Bush aplicar¨¢ la Convenci¨®n de Ginebra a los presos talibanes

La Casa Blanca introdujo otro matiz importante al anunciar la decisi¨®n presidencial: ninguno de los prisioneros -los talibanes y los voluntarios internacionales- tendr¨¢ el estatus de prisionero de guerra en los t¨¦rminos en los que se define en la Convenci¨®n de Ginebra. Adem¨¢s, 'en t¨¦rminos pr¨¢cticos, la vida de los detenidos no cambiar¨¢', seg¨²n el portavoz de la Casa Blanca.

El cambio de posici¨®n del Gobierno norteamericano llega tras fuertes presiones de los aliados europeos y de la campa?a de diversas organizaciones humanitarias para que los detenidos, tanto en Guant¨¢namo -158 hasta ayer, tras incorporarse otros 28- como en Afganist¨¢n, tuvieran un estatuto jur¨ªdico reconocido, y no la denominaci¨®n de 'combatientes ilegales' que inicialmente quer¨ªa la Casa Blanca. A los internados no se les aplicaban las leyes afganas, ni las estadounidenses, ni las internacionales.

En la Administraci¨®n de Bush hab¨ªa dos posturas diferentes sobre el tratamiento a los detenidos: el secretario de Estado, Colin Powell, encabezaba la posici¨®n moderada, partidaria de dar un paraguas jur¨ªdico a los presos; el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, capitaneaba el punto de vista de los duros, partidarios de mantener la definici¨®n de ilegales para talibanes y extranjeros de Al Qaeda.