La miseria de los barrios sin esperanza
Vivir en el distrito de Villa Lugano (Buenos Aires), conocido por todo el mundo como Ciudad Oculta, sin un proyecto, sin una esperanza, es peligroso. El primer peligro es para los vecinos. Se rompi¨® el principio de que no se act¨²a dentro y no se ataca al vecino. Ahora todo vale. 'En la situaci¨®n actual de nuestro pa¨ªs hay gente que sobra', apunta la antrop¨®loga Alicia Cattaneo. 'La estrategia que se est¨¢ dando es la reducci¨®n por muerte de los adolescentes pobres. Su destino es morir a corto plazo. Por el sida, porque lo va a matar la polic¨ªa u otro pibe'.
Un m¨¦dico de Jujuy, una de las provincias menos favorecidas de Argentina, defini¨® la pobreza como la ausencia de sue?os. 'Esto es lo que ocurre en las grandes ciudades como Buenos Aires, mucho m¨¢s que en las provincias, por muy pobres que sean. Hay una ausencia de sue?os en los m¨¢s j¨®venes', opina la antrop¨®loga, que trabaja en la villa.
Hay que ver c¨®mo transcurre la vida de un chico de Ciudad Oculta en edad escolar para llegar a la conclusi¨®n m¨¢s pesimista. 'Su padre no tiene trabajo. Para comer tiene que ir al comedor. Desde peque?o se pierde algo tan importante como comer en familia. Ve al padre todo el d¨ªa en la casa sin hacer nada. La mayor¨ªa de estos chicos no pasan de la primaria, porque pasar a secundaria implicar¨ªa ir a una escuela m¨¢s lejana, a la que hay que ir en colectivo, y no hay dinero'. El adolescente de la villa mira hacia fuera y ve la otra Argentina, 'porque hay otra Argentina', dice Marina Pu¨¦rtolas, pediatra, con 14 a?os a sus espaldas en Ciudad Oculta, 'y pretende tener cosas que tienen otros adolescentes'. 'Aqu¨ª el camino de la drogadicci¨®n y de la delincuencia es muy f¨¢cil', a?ade. Una minor¨ªa de los 10.000 habitantes de la villa tiene alguna actividad laboral. Estos privilegiados viven de las chapuzas, la construcci¨®n y de conducir un taxi o un autob¨²s. Pero la moneda com¨²n es el robo. Cada tarde, en las oficinas del sindicato hay largas colas para apuntarse a un subsidio de 200 pesos por tres meses.
La polic¨ªa entra en contadas ocasiones, y cuando lo hace moviliza a numerosos efectivos. En m¨¢s de una ocasi¨®n se producen tiroteos.
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