Pendientes de los resultados
Los centros y profesores norteamericanos viven con nervios el cambio en la orientaci¨®n de la docencia que implica la reforma
Los colegios de Estados Unidos se preparan para enfrentarse al desaf¨ªo que plantea la reforma educativa. Hay nervios porque es un cambio de enfoque radical: la educaci¨®n norteamericana se preocupaba hasta ahora sobre todo por los conocimientos que se impart¨ªan, pero a partir de ahora va a estar orientada a los resultados. Est¨¢n en juego puestos de trabajo, centros escolares y, sobre todo, el futuro de los 47 millones de ni?os que estudian primaria y secundaria.
La carrera contra el tiempo que ha empezado este mes la viven de una forma muy distinta los colegios, de acuerdo a su grado de preparaci¨®n. Hay 9.700 centros con un nivel docente inferior al m¨ªnimo requerido en la ley de reforma, seg¨²n datos de la Secretar¨ªa Nacional de Educaci¨®n. A estos les van a dar un plazo m¨¢ximo de 12 a?os para enmendarse, siempre que vayan demostrando que avanzan; de lo contrario, a los seis a?os el gobierno federal puede ordenar su clausura o la renovaci¨®n ¨ªntegra de la plantilla. A los alumnos se les dar¨ªa la posibilidad de 'desertar' a colegios mejores ya desde el segundo a?o en que el centro no diera se?ales de mejorar.
Desertar¨ªan a colegios como Coral Way Elementary de Miami que pertenece a la categor¨ªa de centros a los que la adaptaci¨®n a la nueva normativa les va a costar menos esfuerzo porque llevan a?os en primera l¨ªnea de la vanguardia educativa. Coral Way Elementary est¨¢ reconocido como un colegio mod¨¦lico a pesar de estar en un distrito escolar de los m¨¢s complejos del pa¨ªs. El distrito del condado de Miami-Dade es el cuarto en tama?o de los 15.000 que hay en EEUU. Tiene 370.000 escolares y 19.200 maestros y tiene adem¨¢s un reto que pocos otros enfrentan: un cont¨ªnuo flujo de hijos de inmigrantes pobres con un escaso o nulo grado de escolarizaci¨®n.
Un 71% de los 1.376 estudiantes de Coral Way Elementary son inmigrantes hispanos. Nada m¨¢s entrar los sumergen en una ense?anza intensiva de ingl¨¦s pero al mismo tiempo contin¨²an estudiando la mitad de las asignaturas en espa?ol porque este es el primer colegio de EE UU que implant¨® la educaci¨®n bilingue, en 1963. El nivel de lectura, escritura y matem¨¢ticas es tambi¨¦n alto porque llevan ya cinco a?os realizando ex¨¢menes anuales, que ahora s¨®lo tendr¨¢n que ajustar a los que imponga el gobierno federal.
La experiencia con ni?os de diversas procedencias ¨¦tnicas y sociales (por aqu¨ª han pasado hijos de diplom¨¢ticos espa?oles, por ejemplo) ha preparado a este colegio para poder cumplir con m¨¢s facilidad con el requisito de Bush de equiparar la educaci¨®n de estudiantes pobres y ricos, negros, hispanos y blancos. La directora de Coral Way Elementary, Migdalia Vega, opina que la reforma va a mejorar considerablemente la ense?aza porque dice que ya era hora de que se exigieran responsabilidades: 'Todo el mundo tiene que producir, y si no puede o no mejora su producci¨®n pues hay que buscar a otra persona. En los ¨²ltimos 4 o 5 a?os ha habido ex¨¢menes pero no ha habido consecuencias. El que sal¨ªa bien, bien, y el que sal¨ªa mal no le pasaba nada'.
La portavoz de la Federaci¨®n Nacional de Maestros, Janet Bass cree que el caballo de batalla va a ser encontrar suficientes profesores cualificados, en el caso de que haya que sustituir a un porcentaje de los actuales. 'El problema es la enorme escasez de profesores. La raz¨®n es simple, los salarios no pueden competir con los de la empresa privada'.
El sueldo promedio de un maestro de primaria o secundaria con varios a?os de docencia es de 41.820 d¨®lares (47.200 euros), pero el de alguien que empieza no sobrepasa los 31.000 d¨®lares (35.000 euros). Bass y Vega concuerdan en que cualquier profesional con conocimientos de ciencia por ejemplo el doble o el triple en una corporaci¨®n.
La reforma no incluye subidas salariales aunque permite un uso flexible de parte de los fondos destinados en principio a la capacitaci¨®n para, entre otros fines, aumentar el sueldo o contratar a m¨¢s personal docente.
Por el momento hay m¨¢s preguntas que respuestas sobre la viabilidad de una ambiciosa reforma que s¨®lo se ha visto en papel. Esta semana un grupo de directores de colegio de todo el pa¨ªs se va a reunir en Washington con el secretario de educaci¨®n, Rod Paige, para discutir la puesta en pr¨¢ctica.Educaci¨®n
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Un blindaje contra las demandas
Los profesores de EE UU podr¨¢n imponer desde ahora disciplina 'razonable' en las aulas sin temor a acabar por ello en los tribunales. La nueva ley blinda a todo el cuerpo docente 'contra demandas fr¨ªvolas' por implantar medidas de orden o control en las clases. La inmunidad no los protege, sin embargo, cuando sus actos violen las leyes de derechos civiles de los alumnos. En el pa¨ªs de las demandas, los maestros y los centros son frecuentemente un objetivo, a veces por motivos que bordean lo rid¨ªculo. Por ejemplo, una interpuesta recientemente en el Estado de Tennessee alegaba que dos profesores 'confiscaron indebidamente un yo-yo' durante una excursi¨®n a un museo en la que el colegio hab¨ªa prohibido que los ni?os llevaran juguetes. Otro caso mencionado por la organizaci¨®n Citizens Against Lawsuit Abuse es el de una alumna que se dio un golpe en los dientes contra una silla mientras bromeaba con una compa?era y luego demand¨® a la profesora que estaba en la clase. Ambos casos est¨¢n pendientes de resoluci¨®n. La Ley de Reforma de la Educaci¨®n Primaria y Secundaria establece adem¨¢s una segunda capa de protecci¨®n legal, limitando las indemnizaciones por 'da?os emocionales' que puede llegar a cobrar un alumno en los instancias en que los tribunales determinen que un educador ha incurrido en responsabilidades. La ley tambi¨¦n eleva el nivel de pruebas para poder demandar a un maestro. Tienen que ser 'actos flagrantes', y las pruebas, 'evidentes'. Los centros docentes est¨¢n de enhorabuena con la nueva normativa, pero tambi¨¦n ha suscitado fuertes cr¨ªticas. Public Citizen, uno de los principales grupos en defensa de los consumidores, la ha calificado como 'una protecci¨®n para los maestros abusadores y peligrosos'. El congresista que la ha patrocinado, Kevin Brady, dice, por el contrario, que la disciplina es el instrumento clave con el que cuenta el profesorado para evitar masacres como la ocurrida hace dos a?os en Columbine High School, del Estado de Colorado, en la que murieron 13 estudiantes y un profesor a causa de los disparos de dos alumnos. 'Protege a los profesores que hacen lo debido, no a los que hacen lo indebido, que deber¨¢n confrontar a la justicia', se?al¨® Brady.
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