han estropeado m¨¢s que en los 50 anteriores'.
16 de enero de 2002: El CSIC afirma que le corre prisa hallar una alternativa al arca de Arganda.
La costura del rinoceronte
'He comprobado que algunos animales se est¨¢n deteriorando de forma bastante r¨¢pida'. As¨ª se lo comunicaba por escrito, ya el 23 de marzo de 2000, la conservadora de Aves y Mam¨ªferos del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Argada, Josefina Barreiro, a la vicedirectora de Colecciones y Biblioteca, Isabel Izquierdo, y a la ex gerente del museo Adelaida Jover. Entre los animales m¨¢s deteriorados se encontraba uno dif¨ªcil de encontrar en la naturaleza: un rinoceronte.
Una costura lateral dorsal de la piel, seg¨²n la conservadora, estaba por aquel entonces 'totalmente abierta' y en 'mucha mayor medida' que seis meses antes, cuando el equipo hab¨ªa fotografiado al animal herido . 'Esta costura estaba ya rota a causa de los traslados, pues es una pieza muy pesada y fr¨¢gil al estar formada por escayola. Los cambios de humedad relativa y de temperatura que hay en Arganda la han acabado de deteriorar', dec¨ªa Barreiro.
Izquierdo, que acudi¨® ayer acompa?ada de Barreiro, no permiti¨® a EL PA?S pasar al edificio donde est¨¢n los 700 ejemplares. Pero alguien que lo ha visto asegura: 'Hay leones, burros y monos apilados. Y el otro d¨ªa vi c¨®mo una gotera ca¨ªa encima de la cabeza de una vaca'.
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