La Fundaci¨®n Cela, un nuevo santuario
Junto a la colegiata de Santa Mar¨ªa de Adina, en Iria Flavia, se erige ahora un nuevo santuario laico. Un santuario personal de Camilo Jos¨¦ Cela, minuciosamente preparado por ¨¦l durante los ¨²ltimos a?os, que se convertir¨¢ en lugar de peregrinaje para los estudiosos y los lectores m¨¢s devotos de su obra. El legado de Cela a la posteridad -desde los manuscritos de todas sus obras hasta los frutos de su man¨ªa de impenitente coleccionista de objetos raros- se mostrar¨¢ al p¨²blico en la Casa de los Can¨®nigos, un edificio del siglo XVIII que acoge la sede de la fundaci¨®n que lleva su nombre y donde su cad¨¢ver fue velado ayer.
Cela se ocup¨® con af¨¢n de su posteridad, en la que ya parec¨ªa estar pensando mucho antes de que el tiempo le situase ante la irrevocable perspectiva de la muerte. A principios de los a?os setenta compr¨® cinco de los ocho edificios que componen el complejo de la Casa de los Can¨®nigos, llamada as¨ª porque se construy¨® para acoger a los oficiantes en la vecina colegiata. La historia hab¨ªa deparado al conjunto arquitect¨®nico un destino extravagante, ya que acab¨® convertido en cuartel. Ahora congrega a su alrededor la vida y la muerte de Cela: la casa en la que naci¨® y su tumba est¨¢n a s¨®lo unos metros del edificio, muy pr¨®ximo tambi¨¦n a la v¨ªa f¨¦rrea, la primera abierta en Galicia por el abuelo del escritor, el ingeniero ingl¨¦s John Trulock.
Cuando compr¨® el edificio, Cela ya acariciaba la idea de una fundaci¨®n, seg¨²n sus allegados. El proyecto se cumpli¨® en 1991, gracias al apoyo de varias instituciones p¨²blicas, especialmente la Xunta de Galicia, cuya generosidad recibi¨® m¨¢s de una censura pol¨ªtica.
La universidad
Cela puso empe?o especial en vincular la fundaci¨®n a la Universidad de Santiago de Compostela. 'Para ¨¦l era una garant¨ªa de continuidad, un modo de asegurar que los fondos estar¨ªan disponibles para el conocimiento literario', dijo ayer el rector de la Universidad, Dar¨ªo Villanueva, vicepresidente segundo de la fundaci¨®n y experto en la obra de Cela. El escritor se encarg¨® de redactar personalmente los estatutos, que gracias a ello evitaron la farragosa penitencia del lenguaje administrativo.
Se sabe que Cela escribi¨® a mano toda su obra. Los originales, junto a borradores y notas, est¨¢n expuestos al p¨²blico en la sede de la fundaci¨®n. A partir de la biblioteca del escritor, se han reunido unos 30.000 vol¨²menes, entre ellos un ejemplar de las ediciones en todos los idiomas de sus obras y su colecci¨®n privada de ejemplares del Quijote. La pasi¨®n coleccionista de Cela ilustra su tendencia a lo estrafalario, como se puede comprobar en la Casa de los Can¨®nigos, que acoge un centenar de botellas con firmas de Hemingway, Dos Passos, Picasso... y el ¨²ltimo garrote vil que se utiliz¨® en Espa?a para ajusticiar al anarquista Salvador Puig Antich. No faltan manuscritos de otros autores: Garc¨ªa Nieto, Jardiel Poncela, Baroja... y una pinacoteca con obras de Picasso, Mir¨® o T¨¤pies. 'Voy a trabajar como una leona para que esto siga adelante', prometi¨® ayer su viuda, Marina Casta?o.
Babelia
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