Obras de larga duraci¨®n

A la entrada del hotel Palace de Madrid -seguramente, uno de los que m¨¢s metros cuadrados tiene en planta- hay una placa que, m¨¢s o menos, dice as¨ª: 'Este hotel se proyect¨®, construy¨®, decor¨® e inaugur¨® en 15 meses...'. Y esto se realiz¨® en ?1912!, sin los medios t¨¦cnicos y mec¨¢nicos de los tiempos actuales.

Este r¨¦cord en la construcci¨®n deber¨ªa ser ejemplo para nuestras empresas de hoy, que se eternizan en las obras. Y esto viene a cuento por la lentitud de las obras que, desde hace no s¨¦ cu¨¢nto tiempo, se vienen realizando en el Cas¨®n del Buen Retiro, perteneciente al Museo del Prado, para su saneamiento y remodelaci¨®n. Pero, claro, la culpa no es s¨®lo de las empresas encargadas, sino tambi¨¦n y en mayor medida de los que tienen la obligaci¨®n de vigilar y obligar a que los plazos se cumplan.

Y no s¨®lo ocurre esto en el Cas¨®n, ya que podr¨ªamos poner infinidad de ejemplos; pero solamente me voy a referir a dos casos m¨¢s, que conozco de cerca: primero, las obras de un aparcamiento, de poca longitud, a la entrada de la calle de Vel¨¢zquez, que entorpecen enormemente el acceso a esa v¨ªa de gran circulaci¨®n. Y segundo, las obras de la iglesia de los Jer¨®nimos, comenzadas fuera de toda l¨®gica y es posible que tambi¨¦n fuera de la ley. Pues bien, despu¨¦s de desmontado el claustro, con el pretexto de su reparaci¨®n en unas naves de las afueras de Madrid -?se imaginan ustedes que se hubiera hecho lo mismo con el Acueducto de Segovia?-, en agosto pasado se demoli¨® el edificio que quedaba del monasterio de los Jer¨®nimos, construido hace cinco siglos, quedando al descubierto la fachada derecha de la iglesia, que da pena verla.

Cinco meses despu¨¦s de ese derribo, s¨®lo tenemos en su lugar un mont¨®n de tierra. Ya s¨¦ que este enojoso asunto est¨¢ pendiente de resoluci¨®n por parte del Tribunal Supremo, y es posible que el retraso de las obras se deba a tal circunstancia. ?Y si el alto tribunal dictamina que las obras no deben realizarse? ?Qu¨¦ pasar¨¢ con el atropello ya cometido? Como se ve, la pol¨ªtica seguida en este desdichado asunto ha sido de tierra quemada y de hechos consumados. Parece que el presidente del Gobierno desea pasar a la posteridad por el Cubo de Moneo y emular a Felipe II con el monasterio de El Escorial, a Franco con el Valle de los Ca¨ªdos y, m¨¢s recientemente, al se?or Gonz¨¢lez, que durante su Gobierno consigui¨® la terminaci¨®n, despu¨¦s de cien a?os, de nuestra catedral de La Almudena.

Y as¨ª sucesivamente...