La recesi¨®n y el 'caso Enron', relegados por la guerra
El desempleo afecta al 5,8% de la poblaci¨®n activa estadounidense. La econom¨ªa, pese al inesperado repunte anunciado ayer, apenas muestra pulso, y el alto endeudamiento general, de las empresas como de los particulares, dificulta la recuperaci¨®n, al igual que el boquete abierto en el presupuesto por los gastos militares. Las irregularidades contables descubiertas en una empresa del tama?o de Enron suscitan una creciente desconfianza en los mercados burs¨¢tiles, que se han tragado ya los ahorros de muchos. Todas estas cuestiones son las que m¨¢s preocupan a los ciudadanos de Estados Unidos, m¨¢s incluso que el riesgo de nuevos atentados, y George W. Bush apenas les dedic¨® una quinta parte de su discurso.
En el apartado dom¨¦stico, Bush no fue concreto ni convincente. Dijo que su programa econ¨®mico se resum¨ªa en una palabra, 'empleos', sin explicar c¨®mo crearlos, y exigi¨® 'transparencia a las empresas' sin citar el caso Enron, un esc¨¢ndalo que est¨¢ ech¨¢ndose encima de la Casa Blanca. Trat¨® las dificultades econ¨®micas y sociales casi como un ap¨¦ndice de la guerra, indic¨® que deb¨ªan resolverse 'con el mismo esp¨ªritu de cooperaci¨®n aplicado a la lucha antiterrorista' y pidi¨® a los ciudadanos que hicieran 'trabajos voluntarios para ayudar a sus vecinos'.
La oposici¨®n dem¨®crata replic¨® de inmediato con la estrategia prevista. Richard Gephardt, uno de los presidenciables dem¨®cratas para 2004, ofreci¨® un respaldo total en la cuesti¨®n b¨¦lica, rehuyendo la pol¨¦mica sobre una guerra masivamente popular entre los electores y que cuesta mil millones de d¨®lares al mes, y enumer¨® la lista de asignaturas pendientes (empleo, debilitamiento de la Seguridad Social, d¨¦ficit presupuestario) de George W. Bush.
En noviembre se celebrar¨¢n elecciones para renovar a los 435 miembros de la C¨¢mara de Representantes y a 35 de los 100 miembros del Senado, y en esas elecciones no se votar¨¢ sobre guerra o pol¨ªtica exterior, sino sobre asuntos dom¨¦sticos.
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