El presidente de Enron dimite mientras el caso llega al Congreso
Los primeros pasos de la investigaci¨®n se centran en la actuaci¨®n de Arthur Andersen
Kenneth Lay, el hombre que cre¨® Enron de la nada, que la convirti¨® en la s¨¦ptima compa?¨ªa de EE UU y la dirigi¨® a su derrumbamiento, ha dejado su presidencia a petici¨®n del comit¨¦ de acreedores. Lay seguir¨¢ como miembro del Consejo de Administraci¨®n. 'Quiero que Enron sobreviva y para eso necesitamos al tim¨®n a alguien que se pueda concentrar al 100%', se?al¨® Lay en el comunicado de su dimisi¨®n. La investigaci¨®n en el Congreso sobre el caso Enron ha comenzado por Arthur Andersen, la auditora de la energ¨¦tica.
'Desgraciadamente, con las m¨²ltiples pesquisas e investigaciones que requieren gran parte de mi tiempo, resulta cada vez m¨¢s dif¨ªcil concentrarse completamente en lo que es m¨¢s importante para los accionistas de Enron'.
Lay fund¨® Enron en 1985 y estuvo a su frente hasta enero del a?o pasado. Retom¨® el tim¨®n en agosto, cuando dimiti¨® inesperadamente su sucesor, Jeffery Skilling. Ambos hab¨ªan dado el visto bueno a la creaci¨®n de entidades de prop¨®sito especial que ocultaban malas operaciones financieras. El descubrimiento de esta ocultaci¨®n desencaden¨® en octubre la crisis que llev¨® a la mayor suspensi¨®n de pagos de la historia.
En el Congreso de Estados Unidos, la investigaci¨®n del caso Enron ha comenzado por Arthur Andersen, la auditora de la compa?¨ªa energ¨¦tica. Los parlamentarios consideran muy significativa la destrucci¨®n de documentos de Enron por parte de Arthur Andersen. As¨ª lo expres¨® el republicano Jim Greenwood en el comienzo del interrogatorio de David Duncan, ex socio de la auditora: 'Enron rob¨® el banco, Arthur Andersen proporcion¨® el coche para la fuga, y dicen que usted estaba al volante'.
David Duncan, despedido por Arthur Andersen, se neg¨® a responder las preguntas del Subcomit¨¦ de Energ¨ªa y Comercio de la C¨¢mara de Representantes, ampar¨¢ndose en la Quinta Enmienda de la Constituci¨®n. Seg¨²n la enmienda, nadie est¨¢ obligado a declarar en su contra. Duncan est¨¢ en el ojo del hurac¨¢n que azota a la sociedad auditora, ya que dirigi¨® la destrucci¨®n de documentos en octubre, cuando empez¨® a aflorar la situaci¨®n real de Enron (que hab¨ªa ocultado deudas y hab¨ªa hinchado beneficios) y era ¨¦l el responsable directo de supervisar las cuentas de la empresa en Houston.
Arthur Andersen se juega mucho en el caso Enron, probablemente su propia supervivencia, y su estrategia pasa por cargar toda la responsabilidad sobre Duncan. Si lograra que la culpa recayera sobre el ex socio, la corporaci¨®n sufrir¨ªa un gran da?o en su imagen, pero quedar¨ªa penalmente a salvo. Dorsey Baskin Jr., uno de los directivos de Arthur Andersen, acus¨® ayer directamente a Duncan en su declaraci¨®n ante el subcomit¨¦ de la C¨¢mara.
Duncan, sin embargo, tiene cartas a su favor. El 12 de octubre, una abogada de Arthur Andersen, Nancy Temple, envi¨® desde la sede central de Chicago una circular electr¨®nica en la que ordenaba destruir documentos: 'Guardad lo que es importante, destruid todo lo dem¨¢s', indicaba la circular. Temple, que el lunes ya declar¨® a puerta cerrada ante el Congreso y abandon¨® el edificio con los ojos llorosos y sin hacer declaraciones, afirm¨® ayer que su mensaje era 'rutinario'. Baskin la apoy¨®, comentando que los auditores tend¨ªan a almacenar una cantidad excesiva de papeles sin importancia.
En otra declaraci¨®n anterior a puerta cerrada, David Duncan dijo que la circular 'carec¨ªa de precedentes' y la interpret¨® como una orden discreta para que se deshiciera de los documentos m¨¢s comprometedores sobre Enron. Michael Odom, responsable de gesti¨®n de riesgos en la oficina de Houston, hizo la misma interpretaci¨®n de Duncan, seg¨²n corrobor¨® ante el Congreso.
La importancia que est¨¢ cobrando el caso Enron puede forzar a la Casa Blanca a hacer p¨²blicos numerosos documentos que esperaba mantener en secreto. El vicepresidente, Dick Cheney, se neg¨® hasta el mi¨¦rcoles a entregar las transcripciones de sus reuniones con los directivos de Enron, durante la confecci¨®n del plan energ¨¦tico presentado en la primavera pasada. Tres presidentes de comit¨¦s del Senado han exigido por escrito a la Casa Blanca que les entregue esos textos (hasta 11 comisiones est¨¢n dispuestas a investigar el caso Enron), y la Oficina de Contabilidad del Congreso (el departamento de investigaci¨®n parlamentaria m¨¢s poderoso) ha amenazado incluso con llevar a la administraci¨®n ante los tribunales.
En vista de la situaci¨®n, varios senadores y representantes republicanos indicaron ayer que la informaci¨®n se har¨ªa p¨²blica en los pr¨®ximos d¨ªas. 'Creo que el vicepresidente, Dick Cheney, hablar¨¢ pronto del asunto, y lo har¨¢ en el sentido correcto', declar¨® el l¨ªder de la minor¨ªa republicana en el Senado, Trent Lott.
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