Listas

El secretario general del PSOE, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, propuso que la comisi¨®n de seguimiento del Pacto Antiterrorista se reuniera para tratar del problema de la seguridad de los concejales vascos no nacionalistas amenazados por ETA y de la dificultad que sus formaciones pueden tener para presentar candidaturas electorales en determinados municipios. El secretario general del PP, Javier Arenas, ha rechazado la propuesta a botepronto y en t¨¦rminos despectivos con el argumento de que el Pacto no debe reunirse 'en funci¨®n de los problemas internos' de los partidos.

El planteado por el acoso a que se ven sometidos los concejales no es un asunto interno, sino algo que concierne a todos los dem¨®cratas. Incluyendo a los nacionalistas, como vino a recordar Zapatero al anunciar, poco despu¨¦s, su intenci¨®n de trasladar la cuesti¨®n tambi¨¦n al Ejecutivo vasco. Porque ya no es s¨®lo que en Durango, por ejemplo, localidad de 25.000 habitantes, los socialistas no hayan podido sustituir a un concejal dimitido porque se han negado todos los que iban tras ¨¦l en la lista, suplentes incluidos; o que sean ya m¨¢s de 30 los ediles de PP y PSOE que han renunciado desde el fin de la tregua. Lo que ahora se plantea es la posibilidad de que en algunos municipios haya partidos que no puedan presentarse a las elecciones por imposibilidad de completar una candidatura.

Ibarretxe ha sido receptivo a la sugerencia de Zapatero. Desde luego, el Gobierno vasco y el partido que lo preside desde hace m¨¢s de 20 a?os no pueden lavarse las manos ante la evidencia de que no todos los partidos pueden concurrir en igualdad de condiciones a las elecciones. Es todo el sistema democr¨¢tico vasco el que se pone en peligro de deslegitimaci¨®n si el miedo consigue dejar sin representaci¨®n a los partidos que ETA decida sacar de los ayuntamientos.

PP y PSOE podr¨ªan presentar listas conjuntas en esos municipios. Esto ayudar¨ªa a completar algunas listas, pero no resuelve lo esencial: que los ciudadanos puedan votar al partido al que votar¨ªan de no existir la coacci¨®n de ETA. La hip¨®tesis de una lista de todas las fuerzas democr¨¢ticas, incluyendo las que no se sienten amenazadas, plantear¨ªa el mismo problema, pero podr¨ªa tener sentido como forma de hacer patente el rechazo de la mayor¨ªa pac¨ªfica a la minor¨ªa violenta. Siempre que fuera una f¨®rmula limitada a casos verdaderamente excepcionales, presentar una lista conjunta en competencia con la de Batasuna servir¨ªa para dejar constancia de la anormalidad de la situaci¨®n y de la respuesta solidaria de todos los dem¨®cratas.

En todo caso, lo primero es que el problema deje de ser s¨®lo motivo de lamentaciones y se convierta en prioridad del Gobierno vasco y los partidos democr¨¢ticos. Un organismo como la Mesa de Ajuria Enea ser¨ªa el adecuado para abordarlo, pero, lamentablemente, ya no existe. La propuesta de Zapatero de una mesa que re¨²na en torno al consejero de Interior a todos los partidos democr¨¢ticos para tratar asuntos relacionados con la seguridad podr¨ªa ser el germen de un organismo como aqu¨¦l, hoy m¨¢s necesario que nunca. Que Arenas se lo piense un momento antes de rechazarlo sin mirar.