La nueva figura del directivo cierra el c¨ªrculo vicioso

La ausencia de concursos p¨²blicos para dotar plazas vacantes en el seno de la Administraci¨®n de la Generalitat a lo largo de los ¨²ltimos a?os ha generado un colapso de las v¨ªas de promoci¨®n estipuladas y ha provocado una dependencia excesiva de decenas de cargos de cierta jerarqu¨ªa de sus inmediatos superiores pol¨ªticos. El abuso de la comisi¨®n de servicios para cubrir vacantes o de los procedimientos de libre designaci¨®n ajenos al concurso de m¨¦ritos ponen en tela de juicio la profesionalidad de los altos cargos y constituyen una f¨®rmula id¨®nea para ejercer un f¨¦rreo control pol¨ªtico sobre todo el aparato administrativo.

La pretensi¨®n declarada del Consell de crear la figura del directivo p¨²blico constituye la ¨²ltima agresi¨®n a un aparato donde la promoci¨®n debe estar estrictamente presidida por la capacidad y el m¨¦rito acreditados por los servidores p¨²blicos.

El primer borrador de la ley de Funci¨®n P¨²blica elaborado por la Consejer¨ªa de Administraci¨®n P¨²blica, cuya segunda versi¨®n analiza ahora el Consell Jur¨ªdic Consultiu, establece que tendr¨¢n consideraci¨®n de directivos p¨²blicos 'los m¨¢ximos responsables ejecutivos de los entes p¨²blicos, organismos aut¨®nomos y empresas p¨²blicas' y todos aquellos puestos generados por el 'desarrollo de las estructuras administrativas' que no sobrepasen el nivel jer¨¢rquico inmediatamente inferior al de director general.

El perfil del puesto

Los directivos ser¨¢n nombrados por su inmediato superior 'entre personas cuya capacidad se ajuste al perfil del puesto y cuenten con una experiencia profesional m¨ªnima de cinco a?os en el sector p¨²blico o privado'.

El texto prev¨¦ 'un procedimiento que se desarrollar¨¢ reglamentariamente' para proveer tales puestos, 'en el que se garantizar¨¢ la convocatoria p¨²blica y una evaluaci¨®n profesional de adecuaci¨®n al perfil del puesto'.

Otra cuesti¨®n es establecer objetivamente tal 'perfil', un asunto que tropieza frontalmente con toda la legislaci¨®n vigente, incluso con los programas y promesas electorales del PP.

El texto vigente de la Constituci¨®n establece que 'la Administraci¨®n P¨²blica sirve con objetividad los intereses generales' y que 'la ley regular¨¢ el estatuto de los funcionarios p¨²blicos, el acceso a la funci¨®n p¨²blica de acuerdo con los principios de m¨¦rito y capacidad, y las garant¨ªas para la imparcialidad en el ejercicio de sus funciones'.

La Ley de Organizaci¨®n y Funcionamiento de la Adminsitraci¨®n General del Estado (LOFAGE), de 1997, 'consagra la profesionalizaci¨®n' de los empleados p¨²blicos y establece que 'los subsecretarios y secretarios generales t¨¦cnicos, en todo caso, y los directores generales, con car¨¢cter general, son altos cargos de responsabilidad directiva y habr¨¢n de nombrarse entre funcionarios para los que se exija titulaci¨®n superior'.

Un experto en derecho administrativo sugiere que la redacci¨®n del primer borrador de la ley de Funci¨®n P¨²blica que maneja el Consell podr¨ªa tropezar con serios problemas legales en lo relativo al estatuto del directivo p¨²blico puesto que viola los preceptos de la ley de R¨¦gimen Jur¨ªdico de las Administraciones P¨²blicas que establece que 'son nulos de pleno derecho' los actos 'dictados prescindiendo total y absolutamente del procedimiento legalmente establecido', en relaci¨®n a la LOFAGE, o aquellos que 'vulneren la Constituci¨®n'.

El 'perfil' que debe acreditar el directivo p¨²blico tambi¨¦n entra en abierta contradicci¨®n con el programa electoral del PP para las elecciones generales de 1996, que denunciaba 'la discrecionalidad, arbitrariedad y hasta sectarismo en los procediemientos de acceso y promoci¨®n dentro de la Funci¨®n P¨²blica'. Y apostaba por 'la neutralidad administrativa del Gobierno', sustentada sobre 'una Administraci¨®n P¨²blica profesionalizada en la que primen los principios de m¨¦rito y capacidad'.

Lo mismo que el programa general del PP para las elecciones municipales y auton¨®micas de 1999, que propon¨ªa 'establecer las m¨¢ximas garant¨ªas de objetividad en los procesos de selecci¨®n del personal' al servicio de la Administraci¨®n 'con arreglo a los principios de m¨¦rito y capacidad'.