El Gobierno de EE UU revisa sus contratos con la empresa Enron y la consultora Arthur Andersen
Washington investiga si el plan de energ¨ªa del vicepresidente Cheney benefici¨® a la compa?¨ªa
En una muestra de c¨®mo Enron ha ca¨ªdo en picado y en desgracia, la Casa Blanca ha anunciado su intenci¨®n de revisar los contratos oficiales de suministro de energ¨ªa adjudicados a la compa?¨ªa en bancarrota. El Gobierno someter¨¢ tambi¨¦n a revisi¨®n los contratos con la empresa auditora Arthur Andersen. En total, ambas compa?¨ªas pueden perder acuerdos que suman 70 millones de d¨®lares (82 millones de euros) anuales. Mientras tanto, el Congreso va a investigar si el plan energ¨¦tico del Gobierno dise?ado por el vicepresidente, Dick Cheney, se redact¨® a la medida de los intereses de Enron.
Es evidente que la Casa Blanca trata de distanciarse al m¨¢ximo del esc¨¢ndalo al anunciar la revisi¨®n y posible ruptura de los contratos oficiales con Enron y Arthur Andersen, valorados en m¨¢s de setenta millones de d¨®lares anuales.
Parad¨®jicamente, Enron tiene un suculento contrato de suministro energ¨¦tico con el Departamento de Justicia, que ahora investiga a la compa?¨ªa por haber ocultado el estado real de sus finanzas mientras su c¨²pula directiva se enriquec¨ªa con la venta r¨¢pida de sus acciones.
Enron obtiene medio mill¨®n de d¨®lares anuales de Justicia por suministro de gas y electricidad. Tampoco es casualidad que el mismo departamento sea tambi¨¦n cliente preferencial de Arthur Andersen, que recibe 2,6 millones de d¨®lares (2,91 millones de euros) anuales por servicios de consultor¨ªa financiera. El Pent¨¢gono es tambi¨¦n cliente de ambas empresas: paga anualmente 11,4 millones a Arthur Andersen y 5,7 millones a Enron.
Mitchell Daniels, director presupuestario de la Casa Blanca, ha enviado una carta a la Administraci¨®n General de Servicios (el organismo encargado de supervisar las contrataciones gubernamentales) en la que ordena la revisi¨®n inmediata de las adjudicaciones para asegurarse de que se ajustan a la norma federal que exige 'un historial satisfactorio de integridad y ¨¦tica empresarial' a las compa?¨ªas contratadas por cualquier departamento gubernamental.
Daniels asegura que las informaciones sobre destrucci¨®n de documentos y manipulaci¨®n de informaciones 'dicen muy poco a favor de ambas corporaciones y de su capacidad de proporcionar un servicio de calidad'. Seg¨²n Daniels, la situaci¨®n hace que los contratos del Gobierno con Enron y Arthur Andersen tengan que analizarse para tratar de detectar 'potenciales irregularidades'.
Enron declin¨® comentar esta decisi¨®n. Un portavoz de Arthur Andersen, Patrick Dorton, asegur¨® que su compa?¨ªa tiene un 'historial demostrado de servicios excelentes a los clientes gubernamentales', aunque acept¨® que 'puede existir la necesidad de renovar la confianza' en su empresa.
La decisi¨®n de la Casa Blanca ha llegado justo un d¨ªa despu¨¦s de que comiencen en el Congreso las primeras sesiones de alguna de las m¨²ltiples comisiones de investigaci¨®n que van a analizar el comportamiento de la empresa energ¨¦tica de Houston y la compa?¨ªa financiera de Chicago. Al menos 10 comisiones suman ya su trabajo a las investigaciones del Departamento de Justicia y la Comisi¨®n del Mercado de Valores.
Miles de trabajadores y accionistas perdieron sus ahorros y sus pensiones en muchos casos cuando Enron anunci¨® repentinamente unas p¨¦rdidas que en realidad se hab¨ªan ocultado con ingenier¨ªa financiera en los ejercicios anteriores.
Enron ha financiado campa?as pol¨ªticas de dem¨®cratas y republicanos, aunque sus v¨ªnculos con este ¨²ltimo partido y especialmente con George W. Bush van m¨¢s all¨¢ de la contribuci¨®n simb¨®lica a las campa?as. Bush ha obtenido 623.000 d¨®lares en contribuciones de Enron desde que comenz¨® su carrera pol¨ªtica en Tejas.
Amigo personal de Bush
El que fuera hasta el jueves presidente de Enron, Kenneth Lay, considerado amigo personal de Bush, telefone¨® a altos cargos de la Casa Blanca en oto?o para advertir sobre el desastre financiero en el que estaba la compa?¨ªa.
El Gobierno de Estados Unidos no atendi¨® las peticiones de ayuda de Lay. Bush defiende la ¨¦tica de esta decisi¨®n, aunque en ¨²ltimo t¨¦rmino perjudic¨® a los accionistas, porque no les alert¨® sobre la situaci¨®n real de la empresa. Por otra parte, y a la espera todav¨ªa de los resultados definitivos de la autopsia, la polic¨ªa mantiene la tesis del suicidio en la muerte de Clifford Baxter, vicepresidente de Enron hasta mayo del a?o pasado.
Baxter se hab¨ªa lucrado enormemente con la venta de acciones, pero al mismo tiempo hab¨ªa criticado abiertamente algunas de las operaciones turbias de la compa?¨ªa. Su abogado, Michael Levy, asegur¨® ayer que no tiene 'sospecha alguna de que este acontecimiento desafortunado haya tenido nada que ver con la investigaci¨®n', a pesar de que Baxter figuraba entre los 29 acusados en las demandas contra la empresa y tambi¨¦n iba a ser citado por alguna de las comisiones del Congreso.
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