El presidente argentino propone la reducci¨®n del 25% de los diputados y recortes presupuestarios
Eduardo Duhalde convoca a los ciudadanos de su pa¨ªs a 'fundar' la segunda rep¨²blica
Cuarenta d¨ªas despu¨¦s de anunciar que el pa¨ªs estaba 'fundido', el presidente argentino, Eduardo Duhalde, convoc¨® a los argentinos a la 'fundaci¨®n' de una segunda rep¨²blica. En un mensaje retransmitido la noche del viernes por la cadena nacional de radio y televisi¨®n, el jefe del Estado present¨® el Acuerdo Federal para la Reforma Pol¨ªtica, firmado con los gobernadores de las provincias. El pacto promueve una reducci¨®n del 25% de los diputados, el recorte del presupuesto de las legislaturas y del Ejecutivo, la reducci¨®n de gastos reservados y las modificaciones del r¨¦gimen electoral.
Duhalde consider¨® 'imprescindible' una nueva reforma de la Constituci¨®n y propuso a los argentinos 'fundar la segunda rep¨²blica'.
En cuanto acab¨® el discurso, el estruendo de la cacerolada de los viernes convocada por las asambleas de vecinos crec¨ªa en los barrios y part¨ªa de forma simult¨¢nea desde varias esquinas como trenes subterr¨¢neos hacia la plaza de Mayo. El temblor nocturno suced¨ªa a la m¨²sica incidental incorporada en la edici¨®n posterior al p¨¢rrafo final del discurso del presidente por los asesores de imagen.
Cuando Duhalde, en primer plano, arropado por la orquesta, acababa de decir 'debemos dejar atr¨¢s la Argentina rent¨ªstica, financiera, donde s¨®lo ganan los banqueros; no es la pelea de un presidente; ¨¦sta es la pelea de los argentinos', ya unas 10.000 personas marchaban por el centro de la ciudad y continuaron reclamando luego, hasta la madrugada de ayer, 'que se vayan todos'.
Duhalde sugiere discutir 'si es necesario que haya elecciones cada dos a?os' por la necesidad de renovar el Parlamento o basta una vez cada cuatro a?os, cuando finaliza el mandato presidencial, y recomiendan pensar hasta en la posibilidad de cambiar el r¨¦gimen de gobierno actual 'para ir a un sistema parlamentario como en algunos pa¨ªses europeos o Canad¨¢'.
El discurso del presidente forma parte de la reacci¨®n en defensa propia que el Gobierno inici¨® hace una semana. La reducci¨®n de cargos y el recorte general de los llamados 'gastos de la pol¨ªtica' responde a una clara demanda de la sociedad, pero no satisface las expectativas. Los ciudadanos piden m¨¢s, mucho m¨¢s. La convocatoria a una nueva Asamblea Constituyente para reformar otra vez la Constituci¨®n, ya retocada y modificada en 1994 tras el Pacto de Olivos entre el entonces presidente, Carlos Menem, y el ex presidente Ra¨²l Alfons¨ªn, es considerada inoportuna por los propios dirigentes partidarios.
La idea, lanzada como una estocada a fondo, parece m¨¢s un intento de tirar de la realidad para ver si es posible desviar la atenci¨®n hacia otros asuntos distintos de la restricci¨®n al retiro de fondos de los bancos, la guerra abierta de poderes entre el Ejecutivo y el Supremo, la cotizaci¨®n del d¨®lar y el ¨ªndice creciente de la temida inflaci¨®n, antes que un proyecto previamente consultado y discutido con representantes de todos los sectores sociales.
Campa?as electorales
La 'hist¨®rica' reforma pol¨ªtica, previa discusi¨®n y aprobaci¨®n de las leyes necesarias para aplicarla, consiste en rebajar un 25% del total de diputados nacionales y provinciales, impide a los legisladores conceder subsidios o becas, limita las campa?as electorales a 30 d¨ªas, proh¨ªbe los gastos para publicitar a los candidatos, pone topes a los salarios, concede espacios equitativos gratuitos en emisoras de radio y en cadenas de televisi¨®n, permite a los electores modificar el orden en las futuras listas de candidatos y suprimir postulantes, abre las internas partidarias a la participaci¨®n de los independientes, pone un tope al presupuesto de gastos de funcionamiento de las c¨¢maras, elimina gastos reservados y propone que los concejales de ciudades con menos de 10.000 s¨®lo cobren vi¨¢ticos por gastos.
Duhalde prometi¨® que los ahorros tras el recorte de gastos se destinar¨¢n a los planes de asistencia social y pidi¨® a los pol¨ªticos, sobre los que pesa 'el descr¨¦dito y la sospecha popular', que 'muestren gestos claros de renunciamiento, patriotismo y compromiso'.
El presidente argentino est¨¢ convencido de que la desesperaci¨®n de los ahorradores que no pueden disponer de sus fondos depositados a plazo en los bancos en la moneda original de la imposici¨®n, el desgarrado reclamo de los desocupados, el mon¨®tono batir de ollas y los focos de incendio que el formidable aliento de la bronca reaviva cada d¨ªa en todo el pa¨ªs, son los gritos y dolores propios de un parto.
'Tenemos una Argentina parturienta y queremos que la nueva Argentina nazca sana', dijo el jefe del Estado. Y a?adi¨® luego: 'No soy el presidente que va a administrar la decadencia'.
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