Ast¨¦rix y Ob¨¦lix se encuentran con Cleopatra en su nuevo filme

El rodaje dur¨® varios meses y tuvo lugar entre Malta, Ouarzazate (Marruecos) y Par¨ªs. El productor, Claude Berri, ha gastado 45 millones de euros y aspira a conquistar, s¨®lo en Francia, entre 9 y 14 millones de espectadores. El reto es considerable, incluso para una industria que vive en medio del clima de euforia propiciado por los resultados econ¨®micos de 2001. Ast¨¦rix y Ob¨¦lix: misi¨®n Cleopatra se ha estrenado el pasado mi¨¦rcoles y es la primera de las grandes apuestas de la industria francesa en 2002 a favor de un cine popular.

'He querido que esta segunda aventura filmada de Ast¨¦rix y Ob¨¦lix transcurriera lejos del pueblecito galo, de la misma manera que Uderzo y Gosciny tambi¨¦n se fijaron como norma que una historieta tuviera como marco la Francia ocupada por los romanos y la siguiente sucediese en el extranjero', explica Alain Chabat, el director de la cinta.

Son dos b¨¢rbaros, que llegan a Egipto y descubren una civilizaci¨®n fabulosa

Depardieu ha adelgazado 30 kilos del primer Ast¨¦rix al de ahora

Durante el rodaje, Chabat s¨®lo se sacaba una camiseta con la inscripci¨®n 'The scenary never changes' ('El gui¨®n no se cambia') cuando revest¨ªa la armadura de Julio C¨¦sar, personaje que ¨¦l encarna. 'Trabaj¨¦ el gui¨®n durante meses, todos los gags estaban previstos, las r¨¦plicas milimetradas, pero eso no significa que me negase a escuchar las sugerencias de los distintos int¨¦rpretes. Pero cuando manejas un presupuesto considerable tienes que evitar el perderte, el encontrarte de pronto con m¨¢s metraje del previsto o con secuencias cuyo tono no encaja con el conjunto'.

En el plat¨® parisiense Chabat dispuso el interior del palacio de Cleopatra. Los t¨¦cnicos andaban por ¨¦l con gruesas zapatillas de gomaespuma para evitar da?ar un suelo de falso y fr¨¢gil m¨¢rmol. En la pantalla, Monica Bellucci es Cleopatra; Ast¨¦rix sigue siendo Christian Clavier, y Ob¨¦lix, G¨¦rard Depardieu. 'Han tenido que adaptarme los pantalones, pues cuando rod¨¦ el primer Ast¨¦rix pesaba 135 kilos y ahora ando por los 105', confiesa divertido el actor. Una operaci¨®n a coraz¨®n abierto oblig¨® al gigant¨®n a la mesura. 'La cinta de Claude Zidi' -la anterior aventura de los personajes- 'era formidable, pero se circunscrib¨ªa a describir la vida en el villorrio galo. La de Chabat ofrece a los personajes una oportunidad de confrontaci¨®n cultural', a?ade Depardieu.

Para Chabat, 'Ast¨¦rix y Ob¨¦lix son dos b¨¢rbaros, dos patanes que llegan a Egipto y descubren una civilizaci¨®n fabulosa, mucho m¨¢s evolucionada que la suya, a la que s¨®lo pueden enfrentarse gracias a la poci¨®n m¨¢gica que les proporciona el druida Panor¨¢mix' (Claude Rich). ?ste, por su parte, celebra 'que este segundo filme sea m¨¢s po¨¦tico y m¨¢s humano que el primero, pues los personajes somos un poquito menos caricaturescos, aunque la historia est¨¦ repleta de bromas que remiten a la actualidad, como el que los arquitectos entreguen las obras siempre con retraso'.

Jamel Debbouze, un popular animador de Canal + en Francia, les roba protagonismo a todos los dem¨¢s. ?l es Numerobix, el arquitecto que se juega la vida para edificar para Cleopatra un palacio en un tiempo r¨¦cord. 'Jamel es un actor con unas posibilidades enormes, una personalidad distinta, y la historia lo sit¨²a en el centro de la intriga porque corre el riesgo de acabar siendo devorado por los cocodrilos. Depardieu y Clavier intervienen menos en clave de c¨®mic que en la primera entrega, hacen menos muecas, gesticulan poco, y eso hace que se les vea menos'.

Respecto a su modelo en historieta dibujada, Chabat se ha permitido muchas libertades. 'He inventado personajes, he dado m¨¢s cancha a los piratas, que siempre me han parecido muy divertidos, y he jugado tambi¨¦n con los referentes cinematogr¨¢ficos, como Elizabeth Taylor, Claudette Colbert o Theda Bara'.

Dado que Uderzo impone, por contrato, que la pel¨ªcula no se estrene por Navidad y que no coincida con el lanzamiento de ning¨²n nuevo ¨¢lbum suyo, el producto se ha tenido que adaptar a ciertas exigencias. 'El espectador de 7 a?os tiene que disfrutar tanto como el de 30. No he querido hacer cine infantil, pero tampoco que un chaval de menos de diez a?os se encontrase de pronto con tres bromas consecutivas que fuesen incomprensibles para ¨¦l, que no se sintiese excluido por un juego de palabras o una referencia que ¨¦l no puede conocer'.