Mi admirado Marsillach
Desde siempre me he sentido identificado con ese gran personaje desaparecido, Adolfo Marsillach. ?ltimamente, le¨ª sus memorias y hubiera suscrito cada p¨¢gina escrita. Por ello he sentido siempre por ¨¦l un gran respeto y admiraci¨®n, adem¨¢s de entenderle en su eterna duda sobre todo. Porque en ella estamos muchos.
Pero lo que me ha parecido mal, aunque no me ha extra?ado en absoluto, es la no presencia en su despedida de la ministra de Cultura y de alg¨²n miembro del Gobierno. Sobre todo, cuando d¨ªas antes, otro gran personaje, como Camilo Jos¨¦ Cela, tuvo la presencia de una parte importante del PP. Es mezquino que la pol¨ªtica sea capaz de separar la cultura y el respeto hacia las personas.
El talante de este Gobierno es tan mezquino que no merece la pena ni una palabra m¨¢s.
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