Cela deja una novela inacabada y abundante material epistolar
La fundaci¨®n conserva 90.000 cartas, algunas dirigidas a escritores
La ¨²ltima gran obra publicada fue Madera de boj, en 1999. M¨¢s recientemente han aparecido sus dos tomos de memorias revisadas y aumentadas. Junto a La rosa, donde Camilo Jos¨¦ Cela contaba su infancia y juventud, est¨¢n Memorias, entendimientos y voluntades, en las que llega hasta los a?os cuarenta. Pero Cela dej¨® otros textos que pueden ver la luz en vol¨²menes p¨®stumos. Entre otros, unas 90.000 cartas y una novela sin acabar.
El jueves pasado, cuando Francisco Umbral abandonaba la cl¨ªnica madrile?a Cemtro en la que dio el ¨²ltimo adi¨®s a su padre literario, el escritor habl¨® de posibles sorpresas editoriales. 'Creo que tiene m¨¢s avanzadas sus memorias', dijo. 'Fue algo a lo que se dedic¨® en los ¨²ltimos meses con especial intensidad'. Para Dar¨ªo Villanueva, rector de la Universidad de Santiago de Compostela, vicepresidente segundo de la Fundaci¨®n Camilo Jos¨¦ Cela y catedr¨¢tico de Teor¨ªa de la Literatura, esa posibilidad ser¨ªa una gran noticia. 'No puedo asegurar que lo estuviera haciendo, pero teniendo en cuenta que fue una figura clave en la cultura de los a?os de la posguerra, esos cap¨ªtulos de sus memorias servir¨ªan para entender muchas cosas', asegur¨®.
Son los a?os en los que Cela destacaba como avivador de la empobrecida cultura en la Espa?a de la posguerra. Entonces, el autor de La colmena editaba la revista literaria Los papeles de Son Armadans. 'En la revista escrib¨ªan desde autores espa?oles del exilio a grandes transgresores como Jean Genet o incluso representantes del boom latinoamericano'.
Villanueva recuerda tambi¨¦n que el papel de director de revista lo hab¨ªa recuperado Cela ¨²ltimamente desde la fundaci¨®n que lleva su nombre. Lo hizo con publicaciones como Extramundi y Los papeles de Iria Flavia. 'Desde ellas apoy¨® a j¨®venes escritores hasta el final, tal como hiciera con Los papeles de Son Armadans', afirma Villanueva.
'Dry cicuta'
Tom¨¢s Cavanna Benet, director de la Fundaci¨®n Camilo Jos¨¦ Cela, habla de otros posibles legados literarios. 'Empez¨® una novela llamada Dry cicuta, sobre la pena de muerte. Era un tema que ten¨ªa pendiente', asegura. Al parecer, el escritor viv¨ªa con una aut¨¦ntica obsesi¨®n este asunto, hasta el punto de haberse hecho con el ¨²ltimo garrote vil con que se aplic¨® una pena de muerte en Espa?a. 'Est¨¢ en la sala de Pascual Duarte, en la fundaci¨®n, y nos lo cedi¨® el Consejo General del Poder Judicial', asegura Cavanna.
Otra de las posibilidades editables que ve el director de la fundaci¨®n es su epistolario. 'Conservamos 90.000 cartas, dirigidas a 9.000 personas, entre las que se encuentran varios escritores. Era muy cuidadoso con su correspondencia, muy ordenado. Hay verdaderas joyas'. Todas est¨¢n custodiadas en la sede de Iria Flavia y algunas han sido utilizadas ya. Concretamente, las que se escribieron Cela y Emilio Prados, que han sido recientemente publicadas con la obra del poeta.
El orden y el inter¨¦s de su correspondencia tambi¨¦n beben del rigor de su etapa de director de Los papeles de Son Armadans, seg¨²n cuenta Cavanna. 'Ser editor de una revista le proporcion¨® grandes relaciones y la obligaci¨®n de ordenarlo todo bien', afirma el responsable de la fundaci¨®n, que es sobrino de Juan Benet. Tom¨¢s Cavanna quiere aclarar el supuesto enfrentamiento entre ambos escritores. 'No era as¨ª, ni mucho menos', argumenta. 'Se ten¨ªan un respeto mutuo profundo. Muchas veces mi t¨ªo, con quien yo me llevaba muy bien, me dijo que Camilo Jos¨¦ Cela era un escritor muy valioso, y viceversa', afirma.
Cavanna recuerda alguna an¨¦cdota referida al escritor. Ayer, cuando Cavanna se dispon¨ªa a fumar un cigarro en el transcurso de esta conversaci¨®n, pidi¨® un cenicero y uno de sus subordinados le trajo uno. En ¨¦l figuraba la siguiente inscripci¨®n: 'No fumes, co?o'.
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