Condena unidireccional
Los juegos malabares que debe realizar Batasuna cada vez que ETA dedica a la poblaci¨®n uno de sus envenenad¨ªsimos regalos han delimitado ya una cumplida trayectoria. Al principio, su resistencia a condenar nos parec¨ªa una frivolidad. Con los a?os insistimos en que era indigna y miserable. Ahora s¨®lo mueve a risa. A la risa m¨¢s amarga.
Lander Etxebarria, concejal del abertzalismo radical en el consistorio bilba¨ªno, y que quiz¨¢s siempre ha trabajado honrada y tenazmente en la soluci¨®n de diminutos contratiempos municipales, se encuentra de pronto con un petardo de dimensiones inconcebibles en medio de su ciudad, en un multitudinario s¨¢bado de derby y de rebajas. Es el momento de las matizaciones, las matizaciones que ellos jam¨¢s practican cuando regalan a otros los amables adjetivos de cipayo o carcelero. De hecho, opta por no reprobar el atentado, ya que la opini¨®n del resto de los grupos municipales le parece 'una condena unidireccional de la vulneraci¨®n de derechos que se produce en Bilbao'.
La inmoralidad de determinada gente no la salva ya ni la geometr¨ªa. Responsabilizar al contexto pol¨ªtico de la detonaci¨®n de un coche bomba colocado en el centro de Bilbao es un argumento tan imb¨¦cil como el del abogado de un asesino en serie que recuerda lo mal que trat¨® en la infancia a su defendido cierto profesor de matem¨¢ticas. Todav¨ªa m¨¢s: si nos hubieran explicado mejor las matem¨¢ticas nadie aludir¨ªa con tanta alegr¨ªa a la 'unidireccionalidad' de una condena. Si el coche bomba hubiera matado a alguien no habr¨ªa en la historia acci¨®n m¨¢s dirigida.
La bomba de ETA pudo o¨ªrse en las ¨²ltimas esquinas de Bilbao, pero ciertos pastores del reba?o, ciertos gestores de la cosa p¨²blica, nos piden que valoremos como se debe lo abstracto, lo in¨²til de la unidireccionalidad. Tendr¨ªan que haber escuchado los unidireccionales comentarios de aquellos que sintieron la detonaci¨®n a unos palmos de distancia. Muy posiblemente, la moral siempre ha sido unidireccional, aunque cierta progres¨ªa (hoy arrepentida, reconvertida hasta extremos pat¨¦ticos) pretendi¨® educarnos en la absoluta relatividad de todas las acciones humanas. Cada vez que se produce un atentado conviene ser unidireccional, unidireccional hasta las cachas, puro unidireccional. Lander Etxebarria tiene derecho a disentir, pero tambi¨¦n nosotros a sacudirnos de encima sus disensiones, vinculadas ahora a una fraudulenta utilizaci¨®n de la geometr¨ªa. Deber¨ªan aclarar su sentido del espacio, del espacio pol¨ªtico que ocupan.
Cada vez que ETA juega a la macabra loter¨ªa de la muerte con un coche bomba en medio de la calle, cada vez que env¨ªa uno de sus macabros paquetes bomba a uno, dos o tres periodistas, la obligaci¨®n de todo bien nacido es ser unidireccional. Lo cierto es que el concejal de Batasuna ha realizado un prodigioso descubrimiento dial¨¦ctico, ya que al menos el que escribe nunca hab¨ªa o¨ªdo de labios totalitarios su nov¨ªsimo argumento. Antes dec¨ªan que las condenas eran 'est¨¦riles', 'in¨²tiles'. Ahora sabemos que adem¨¢s son unidireccionales. Asistiremos a nuevos asesinatos, a extorsiones y amenazas, a violentos espect¨¢culos de desorden callejero y se nos pedir¨¢ que nos callemos, que tengamos la decencia de no ser tan unidireccionales. Cientos de personas seguir¨¢n viviendo con escolta y ni siquiera podremos compadecerlos, para no caer en la unidireccionalidad. Tendremos que dejar de escribir, de votar y de pensar para no ser unidireccionales.
El d¨ªa del atentado, la Ertzaintza alejaba a la gente (en todas direcciones) del mal¨¦fico artefacto, aunque los etarras hab¨ªan escogido muy bien la direcci¨®n del coche hasta aparcarlo. Tambi¨¦n supieron escribir la direcci¨®n en los paquetes cuando enviaron a tres periodistas su habitual carga de muerte. Y el concejal de mi ayuntamiento seguir¨¢ durmiendo a pierna suelta, mientras su caletre emite ondas en todas direcciones, seguro de que as¨ª las acciones de los amos quedar¨¢n siempre excusadas.
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