El Congreso argentino admite a tr¨¢mite las demandas contra la Corte Suprema
El dictamen de la acusaci¨®n ser¨¢ trasladado al Senado, la C¨¢mara que dictar¨¢ sentencia
La hoja de la guillotina de la crisis, que ha hecho rodar en menos de dos meses las cabezas de dos titulares del Ejecutivo, est¨¢ ya limpia, aceitada y lista para segar la cabeza del Poder Judicial. La C¨¢mara de los Diputados admiti¨® a tr¨¢mite las demandas de juicio pol¨ªtico con las denuncias que consider¨® m¨¢s graves y mejor fundamentadas sobre las 42 finalmente recibidas. El dictamen de acusaci¨®n aprobado por la mayor¨ªa de la Comisi¨®n debe ser ratificado luego por los dos tercios de los diputados presentes en la sesi¨®n antes de que el proceso se traslade al Senado, la C¨¢mara de sentencia.
El presidente de la Corte Suprema, Julio Nazareno, y el vicepresidente, Eduardo Molin¨¦, denunciaron en comisar¨ªa que recibieron 'amenazas' en las que les advert¨ªan de que les iban a 'colgar a todos' si no renunciaban. El ministro de Justicia, Jorge Vanossi, dijo en un comunicado oficial que 'el Gobierno tiene el firme prop¨®sito de preservar el normal funcionamiento de todas las instituciones y la seguridad de sus integrantes y familiares'. Nazareno no durmi¨® anoche en el piso familiar del barrio Norte de Buenos Aires para evitarse la cacerolada de los jueves frente al palacio de los tribunales, que recorre luego los edificios donde residen algunos miembros del Supremo.
Para todos, inclusive para los acusados, el proceso no es m¨¢s que una formalidad. S¨®lo se especula sobre las opciones que tienen antes de que les condenen. Cinco de ellos iniciaron los tr¨¢mites para acogerse a la jubilaci¨®n y estaban dispuestos a renunciar, pero ahora no saben c¨®mo responder a la embestida. Los jueces que el pasado viernes declararon 'inconstitucional' el llamado corralito bancario, que impone restricciones a la retirada de dep¨®sitos y ahorros, se sienten a su vez acorralados porque no les han dejado ninguna puerta de salida. El diputado peronista Eduardo di Cola estima que 'alcanza con ese ¨²ltimo fallo para acusarles por mal desempe?o de sus funciones, pero hay cargos tan o m¨¢s graves que ¨¦se'.
En algunos casos, las pruebas de la acusaci¨®n son evidentes. El abuso de autoridad es manifiesto en fallos como el que libr¨® de prisi¨®n y de proceso al ex presidente Carlos Menem. El recurso que lleg¨® a la consideraci¨®n de la Corte Suprema fue presentado por la defensa del cu?ado de Menem, Emir Yoma, pero el tribunal aprovech¨® la oportunidad y extendi¨® la resoluci¨®n de modo que cubriera y protegiera como un paraguas a todos los involucrados en la supuesta 'asociaci¨®n il¨ªcita' responsable de la venta ilegal de 6.500 toneladas de armas a Ecuador y Croacia entre 1991 y 1995. Inclusive se permiti¨® veladas amenazas a la prensa por desarrollar su propia investigaci¨®n. Esa sentencia lleva la firma, entre otros miembros, de Nazareno.
En el Parlamento circula ya la lista de los jueces suplentes que podr¨ªan hacerse cargo interinamente de los sitios vacantes en el Tribunal si se impone la suspensi¨®n transitoria de alguno de los acusados. Cada tres a?os, la propia Corte renueva el listado de conjueces que nombra el Ejecutivo con acuerdo del Senado.
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