Gamberrismo sin l¨ªmites
La quema de 540 coches en 10 meses y el aumento de los delitos convierten a Valencia en la ciudad m¨¢s violenta de Espa?a
Valencia echa fuego y no es de petardos. 540 coches han ardido desde marzo de 2000 y durante este mes de enero los pir¨®manos llevan ya incendiados 21 veh¨ªculos. La delincuencia creci¨® un 30% el pasado a?o, 3.000 vecinos de Torrevieja se manifestaron el jueves contra la inseguridad ciudadana, la Comunidad Valenciana lidera el n¨²mero de delitos cometidos, seg¨²n el Anuario de La Caixa, y el paisaje se completa con hipermercados de droga en la periferia y el centro de las grandes ciudades. La polic¨ªa admite que no tiene pistas de los autores del continuo sabotaje y compensa la falta de resultados con operaciones efectistas. Es la otra cara de la explosi¨®n valenciana. Frente a la Valencia de dise?o y vanguardia de los megaproyectos del arquitecto Santiago Calatrava, el Palacio de Congresos de Norman Foster o la Bienal de Cultura, emergen una ciudad y una sociedad l¨ªderes en delincuencia.
Ya en 1999, Valencia registr¨® 20.000 delitos m¨¢s que Sevilla y 1.000 detenciones menos
El ruido de las sirenas sac¨® de la cama a los vecinos de la calle de Serpis pasadas las 4.00 de la madrugada del pasado jueves. Jaume M. P. vio desde la ventana c¨®mo el fuego convert¨ªa en cenizas su coche, aparcado frente a su casa. '?Qu¨¦ hago yo ahora?', se pregunta. 'No hay calle en este barrio que no tenga restos de autom¨®viles quemados. Es una angustia: dejas el coche pensando que tal vez ma?ana no lo tengas. Eso me ha pasado a m¨ª, y a otros muchos, pero aqu¨ª nadie sabe nada, la polic¨ªa no aparece, y as¨ª desde hace m¨¢s de un a?o'.
El turismo de Jaume, inspeccionado por los agentes policiales en busca de alguna pista, ha sido uno de los 21 veh¨ªculos calcinados en lo que va de a?o, una aut¨¦ntica oleada que primero fue atribuida a un pir¨®mano, despu¨¦s a una supuesta banda de j¨®venes, y finalmente ha pasado a ser un mal de origen desconocido. La quema masiva de veh¨ªculos es una de las formas delictivas que recorren la ciudad. La cara moderna, innovadora, de arquitectura futurista, de pretendidos planes de conservaci¨®n del casco hist¨®rico o de la zona del puerto esconden una realidad marcada por la delincuencia. El centro de la ciudad concentra la prostituci¨®n m¨¢s desesperada y los toxic¨®manos desahuciados. Zonas pendientes de intervenciones urban¨ªsticas de envergadura se han convertido en puntos de tr¨¢fico de estupefacientes en plena calle. En el antiguo cauce del r¨ªo T¨²ria, a pocos metros del Palau de la M¨²sica, dormitan a la intemperie inmigrantes sin hogar. El barrio de Russafa, emblem¨¢tico por su interculturalidad, vive tiempos de reyertas entre mafias de extranjeros y brotes racistas que han provocado la escapada de los vecinos y el abandono de fincas.
'Esta ciudad se muere, la delincuencia supera con mucho los ¨ªndices de cualquier otra capital similar. Los robos, atracos, tirones y peleas son el pan de cada d¨ªa', explica Amparo Valle, de 65 a?os, instalada desde hace 40 en pleno casco hist¨®rico, due?a de un peque?o comercio que en un a?o ha sido atracado 12 veces. A su hijo le han abierto el coche en siete ocasiones, es rara la ma?ana que no encuentra una jeringuilla en la puerta de la tienda y le han robado el bolso por el m¨¦todo del tir¨®n tres veces en seis meses. Amparo vive y trabaja a pocos metros del Palau de la Generalitat, en pleno centro.
Historias as¨ª las hay a miles. Las estad¨ªsticas cifran en un 24% el crecimiento de la delincuencia en la Comunidad Valenciana, y en un 30% en la ciudad de Valencia. M¨¢s de 2.000 toxic¨®manos vagan por las calles tras acudir a los tres puntos m¨¢s importantes de venta al menudeo de la ciudad. M¨¢s de 1.000 prostitutas en manos de proxenetas norteafricanos y de la Europa del Este trabajan en las calles del centro hist¨®rico, del Puerto y de la Malva-rosa. 'No es de recibo la inseguridad que soporta una ciudad que pretende ser ejemplo de desarrollo', dice Carmen Vila, presidenta de la Federaci¨®n de Asociaciones de Vecinos de Valencia.
Ana Noguera, portavoz del grupo socialista municipal, acumula preguntas y propuestas para luchar contra la delincuencia que no han sido tomadas en consideraci¨®n. 'Existe un desprecio por parte de la alcaldesa, Rita Barber¨¢, y el propio presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, hacia la inseguridad ciudadana. No se pone en marcha medida alguna de choque. Se desprecian ayudas a los toxic¨®manos, los delitos menores son cada vez m¨¢s y la quema de coches es una aut¨¦ntica plaga. Sin embargo, sigue la campa?a de m¨¢rketing de actuaciones fara¨®nicas que ocultan la verdadera cara de ciudad'.
La delegada del Gobierno, Carmen Mas, considera que la ciudad padece unos ¨ªndices de delincuencia propios de una gran urbe y anuncia planes de refuerzo policial en los barrios m¨¢s afectados, que los agentes no pueden asumir por falta de efectivos. La Jefatura Superior reconoce que muchas noches no hay m¨¢s de nueve unidades patrullando. Algunas comisar¨ªas no atienden denuncias por falta de personal, un ¨²nico agente se queda de guardia para coordinar los servicios. De cuando en cuando, redadas impresionantes para acallar las cr¨ªticas consiguen identificar a m¨¢s de 1.000 personas en un punto de venta de droga. Al d¨ªa siguiente est¨¢n los mismos, en el mismo sitio.
Comparaciones odiosas
Si las cifras que maneja la propia polic¨ªa son escandalosas sobre el aumento de la delincuencia en Valencia, no lo son menos las que recoge el anuario de La Caixa. Ya en 1999 la diferencia con otras grandes ciudades hac¨ªa presagiar la situaci¨®n que ahora sufre (casi 80.000 delitos en 2001, 20.000 m¨¢s que en el a?o anterior). En la ciudad de Sevilla, en 1999, se contabilizaron 49.855 y se practicaron 12.127 detenciones. Aquel a?o, en Valencia, se produjeron 66.059 delitos y fueron detenidas 11.597 personas: casi 20.000 delitos m¨¢s y cerca de 1.000 detenciones menos. Tambi¨¦n en 1999, en Madrid se computaron 155.074 delitos y 24.682 detenciones. En Barcelona, 105.441 delitos y 26.564 detenciones. El director general de la Polic¨ªa, Juan Cotino, atribuye el incremento de la delincuencia al aumento de poblaci¨®n: unas 200.000 personas en dos a?os, fundamentalmente inmigrantes. Sin embargo, de los detenidos el pasado a?o, s¨®lo una minor¨ªa fueron extranjeros. 'Algo pasa en esta Comunidad, y en especial en la ciudad de Valencia, que no se explica ni justifica echando balones fuera y culpando a quienes buscan una nueva forma de vivir. Eso es reducir el problema. De seguir as¨ª las cosas, Valencia ser¨¢ invivible', afirma la portavoz municipal socialista Ana Noguera.
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