G¨¦rard Depardieu: 'No me atraen los h¨¦roes positivos, me resultan muy aburridos'
El actor franc¨¦s presenta 'Misi¨®n Cleopatra', la segunda entrega de 'Ast¨¦rix y Ob¨¦lix'
Menuda sorpresa. Todos los que esperaban ver llegar a un Ob¨¦lix de 120 kilos se encontraron a un G¨¦rard Depardieu con el peso muy equilibrado con su estructura corpulenta. Hay hasta quienes lo vieron delgado. En todo caso, este mito del cine franc¨¦s apareci¨® igual de atractivo que siempre y de buen humor. Ayer present¨® en Madrid Ast¨¦rix y Ob¨¦lix. Misi¨®n Cleopatra, la segunda entrega de la serie de c¨®mic. 'No me gustan los h¨¦roes positivos, me aburren. Me atraen los personajes que aman. A Ob¨¦lix le trastorna mucho estar enamorado, y a m¨ª tambi¨¦n', afirm¨® este actor que echa de menos a Fran?ois Truffaut y a?ora el cine de autor.
No se extendi¨® demasiado en hablar de la nueva superproducci¨®n que se estrena ma?ana, dirigida por Alain Chabat y en la que participan Monica Bellucci (Cleopatra) y Christian Clavier (Ast¨¦rix). La compar¨® con la primera, Ast¨¦rix y Ob¨¦lix contra C¨¦sar, en la que tambi¨¦n interpreta al mismo personaje, y afirm¨® que la ventaja de esta ¨²ltima es que Ob¨¦lix viaja con Cleopatra a diferentes pa¨ªses: Grecia, Espa?a, Egipto..., 'y eso es lo interesante, los cambios culturales que atraviesa'. Sobre si se sent¨ªa a gusto en ese papel, este inmenso actor y hombre vividor ensalz¨® la capacidad de Ob¨¦lix para asombrarse por todo.
Poco m¨¢s dijo de Misi¨®n Cleopatra. Cuando se refiri¨® al resto de los personajes (en realidad, s¨®lo mencion¨® a uno, a la guapa Monica Bellucci), aflor¨® el hombre con fama de mujeriego que hay detr¨¢s del actor. 'Monica es una mujer excepcional y muy sensual, muy sensual', repiti¨® ri¨¦ndose. 'Y es muy italiana. La verdadera Cleopatra creo que no era tan bella, era peque?a como su nariz y bastante gorda'.
M¨¢s que nada, este actor nacido hace 53 a?os en la localidad francesa de Chateauroux, que ha trabajado con algunos de los grandes (como Truffaut, Bernardo Bertolucci, Andrzej Wajda y Marco Ferreri), se mostr¨® interesado en hablar de su querencia por el cine de autor y de c¨®mo est¨¢ evolucionando la industria cultural.
Tras proclamar que no le gusta creerse una estrella -'lo que me gusta es la gente, compartir estos momentos importantes con quienes me rodean, porque en esta vida pasamos muy poco tiempo'-, afirm¨®: 'Echo de menos a personas como Truffaut, que pod¨ªan contar historias muy simples y llevarlas al cine. Falta gente que tenga ese esp¨ªritu, como tambi¨¦n lo tuvo Bu?uel y ahora quiz¨¢ Woody Allen y Pedro Almod¨®var, que tiene cosas que contar sobre su madre y las mujeres'.
Luego se quej¨® de que no existan, a su juicio, productoras independientes y que las que hay 'no tengan gusto, s¨®lo piensan en el dinero porque no les interesa el cine'.
Llegados a este punto, se explay¨® al opinar sobre el cine e industria americanos. 'La cultura americana se ha convertido en la gendarmer¨ªa de toda Europa y durante mucho tiempo han olvidado al resto de las culturas'. Sali¨® su esp¨ªritu rebelde. 'Sus h¨¦roes son muy simples, funcionan con esa idea maniquea de los buenos que luchan contra los malos, frente a los h¨¦roes europeos que luchan por la libertad'.
M¨¢s adelante salv¨® algunos muebles. 'Los americanos son muy buenos en crear industria y han sabido encontrar una idea de marca en sus productos. Por ejemplo, Madonna es una marca que podr¨ªa cotizar en Bolsa. Ella, como Michael Jackson, son una industria en s¨ª mismos. Pero no pienso que el cine americano sea malo. Y no se trata de combatirlo o resistir desde Europa, sino de trabajar juntos. El problema no es del cine americano, que est¨¢ de capa ca¨ªda, no hay m¨¢s que ver las pel¨ªculas de acci¨®n, sino que el cine europeo encuentre su sistema de trasmisi¨®n. Porque los americanos son due?os no s¨®lo de las pel¨ªculas, sino de los canales de difusi¨®n'.
Para este actor, dispuesto a rodar la tercera entrega de Ast¨¦rix y Ob¨¦lix, la industria y el dinero han acabado con la creaci¨®n. 'Godard ya no crea, s¨®lo repite', consider¨®. 'Estamos en un mundo de apariencia. En m¨²sica est¨¢n los Beatles y los Rolling Stones, el resto es ruido. Nos encontramos en un periodo de ausencia total de creaci¨®n. La revista Cahiers du Cin¨¦ma representa el mundo del que hablo, el de la creaci¨®n. Y el hecho de que en su portada vaya Spiderman es que estamos averiados'. Despu¨¦s de participar en casi 150 pel¨ªculas, ?qu¨¦ le mueve entonces a rodar? 'Encontrar la f¨®rmula para llevar nuestras historias y nuestros personajes al p¨²blico'.
Mientras tanto, su curiosidad y vitalismo le han empujado a colaborar en ¨®peras de Bart¨®k y Stravinski; a continuar en teatro y televisi¨®n; a tener negocios de petr¨®leo en Cuba y a hacer vino. 'Estoy abierto a todas las culturas'.
A vueltas con la dieta
La americana, beis; el pantal¨®n, verdoso, y una camisa azul clara, casi como el color de sus ojos, revelaban que Depardieu hab¨ªa podido perder 30 kilos, o m¨¢s, que son los que dijeron que hab¨ªa adelgazado. ?Qu¨¦ ha hecho para lucir ahora ese tipazo?, le solt¨® una periodista. 'No me resulta muy dif¨ªcil ni engordar ni adelgazar. Lo hago en funci¨®n de c¨®mo est¨¦ mi cabeza. Normalmente, cuando me siento mal, engordo, y no es ninguna tonter¨ªa tomar un antidepresivo para adelgazar. A veces me resulta demasiado cargante adelgazar y creo que es cuando mi cabeza no est¨¢ bien. Lo principal es estar a gusto en la piel de uno'.
?l parece estarlo, porque se mostr¨® animado. Eso s¨ª, no se inmut¨® ni hizo ninguna broma cuando en el sal¨®n de la rueda de prensa aparecieron a modo de atrezzo unos cuantos j¨®venes disfrazados de romanos.
Se sabe que no le gustan las promociones y aguant¨® amablemente una entrevista tras otra. Atendi¨® con cari?o a un tal Pierre cuando en medio de una respuesta el m¨®vil (que le avisa con la m¨²sica de la ¨®pera Aida) le interrumpi¨®.
Estuvo reidor, sobre todo al acabar algunas frases: 'El mejor efecto especial es que una pareja funcione, aunque sea con Viagra'. 'Y me gusta m¨¢s la sensualidad que la sexualidad, porque despu¨¦s del acto y el cigarro no hay nada m¨¢s'.
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