Un misterio degradado
Hay insolencia, y a veces tambi¨¦n necedad, detr¨¢s de la pr¨¢ctica par¨¢sita, y a veces tambi¨¦n plagiaria, del remake o refilmaci¨®n -intrusa entrada a saco en pel¨ªculas ajenas para hacerlas propias, lo que de paso apesta a robo legal-, aberraci¨®n a que conduce con asqueante frecuencia el desierto imaginativo de Hollywood. En ocasiones, pocas, esa refilmaci¨®n se mueve con desparpajo por derroteros de alguna ocurrencia propia, lo que redime en parte el entuerto. Es el caso de Ocean's eleven, que extrae nuevas sombras de la luz declinante de La cuadrilla de los once; y, en el polo opuesto, la penosa copia plano a plano de Psicosis de Hitchcok, por el globo hinchado de Gus van Sant, cuya haza?a mover¨ªa a risa si no moviese al retortij¨®n que acompa?a a toda sensaci¨®n de estafa. Pues bien, Vanilla sky, refilmaci¨®n de la excelente Abre los ojos, de Alejando Amen¨¢bar, por un Cameron Crowe (recu¨¦rdese su olvidable Jerry Maguire) servil a la insaciable vanidad de Tom Cruise, cuya presencia atiborra hasta el empacho las oquedades de este filme tramposo, par¨¢sito y de la peor escuela plagiaria.
VANILLA SKY
Direcci¨®n y gui¨®n: Cameron Crowe, basado en Abre los ojos, de Amen¨¢bar y Mateo Gil. Int¨¦rpretes: Tom Cruise, Pen¨¦lope Cruz, Kurt Russell, Jason Lee, Noah Taylor, Cameron D¨ªaz. G¨¦nero: thriller, EE UU, 2002. Duraci¨®n: 130 minutos.
Todo ocurre en Vanilla sky tan al pie de la letra de Abre los ojos que no se entiende qu¨¦ alquimia de la caradura ha usado Cameron Crowe como p¨®cima moral que le permite sin rubor proclamarse autor de un gui¨®n que en todo lo esencial escribieron otros. Pero hay en estos lodos un resbaladizo paso m¨¢s all¨¢, porque si algo nuevo, algo original, algo que justifique su existencia, hay en Vanilla sky es que desvela, simplifica y aclara algunos oscuros pliegues del filme espa?ol del que se alimenta. Y es esto lo que convierte a Vanilla sky en una pel¨ªcula muy inferior a su inspiradora, porque al perderse Cruise y Crowe en el empe?o de hacer cine potito, predigerido, y aclarar la trama original, lo que en realidad hacen es reproducir mec¨¢nicamente, eludiendo todo riesgo, con la espalda bien cubierta, el esp¨ªritu de un filme que se la jugaba en cada rinc¨®n de cada secuencia y a veces casi en cada plano.
Y lo que en Abre los ojos era un salto mortal sin red protectora, un buceo dentro del horror al v¨¦rtigo y al despe?amiento, una arriesgada y comprometida aventura de la inventiva, se hace aqu¨ª rutina de edred¨®n, pobreza de lujo, cine embadurnado de brillantina e impreso en papel cuch¨¦. Y los balbuceos de la fr¨¢gil y admirable exploraci¨®n de Amen¨¢bar -hecha con temor y pudor, casi de puntillas, con las cautelas de quien se mueve sobre tierras movedizas y transita caminos no transitados- dentro del instante oscuro e inabarcable del parpadeo de una mirada ag¨®nica, en el interior del enigma que se esconde en un abrir y cerrar de ojos, deja en Vanilla sky de ser tal enigma para convertirse en un juego, o jugueteo, de ocultamientos. Y lo que all¨ª enunciaba el puzle de un poema visual aqu¨ª se convierte en prestidigitaci¨®n de im¨¢genes prefabricadas y se degrada a la condici¨®n de simple secreto o, si se quiere, de misterio mec¨¢nico, despojado de poes¨ªa.
Vanilla sky est¨¢ llena, ad nauseam, de gui?os cin¨¦filos opacos y de torpes y facilones juegos de espejos. No expulsa ideas, ni crea sensaciones ni emociones de temor y de temblor. Su bella y n¨ªtida fotograf¨ªa no hace percibir el vac¨ªo, sino algo muy distinto, la vaciedad. No captura horror ni crea tiempo de pesadilla o de v¨¦rtigo mental. No es el filme loco y desmedido que pretende ser, sino una pel¨ªcula ordenadita, que al final se alarga, pesa, carga y sobrecarga, de manera que, paso a paso, inexorablemente, el embrollo en que quiere enredarnos se convierte en empanada, y desemboca en un final aparatoso que, pretendiendo iluminar la mara?a mental que plagia, convierte a sus oscuridades en nidos de confusi¨®n y en focos de tedio.
![Pen¨¦lope Cruz y Tom Cruise, en una secuencia de <i>Vainilla Sky</i>.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/P3WJTPX3KUA5CSHSXF6UFTH3HU.jpg?auth=d4417a4d10284d0be8b19a6e1c74d9124782f2938503a8d6a0935da65cfc5a2d&width=414)
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